martes, 24 de noviembre de 2009

Roman Polanski y los dobles raseros

Cosas de la vida, que hace cosa de un mes (o dos, que últimamente mi memoria espacio-temporal anda muy perdida) Detuvieron a Roman Polanski para extraditarlo a Estados Unidos, donde será juzgado por abusos a una menor; hechos que ocurrieron hace ya más de 10 años.
Hasta ahora, el director de cine se ha mantenido en países cuya legislación evitaba que fuese entregado; hasta que al final, pisó uno donde sí le han detenido.
Me hace gracia todo el gremio de artistas que se han manifestado en contra de esta detención, alegando que pasó ya hace demasiado tiempo, y que las heridas han cicatrizado y cerrado; o incluso protestando por que se trata de una figura muy importante en el mundo del artisteo, espectáculo y farándula. Ya ¿eso ya le hace ganarse la inmunidad? ¿Quiere eso decir que si eres un director, actor o cantante famoso, ya todo vale y puedes hacer lo que te dé la gana?
Un abuso a una menor, es un abuso a una menor, te dediques a lo que te dediques, y es un delito. No entiendo el doble rasero de querer condenar a toda costa a otra gente que hace lo mismo, y sin embargo, pretender que este señor se vaya de rositas...
¿Qué diferencia hay entre los casos que ha habido en las distintas religiones al respecto (no sólo en la católica, que os veo venir) y en este? En ambos casos ha sido el mismo abominable hecho delictivo; ¿Por qué a unos se les ataca con tanta saña y a otros se les defiende a capa y espada? ¡Ah, claro, la moda! ¿No?