martes, 28 de octubre de 2014

Desde el Exilio (XVIII) Panameños y Españoles descubriéndose (I)


 Cosas que a los panameños les llama la atención de los Españoles



- Que nos interesemos por la política del país en el que estamos: Les sorprende, y mucho, que estemos atentos a la radio, los periódicos o la televisión de la política del país, de lo que dicen unos, lo que dicen otros... y que además opinemos del tema. Les descoloca bastante.

- Que leamos: Es otra cosa que les llama mucho la atención. Las veces que he tenido que ir al médico, siempre me he llevado un libro, y lo primero que me dice el doctor que me va a atender es: "Usted es Español, ¿verdad? Todos los Españoles siempre se traen libros a las salas de espera en lugar de estar mirando el celular" El problema es que leer es una afición que en Panamá es cara; el mismo libro (y la misma edición) que en España me costó 7€, aquí se vende por no menos de 20$ (15,38€, el doble, señoras y señores), y poca oferta hay aparte de los éxitos de ventas, y los libros de autoayuda. La cosa es: ¿La gente no lee porque los libros son caros, o los libros son caros porque la gente no lee?

- El ateísmo generalizado: Esto es lo que no terminan de aceptar. No entienden cómo el país que les trajo el cristianismo, esté ahora inundado por una corriente de gente que se considera no sólo no practicante, si no no creyente además.

- Nuestras expresiones: ¿Cómo reconocer a un Español en Panamá? Cuando en lugar de "Ok" u "Ofi" (esta última expresión es bien panameña), la persona en cuestión te responde con un "Vale". Nadie te la va a decir; ni un colombiano, ni un venezolano, ni un tico.... es una expresión que sólo empleamos los Españoles. Las palabras "Chulo", "mola" también les llaman mucho la atención, al igual algunas más al uso "Estar más quemado que la pipa de un indio", por ejemplo, les hace reír bastante y... ¡Ojo! Decir que tienes "la lengua afilada" no significa lo mismo en el itsmo que en la península.

- Nuestro acento: Esto es lo que más me choca a mi. Cuando oyes a un panameño o a una panameña hablar, más que hablar, parece que te están cantando (sobre todo ellas). Eso unido a que suelen usar (por lo general) un tono grave de voz, tiene su impacto en el subsconsciente europeo. Nosotros (por lo general) usamos la voz grave para momentos de intimidad; es un registro más dedicado a ciertos momentos, y para el resto, solemos tener un voz más estentórea (reconozcámoslo: en Europa a los españoles nos tienen por gritones). Comparativamente, el acento español es más seco, más brusco que la forma de hablar del latinoamericano en general. Por esos motivos, no entiendo por qué les gusta tanto el acento español, del cual dicen "Es chévere" "Es bonito" "Es cautivador", "Es sexy" (¡Bueno, vale! Esto último me lo dijo una vecina colombiana a la que le iba a alquilar la plaza de garaje y que, sospecho, quería cacho)

- Que no a todos nos guste el fútbol: Os sorprendería la cantidad de gente que sigue la liga Española aquí; además, cuando saben que eres español, la pregunta que primero te hacen es: "¿Usted le va al Madrid o al Barça?" cuando les respondes negativamente, deducen que eres del Atlético de Madrid; y cuando les dices que en realidad, no te va el fútbol, abren los ojos como platos y responde un "¡No puede ser!". No conciben que haya españoles a los que el fútbol no nos va demasiado.

- Nuestra fijación por el aceite de oliva: Aunque hemos hecho famoso internacionalmente el jamón serrano (y aquí hay mucho prosciutto italiano, pero afortunadamente, saben distinguir uno del otro); lo que más les sorprende es que lo primero que busquemos, y en lo que no reparemos en gastos sea el aceite de oliva. ¿Cómo explicarles lo importante que es para nosotros? ¡Demostrándoselo! Aquí abunda mucho el aceite de cánola (el más barato; lo compré una vez y... una y no más, Santo Tomás, como se suele decir) y el de soja. Creo que ya comenté anteriormente que el aceite de oliva aquí es raro de conseguir, relativamente caro, y no demasiado bueno; teniendo que irte a tiendas de importación (y tampoco os creáis que hay joyas precisamente) La verdad es que una vez que consigues un aceite medianamente decente, ¡comienza el espectáculo! Por algo llaman al aceite de oliva "Oro líquido", pues pocas cosas potencian el sabor de los alimentos como nuestro querido aceite. Una vez que prueban un plato típico español aderezado con dicho aceite, comprenden el por qué de nuestra fijación y "dispendio" monetario. A veces, no ha hecho falta ni eso: en el momento en que han aderezado su ensalada con ese aceite, ya no la quieren de otra manera. Es una lástima que el clima de aquí no sea propicio para sembrar olivos, que si no....

- Nuestras palabrotas: ¡Empieza el espectáculo y el festival del humor! Nada les hace más gracia que un español cabreado echando sapos y culebras por la boca. Les gustan, les parecen divertidas nuestras palabrotas, a pesar de lo duras y groseras que suenan. Tal vez es por eso: porque son palabras que a ellos jamás se les pasaría por la cabeza decir debido a lo fuertes que son. "Gilipollas" es el insulto estrella que más les hace reír, aunque no sepan exactamente lo que significa; pero nos ven decirlo con tanto odio, masticando cada sílaba de la palabra, que comprenden que es algo altamente ofensivo. En la obra donde yo trabajo, se hizo muy popular el "Me cago en la leche", al cual no veían demasiado sentido hasta que les expliqué que era el equivalente a su "Asha la vida". Pero la expresión de moda ahora en la obra (y que tarde o temprano se extenderá como la pólvora por el país, y si no, al tiempo) es el "¡A tomar por culo!" Les ha gustado tanto, que ahora la usan cada dos por tres cada vez que terminan una frase, o acaban de hacer algo, o terminan de contar una anécdota.... ¿estaremos siendo una mala influencia?

   Pues esto es (de momento) lo que a la gente de Panamá le llama la atención de los españoles. Otro día haré el post a la inversa.

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