sábado, 30 de agosto de 2014

¡Me cago en Microsoft, y punto!

    Mi historia de amor y odio con Windows:

     Compré un portátil con Windows 7, el cual no me iba mal, hasta que descubrí que ciertas aplicaciones hacían que se ralentizase. Ya sabéis que cuando compras un ordenador con Sistema Operativo instalado, no te dan el DVD con este por si necesitas formatearlo en algún momento (cosa habitual por otro lado).

     El caso es que cuando esto empezó a fallar más que una escopeta de feria, decidí pasarme a Linux. La verdad es que muy bien: puedo navegar sin problemas, e incluso el ordenador me responde más rápido y se cuelga menos; pero.... ¡Mierda! resulta que muchos programas que utilizaba no son compatibles con Linux, y los pocos juegos a los que dedicaba el rato, no funcionan en dicho SO; por lo que este verano decidí hacerme una partición con Windows.... ¡No veáis lo que me costó encontrar un Windows 7 original! Cuando Microsoft saca una nueva versión, quita todas las demás del mercado. ¿Cual es el problema? Pues que Windows 8 es la peor idea que han podido tener estos señores. Es una estupenda opción para dispositivos táctiles como tablets o teléfonos móviles, pero es una auténtica cagada para los ordenadores convencionales.

     Conseguí vía Amazon un Windows 7 original, y tras una tarde en casa de mi cuñado haciendo la famosa partición para poder arrancar desde un sistema operativo y otro, todo parecía ir sobre ruedas.

     ¿Qué me he encontrado? Que ahora los "señores" de Microsoft me dicen que el Windows 7 original que compré en Mayo, totalmente precintado y con su número de serie en el interior, no es original, que es una copia pirata (¡Y una mierda que os comáis, cabrones!), y automáticamente, me encuentro con que no puedo acceder a internet (sospecho porque ellos mismos me han capado el acceso a través de una de sus actualizaciones de equipo, de esas que te tienes que comer sí o sí cuando apagas el ordenador) Pero eso no es todo: cuando reinicio el ordenador desde Linux, me encuentro que este se ha quedado colgado y bloqueado, no pudiendo ni iniciar sesión, y teniendo que apagarlo a lo bestia (si eso se hace muy a menudo, se jode la respuesta del SO, teniendo que volver a formatear e instalarlo todo de nuevo.

     "Señores" de Microsoft, ¿En qué puto criterio se basan ustedes para 1º: entrar en mi ordenador así por las buenas, 2º: dictaminar que mi copia original con factura, precinto intacto, y número de serie es falsa y 3º: intervenirme mi ordenador PERSONAL, bloquearme el acceso a internet y trastearme en mi aparato DE USO PERSONAL para que su rendimiento baje?

     ¿Saben? Estoy encontrando poco a poco en Linux programas y aplicaciones desarrollados que hacen lo mismo que hacían los programas que usaba con su sistema operativo, por lo que muy seguramente, en breve purgaré mi ordenador de su producto, pues sus prácticas me resultan cada vez más delelznables; y tengan por seguro, que viendo el buen resultado de respuesta que me está dando Linux, no voy a dudar en recomendarlo a todo el que su programa le esté haciendo las mismas putadas que a mi ¡Qué coño! Incluso estoy dispuesto a enseñarles a utilizarlo.

    Así que me despido de ustedes con un ¡QUE LES JODAN! bien alto y claro

                                                                Firma: Un usuario cada vez más descontento con ustedes

martes, 26 de agosto de 2014

Una historia diferente

     Erase una vez que se era, dos personas que quién sabe si realmente estaban predestinadas o no a encontrarse. Ella danzaba absorta entre capítulos, mientras el se sumergía y adentraba en la profundidad de los textos, dejándose imbuir por ellos. 

   El azar, un punto, una coma tal vez, un pequeño empujón inesperado, un traidor tropezón, y sus ojos abandonaron por un instante la lectura para sumergirse en los del otro. Ella se vio reflejada en esos espejos de color tabaco rubio, y se visualizó a sí misma danzando en su interior; él se zambulló en esa prístina mirada y buceó en su interior buscando refrescarse del agobiante calor del metro en Agosto.

    En seguida intercambiaron las letras que componían sus nombres y aunque no eran amigos de los números, sí que compartieron los suyos; no unas medidas, ni estaturas ni peso; pero sí los que identificaban sus teléfonos para poder volver a verse en los ojos del otro con más calma.

     El día de su cita, no contaban el tiempo que les restaba en el recorrido de las manecillas del reloj, o en las paradas que les separaban, si no en la intensidad de las páginas que ambos llevaban leídas. Al momento de verse, no sabían si sus corazones corrían más desbocados por la inminencia de su encuentro, o por lo excitante de sus lecturas, y fueron con paso cauto, pero decidido, el uno hacia el otro, cerrando los ojos y dejando que los labios fuesen al encuentro de las mejillas.. 

     Fue una tarde de literatura, de viajar cada uno a los mundos que el otro había explorado, de compartir vivencias, emociones, risas y lágrimas y, una vez que las palabras cesaron, volvieron a admirarse en el reflejo de los iris de la persona que tenían enfrente.

     Todo libro tiene una cubierta que, si bien es atractiva, puede no reflejar fielmente la calidad de las palabras que esta contiene. Pronto pasaron de la cubierta a leer la historia, a formar parte de ella, sumergiéndose en una relación textual en la cual se respetaban las reglas de gramática y ortografía, perdonándose con condescendencia los pequeños fallos que se pudieran cometer, pues de carne y hueso somos, y como tales, imperfectos y dados a cometer errores. Sus dedos, acostumbrados a pasar con delicadeza y decisión las páginas de los libros, se esmeraron en pasar con el mismo tacto las páginas del libro prestado y de la historia ajena de la que empezaban a formar parte, quien sabe durante cuantos capítulos.

     ¿Es posible que dos libros se conviertan en uno? Probablemente no, pero sí dos historias pueden confluir en un mismo relato; a veces hasta el fin, otras, se fusionarán durante un tiempo para después separarse; y ni aún así, se contará esa historia común de la misma manera, al igual que Tirso de Molina y José de Zorrilla hablaron del famoso Don Juan Tenorio. ¿Y con los protagonistas de nuestra historia? ¿Qué iba a suceder? Tened la vista a punto, presto el oído, y regaládme vuestra atención, pues en breve lo descubriremos.

     No todos los libros nos cautivan por igual; y aquellos apasionados de la lectura saben que los príncipes azules destiñen, las princesas pueden volverse mezquinas y el aparente héroe, puede volverse el más vil de los villanos con tan sólo pasar la página. Ella se empecinó en comprar camisas de once varas, y él se perdía buscándole los tres pies al gato cuando todos sabemos que lo que un gato tiene son cuatro patas.

     A pesar de todo, aunque visceralmente estaban deseando voltear la página casi con furia, les causaba un inmenso dolor el hecho de llegar al final de los párrafos de esta. Respiraban pesadamente, en sus ojos había mezcla de rabia y dolor; querían cerrar los ojos para dejar de verse; y aún así, anhelaban volver a verse bailando ella en ese horizonte de color tabaco rubio, y zambullirse él una vez más en las profundidades de ese azul en el que se veía reflejado con ese rictus furibundo.

     Tomaron aire, y contaron hasta tres a la vez para leer ese último párrafo y verse prestos a cambiar de página impar, a la que le seguía de número par. Él puso los puntos suspensivos, ella marcó el punto y aparte. Mas ninguno de los dos tenía el valor de poner el punto y final a la historia. 

     Se despidieron con la corrección debida; todo el daño que podían hacerse estaba hecho: sus páginas arrugadas, la tinta corrida, y sus cubiertas aun así, representando la misma entereza como si nada hubiese pasado. Cada uno tomó su senda y siguió escribiendo su relato. De vez en cuando, una mirada melancólica se desviaba a aquellas páginas conjuntas, a aquellos micro-cuentos que arrancaban sonrisas y cálidas sensaciones, pero el recuerdo de las páginas dañadas impedía que aquellos dos libros volviesen a entrelazar sus palabras. 

     Ahí se sentaba él, en sus puntos suspensivos esperando a que ella terminase la frase; allí ella, contando por primera vez en su vida los minutos, anhelando que escribiese él un nuevo párrafo. Ambos sabían que lo mejor sería cerrar ese libro común para siempre, que por mucho que les gustasen los finales felices, no todas las historias tienen uno de esa naturaleza, y a la suya le había tocado una que no acababa bien. Lo más sano emocionalmente era ese punto y final que ninguno de los dos se atrevía a poner, ¿y por qué? Por que ambos sabían que, por mucho que escociese la herida, esta ahora formaba parte de su cuerpo; que no podían arrancar una página de su libro, por muy deteriorada que estuviese, pues perdería parte de su sentido, de su historia... el libro estaría incompleto.

     Y ahí siguen, escribiendo cada uno su historia, procurando no volver la vista atrás; re-descubriendo el placer de leer, explorando nuevos mundos, encontrándose con nuevos personajes con los que forjar alianzas, amistades y relaciones ya sean amorosas, o de odio visceral, creándose enemigos y némesis; danzando entre las letras, bailando con las palabras, saltando entre textos, con las yemas de los dedos prestas a pasar páginas, devorando historias y poemas con avidez, y borrando sus huellas dactilares de tanto recorrer hojas y hojas con letras impresas. Pero sobre todo, dándose cuenta que su historia, la propia de cada uno de ellos, no ha finalizado aún: que hay muchas páginas por escribirse y leer todavía.

FIN
(¿O no?)

Confesiones de una esposa infiel del barrio

(Nota: podéis ver el original en este enlace http://www.huffingtonpost.com/2014/07/02/cheating-wife_n_5552071.html?cps=gravity )

   Soy una mujer de unos cuarenta y tantos cerca del final del proceso de divorcio, y soy yo la que fui infiel
   Siempre he odiado la idea de la infidelidad. Rastreros y mentirosos sacos de mierda que miraban sólo por sí mismos. Egoístas y egocéntricos que casi siempre eran hombres, con la excepción de la víbora típica de telenovela. Por supuesto, nunca una decente mujer casera de barrio como yo.
   Ahora que lo he experimentado por mí misma, a veces hay más de lo que se aprecia a primera vista desde fuera cuando se trata de infidelidad.
   Crecí con un padre infiel. Supe sin saber cuando era joven que mi padre engañaba a mi madre de manera habitual. Las discusiones delante de mi hermana y de mí, oscurecieron mi infancia y me llenaron de una inseguridad que no he superado hasta llegar a la edad adulta. Odiaba el engaño, y me juré a mí misma (y a mi marido) que nunca sería infiel.
   No justifico el engaño. Es tóxico para el matrimonio y la familia, inmoral y miope. Y aún así, hice lo que prometí que no haría.
   Mi matrimonio se desintegró lentamente a lo largo de 15 de sus 20 años. Mirándolo en retrospectiva, ahora comprendo los errores fatales y sé algo más. Pero a mis 20, cuando elegí al hombre con el que me casaría y que sería el padre de mis hijos, honestamente, no sabía lo que realmente significa ser compatible con alguien. No asimilé los factores que necesitaríamos tener en cuenta para fortalecer nuestro matrimonio en su etapas más oscuras.
   Estaba buscando en la superficie la cosas que nos gustasen o no, partido político al que éramos afines y nuestro gusto compartido por la comida italiana. Él era guapo, atlético y tenía un buen puesto de trabajo. Desafortunadamente,, la fachada era todo lo que había. Me casaba y no tenía un sólo amigo. No me preguntó por mi trabajo o mis amigos, a veces, no decía "adiós" cuando se iba de casa. No quería que saliéramos por la noche los dos solos.Decía que debería salir con mis amistades, pero cuando lo hacía, él nunca preguntaba a donde iba, con quien ni qué tal lucía. Me sentía ignorada.
   No era feliz, y sabía que nunca lo sería. Aún me digo a mí misma que es la decisión que yo misma tomé. Estaba casada, tenía dos niños pequeños y decidí que lo haría lo mejor que pudiese. No consideraba la idea de divorciarme. Lo que jamás se me pasó por la cabeza, es que estaría llegando al final de mi matrimonio cuando aún estaba dentro de él. Permanecía despierta en la cama por las noches llorando, preguntándome cuando mejorarían las cosas. Él estaba al lado mía en la cama, jamás me dirigió una palabra, nunca me rodeó con sus brazos, nunca me preguntó qué me pasaba. Nuestra vida sexual pasó de ser unos hitos memorables y obligatorios de auténtica intimidad, a algo completamente vacío. Me sentía increíblemente sola.
   Le hablé, le pregunté por qué, le pregunté qué era lo que me faltaba. Traté de hablar de distintas maneras: con tranquilidad, con ternura, de forma despreocupada, y furiosa. Le propuse ir a terapia de pareja, pero se negó. En alguna ocasión, hizo un esfuerzo, y eso ayudó a que recuperase las esperanzas que estaríamos bien. Pero las más veces él permanecía a la defensiva y decía que yo me lo había imaginado, que exageraba.
   Así que me volqué en mis hijos y mi trabajo, e ignoré mis propias necesidades. Lo hice durante mucho tiempo y continué poniéndome a mí misma en el último lugar en la lista de mis prioridades.
   Cuando engañé a mi marido, no fue algo que hubiese planeado. Sé que es lo que todo el mundo dice, pero es verdad, realmente no iba buscándolo. Una amistad con otro hombre creció hasta pasar a ser algo que no era sexo sucio, pero sí una renovación de lo que era sentir felicidad y esperanza. Evolucionó con el tiempo, y no estaba basada en la lujuria, si no en conversaciones, aprecio y comprensión; cosas que jamás tuve por parte de mi marido. Como le dije a mi mejor amiga, para ayudarte a entenderlo: a veces no sabes que estás tocando fondo hasta que no empiezas a remontar.
   Para quellas personas que dicen que no me esforcé, lo hice, durante buena parte de una década y media. Para aquellos que me juzguen, entiendo que están en su derecho a hacerlo. Vuelvo a decirlo: no defiendo el acto de engañar a tu pareja. Si hubiera sabido lo que iba a suceder, y hubiera sido lo suficientemente consciente de lo que iba significar, volvería atrás en el tiempo y pondría fin a mi matrimonio antes de que la infidelidad se materializase. Pero no me di cuenta de nada en su momento, incluso mientras me estaba sucediendo.
   Para mí y mi situación, realmente creo que era inevitable, y la única forma en la que esto iba a suceder.

martes, 19 de agosto de 2014

Hey Girls!

Todo empezó con un conjunto de fotos

   Pero como pasa con todo en internet, la cosa se salió de madre después
























miércoles, 13 de agosto de 2014

El próximo cambio del Capitán América.

   Tras leer la noticia de que próximamente Sam Wilson (El halcón), compañero del Capitán América de toda la vida, tomará el manto de su compañero de toda la vida, y ver las reacciones de la gente, he creído necesario echarle un vistazo a las distintas encarnaciones del "Abanderado"

Uniforme original del Capi
durante la II Guerra Mundial
   Empecemos (como se suele decir) por el principio. durante la II Guerra Mundial, el joven Steve Rogers, un muchacho tullido y enclencle, pero con gran sentido patriótico, se presenta una y otra vez a los reclutamientos siendo rechazado en todos.

   El Doctor Erskine, que estaba trabajando en un suero para crear un "Super-Soldado", admirado por la determinación del joven, decide tomarle como sujeto de pruebas. El experimento fue un éxito, pero un espía nazi mató al buen doctor, el cual  guardaba la fórmula secreta del suero dentro de su cabeza, sin dejar anotación alguna.

   Medio atontado aún por los efectos del suero (pasó de un alfeñique a un tío ultra-cachas) Steve detuvo al espía. La leyenda del Capitán América había nacido.

El uniforme que todos conocemos
   En el transcurso de una misión, el Capitán América y su joven compañero Bucky se vieron atrapados en un cohete-misil que el super-villano Cráneo Rojo había disparado en dirección a Estados Unidos.

   intentando (sin éxito) convencer a su joven compañero que desistiese de su intento de desactivarlo, el Capitán cayó del misil y le dio tiempo a ver horrorizado cómo este explotaba con el joven Bucky Barnes en él.

   La onda expansiva hizo perder el conocimiento al capitán, el cual se sumergió en las aguas de Groenlandia, congelándose y quedando en un estado de animación suspendida gracias al suero del Super Soldado.

   Años después, finalizando el Siglo XX, unos pescadores encuentran un extraño bloque de hielo con una figura humana. ¡El Capitán América volvió a la vida! Y aunque no formó parte de los miembros fundadores de "Los Vengadores" (Hombre Hormiga, La Avispa, Thor, Iron Man y Hulk), rápidamente fue incluido en sus filas, y no era raro verle dirigir el equipo de super-héroes.

El USAgente, la versión más cruda y noventera del Capi.
Durante los 90 se pusieron muy de moda los uniformes de
color negro, y el del Capitán América no iba a escaparse.
   Tras un enfrentamiento con la organización criminal conocida como "El Imperio Secreto", cuyo líder era la mano derecha del propio presidente de los Estados Unidos (el cual se suicidó ante los ojos del Capitán América antes que verse arrestado). Steve Rogers se decepcionó profundamente con el gobierno de su país, y abandonó su identidad de "Centinela de la Libertad"


     Poco tardó el gobierno en encontrarle un sustituto en un marine con al que inyectan una reproducción chusca del suero. este individuo, bastante más agresivo y soez, rápido pasó a llamarse "El USAgente" debido a sus vínculos tan marcados con el gobierno y su obediencia a este, mientras Rogers volvía a recuperar la inspiración al darse cuenta que América es algo más que su gobierno.
El enfrentamiento entre Abanderados, y no,
no me refiero a la marca de Calzoncillos.


  El pséudo-suero que le inyectaron al USAgente era muy inestable, afectándole al cerebro y volviéndole loco. Ambos abanderados se enfrentaron, saldándose el encuentro con la victoria del original. El USAgente acabó relegado al olvido (creo que al final, acabaron matando al personaje, pero ¿qué es la muerte en el Universo Marvel si no un "Voy a por tabaco"?

   Uno de los grandes shocks para el Capi fue descubrir que él en realidad, no había sido el primero en recibir el suero de Super-Soldado. En tiempos de la II Guerra Mundial, era aún muy habitual que la gente de raza negra fuesen aún ciudadanos de segunda en la "maravillosa" tierra de la libertad que se consideraba América; por lo tanto, eran los conejillos de indias ideales para experimentar con ellos, pues aún se les consideraba prescindibles si el experimento salía mal.

Isaiah Bradley, el primer Capitán América y...
¡Oh, sorpresa! ¡Resulta que es negro!
   Y eso nos lleva a Isaiah Bradley, el genuino y auténtico primer Capitán América.  A este buen señor, se le inyectó una cepa experimental del suero, la cual le dejó en un estado de muerte aparente, por lo que se deshicieron del cuerpo, y volvieron a investigar. En realidad, el suero lo que hizo fue dejarle en ese estado para que el proceso de re-construcción ósea y muscular no fuese tan traumático como si estuviera consciente. Al descubrir que la cosa había sido un éxito, le enviaron al frente con un uniforme improvisado; pero su historia fue silenciada. ¡Pues nada, gente! Seguid poniendo el grito en el cielo porque el Capitán América ahora vaya a ser de raza negra, pero ya veis que no es la primera vez que lo hacen; así que no es para tanto (esto demuestra lo poco formados que están muchos "periodistas", y lo poco que se informan a la hora de dar una "noticia")

   Pero es que aún hay más. Un grupo de jóvenes Vengadores surgió tras el suceso de Ongslaugth, en el cual, los principales héroes de la tierra habían desaparecido, y uno de sus integrantes era nada menos que Elijah Bradley, nieto del Capitán América original. Resulta que los poderes que da el suero de Super-Soldado son hereditarios, aunque en este caso, saltaron una generación. Inspirado por su historia familiar, Elijah tomó el manto del desaparecido Capitán América

   ¡Señores periodistas! Ya van dos Capitanes América negros, y nadie se ha muerto. Sí que es verdad que, ninguno de los Bradley tuvo tirón suficiente como para sustituir al original, pero algo me dice que la idea ya llevaba años rondando.

     Tras los sucesos de la "Guerra Civil Marvel", un hecho sacudió a todo el universo: este fue ni más ni menos que la muerte del Capitán Amércia cuando iba a acudir al juicio que se le iba a someter por traición a su país (se opuso al registro de super-humanos para que estos fueran controlados por el gobierno). El capi fue asesinado por varios disparos a quemarropa, y ahí empezó la saga "Fallen Son" (Hijo Caído)

   Este hecho fue totalmente traumático para prácticamente todos los personajes del universo Marvel: su máximo símbolo acababa de fallecer; y aunque todos sabían que el mundo NECESITA un Capitán América, ninguno se atrevía a dar el paso de ponerse su uniforme, y tomar su escudo.

     Aún así, se empezó a buscar quien le sustituyese:


     Fran Castle, The Punisher (o el Castigador, como todos le hemos conocido siempre en España), no es que fuese el tío más ideal del mundo para tomar el manto del héroe caído: Ex-Marine, cuya familia fue asesinada por la mafia, se vuelve loco, y por su cuenta decide quitarse de en medio a todos los criminales. La cosa es que no los detiene, cuenta chistes y los mete en prisión, no. Fran Castle es de los que opinan que "Muerto el perro, se acabó la rabia"; por eso su tratamiento contra el crimen consiste en balas, balas, y más balas... y de vez en cuando alguna granada, lanzallamas, misil por ahí bien puesto, o un cuchillo de monte entre los ojos. Y sin embargo, el amigo Frank no deja de ser un soldado que tenía como ejemplo e inspiración al Capi, por lo que decide, durante una temporada y a modo de homenaje, adaptar su "uniforme" añadiéndole elementos alusivos al uniforme del Capitán América.


¿Qué queréis que os diga? A mí personalmente me convencía
la idea de Clint Barton como Capitán América; al menos se
me antojaba como el mejor candidato para ello
      Clint Barton, más conocido como Ojo de Halcón, el arquero, venía de haber regresado de entre los muertos en los eventos de "Vengadores Desunidos" (una miniserie altamente recomendable en la que la Bruja Escarlata se vuelve loca y hace una escabechina entre los miembros del equipo). El caso es que tenemos al buen de Clint, regresando de la muerte como quien viene de tomarse un café, asimilando todo lo que ha sucedido mientras él dormía una siesta de un par de años, cuando se encuentra a Nick Furia, que sale de la nada (¡Menos mal que no le pilló meando, que estos de SHIELD no respetan ni los momentos de intimidad!), y le ofrece la posibilidad de tomar el rol de alguien que para él había sido su inspiración durante muchos años.

     El caso es que el bueno de Barton se enfunda el traje, y resulta ser tan bueno lanzando el escudo, como lo era disparando flechas; y como una de los miembros de "Los Jóvenes Vengadores" ha tomado su identidad de "Ojo de Halcón" prestada... (¡Ay, bonita, si se entera la SGAE!). La cosa está en que, disfrazado como el Capi, Clint tiene una conversación con el grupito de jóvenes justicieros en la que les dice que son unos críos y no pueden ir así por las buenas disfrazados arriesgándo sus vidas, y que necesitan instrucción y dirección del gobierno. Estos le llaman "facha asqueroso", y le dicen que es de muy mal gusto usar el uniforme del difunto capi para predicar algo totalmente distinto a aquello por lo que luchó.

     Asqueado, Barton opina que tienen razón, y le devuelve el uniforme y el escudo a Furia sugiriéndole orificios anatómicos por donde introducirlos.


     Bucky Barnes. Estoooooo, pues resulta que el amigo Bucky no murió en la explosión del cohete-misil (¿Un muerto que no está muerto en el Universo Marvel? ¡Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Qué locura! ¿No?), si no que si a Steve Rogers lo mandó para Groenlandia, cual versión super-heroica de "Tú a Boston y yo a California", al bueno de Bucky, lo mando para Noruega (¡Los cojones, eso debió de ser un petardazo de aúpa! Y el caso es que el capi tenía el dichoso suero en sus venas, pero Bucky era un niñato con antifaz y ya está). El caso es que los señores de la KGB se lo encuentran, se las apañan para inyectarle una variante del suero de Super-Soldado (¡y yo creyendo todos estos años que sólo hubo una dosis! Pues no, ahora resulta que si juntas 4 tapas de yogures "Yoplait", te dan un vial con algo de suero de Super-Soldado cortado con talco), le lavan el cerebro, le ponen un brazo metálico donde antes tenía un brazo (¡La que has liado, misilito! ¡Le arrancaste un brazo al chaval así, por las buenas!), y le llaman "El Soldado de Invierno". Durante la guerra fría, los hijos de Putin (según mis cálculos, él estaría entonces destetándose en la KGB) se dedican a adiestrarle como su Super-Soldado después del fiasco que resultó la imitación llamada "Guardián Rojo"
El uniforme molón de Bucky Barnes como
 Capitán América

   La cosa es que, antes de la Guerra Civil entre super-héroes, el Capi descubre lo sucedido a su antiguo compañero, y logra barrérselo para casa, liberando su mente, y enchufándole con un puestecito en SHIELD a cambio de no ir a la cárcel como traidor a la patria (¿Quién se niega a un trato así?)

   Tras la muerte de Rogers, y viendo que la búsqueda de sustituto se está poniendo más complicada que un casting de Gran Hermano para intelectuales, el tito Furia decide comerle la oreja a Bucky para que él sea el sustituto. No debió ser una negociación muy larga, pues al poquito pudimos ver al antiguo compi del capi cortándose el pelo, adaptándose el uniforme para que fuera más molón con una franja negra, y cargando una pistola (esto último, jamás se le vio a Steve Rogers, pero supongo que a Furia se le haría el culo pepsi-cola con la sola visión de ello)





    ¡Adivinad qué! Resulta que el dichoso suero tiene más propiedades que un támpax, y el Capi no estaba muerto (ni estaba de parranda). Resulta que cayó en una especie de letargo del cual se despertó; y para cuando lo hizo, Furia estaba allí (a mí no me daría buen rollo encontrarme un fósil de la II Guerra Mundial que tampoco ha envejecido apenas sentado en el cuartucho sin apenas luces donde estoy en estado comatoso, esperando a que me despierte) para proponerle el actuar en la clandestinidad dado que para el mundo él está muerto y ya le han encontrado sustituto.
El Comandante Rogers recién regresado de... comprar pan
     Total, que Steve acepta dirigir un equipo secreto de operaciones encubiertas; y como por aquel entonces, mientras estaba echándose la siesta, la tierra casi ha sido invadida por los Skrull, Norman Osborn es quien delante de todas las cámaras se ha cargado a su lider, y SHIELD ha sido desmantelada (y están encarcelando a casi todo el que pertenecía a la organización), pues como que tampoco es plan de salir mucho a la luz, que él siempre ha estado vinculado a SHIELD.  Se adapta el uniforme, y adopta la identidad de "Comandante Rogers"



       Pero como la cabra tira al monte, Y Bucky tampoco terminaba de encajar entre los lectores, llegó la saga "Miedo Encarnado" en la que el Ragnarok Vikingo tiene lugar, y el tío de Thor, así por las buenas, se carga a Bucky sin pestañear (y de paso, se carga el escudo como quien parte una galleta, dejándole a Steve la moral por los suelos. Total, que como él es América, y tiene que encarnar los valores de la bandera, su gente, y el pollo frito de Kentucky, decide no rendirse, y retomar su identidad.


     Ahora dicen que próximamente, el capi se va a enfrentar a un tío que le va a quitar los poderes, y va a envejecer de golpe y porrazo; y que como no puede estar el mundo sin un Capitán América, pues que le cede el manto a su amigo Sam Wilson, El Halcón. Pues eso, que este va a ser el tercer intento de tener un Capitán América negro, y yo no lo veo mal, que al fin y al cabo, la raza "afroamericana" (vamos a ser "políticamente correctos", aunque yo no encuentro ofensivo llamarles negros si no lo estoy haciendo de forma despectiva) ya no es una minoría precisamente en USA, si no algo bien cotidiano.

     Acostumbraos a este nuevo Capi, aunque algo me dice que a la gente en yankilandia no le va a gustar el tema, las ventas bajarán, y ya buscarán en Marvel algo ultra-retorcido para devolverle los poderes. (Yo voto por matar al Steve vejestorio de viejo y traerse alguna de alguna realidad alternativa de esas que abres un cajón y te encuentras ahí, como si nada, entre los calcetines sin emparejar)


¡Gracias por leerme!


domingo, 10 de agosto de 2014

El Caballero Luna

   Os voy a hablar hoy de un personaje que descubrí allá por el 92. Yo ya llevaba muchos años leyendo cómics (prácticamente desde que aprendí a leer); y en unos que me prestó un primo, descubrí a este personaje.

   Al principio no me llamó demasiado la atención; pero al ir encontrándomelo en las páginas de "Los Nuevos Vengadores" ("Vengadores Costa Oeste" en su título original, empecé a interesarme por él). A continuación, os doy una pequeña introducción-historia del personaje.

   Hijo de un rabino judío que despreciaba la violencia, Marc Spector tuvo una infancia rodeado de esta, y viendo cómo su padre le menospreciaba por su comportamiento violento. En la adolescencia, Marc abandonó los estudios y, tras una breve incursión en el mundo del boxeo, se hizo mercenario; vendiendo sus violentos servicios al mejor postor, y asociándose con Raoul Bushman, el cual tenía una gran afición por aterrar a sus víctimas.

   En uno de sus "trabajos" en el Cairo, atacaron a un anciano arqueólogo y su hija. En ese momento, Marc se apiadó de ellos y confrontó a su socio, el cual le atacó sin piedad y dio por muerto tras asesinar al arqueólogo. Delirante, Spector se despierta ante la atónita mirada de Marlene (la hija del difunto arqueólogo), y lo primero que ve es la estatua del Dios vengador de la Luna, Konshu. Spector atribuye su "resurrección" a dicho Dios, y se resuelve a ser su avatar de la venganza, tomando el manto encapuchado que cubre a la estatua, y asumiendo la identidad de "El Caballero Luna"

   Tras derrotar a Bushman, regresar a Estados Unidos con parte del botín que había acumulado durante sus años como mercenario y establecer una relación sentimental con Marlene (en este orden), Spector continúa su cruzada como el encapuchado.

   Pero la identidad del Caballero Luna (o "Puño de Konshu", como se da en llamar) no es la única que Marc Spector asumirá: Aprovechando que ahora goza de una posición económica bastante más que acomodada, crea otras dos identidades: Steve Grant, un multimillonario de refinados y exquisitos gustos que se relaciona con las altas esferas y la alta sociedad (círculos que al ex-mercenario Spector le sería imposible acceder), y Jake Lockley, un taxista que trabaja en las zonas mas deprimidas de la ciudad, para poder tener acceso a las zonas más marginales y sórdidas, donde un puñado de dolares aflojan con bastante facilidad las lenguas de los soplones de turno.

   El Caballero Luna dispone de un amplio arsenal de armas con forma de luna creciente, e incluso un helicóptero con la misma forma, y pilotado por otro compañero de sus años de mercenario, Frenchie.

   La gente ha criticado mucho a este personaje, y lo tachan de ser "una mala copia de Batman". Pues sinceramente, durante la década de los 90, quien quería leer una buena historia de Batman, se compraba El Caballero Luna. Os paso a describir a continuación las diferencias.

1ª Batman va de negro, azul oscuro o gris, para simbolizar la oscuridad y así dar más miedo a los criminales. El Caballero Luna va de blanco según sus propias palabras "para que me vean venir, y sepan lo que les espera"

2ª Bruce Wayne perdió a sus padres en un atraco siendo un niño. La muerte de estos le marcó de por vida para ser Batman y luchar contra el crimen; Bruce Wayne idolatra el recuerdo de sus padres. Marc Spector ODIA a su padre (el cual no sabemos si aún vive) y se convirtió en el Caballero Luna por venganza, y para satisfacer su sed de violencia.

3ª Bruce Wayne es Batman; y en ocasiones, "Cerillas" Malone, un matón que murió accidentalmente en una pelea con él. Marc Spector es El Caballero Luna, Seteve Grant y Jacke Lockley

4ª Batman no mata, y tiene un código moral y de conducta que le sigue alineando dentro de "los chicos buenos": todos sus enemigos van a prisión con, como mucho, magulladuras. Al Caballero Luna le da igual todos esos códigos morales; El Caballero Luna marca con una cuchilla con forma de media luna la piel de aquellos rateros menores a los que ha parado los pies a modo de recordatorio; y no duda con marcar varias veces al delincuente si es reincidente. ¿Le arrancaría Batman la piel de la cara al Joker? No, ¿verdad? Pues es lo que hizo el Caballero Luna con su archi-enemigo, Bushman, y además la guarda en su casa como trofeo.

5ª Batman es hijo único, y solitario por naturaleza. Cuando supo que tuvo un hijo, todo su empeño fue en re-educarlo acogiéndole como su 4º Robin y tomándole un gran afecto que hizo que le afectase de sobremanera su muerte (perdón por el spoiler). El Caballero Luna tiene un hermano menor al cual tuvo que enfrentarse a muerte cuando este quiso ser un reflejo retorcido de él. Os lo desvelo desde ya: no tuvo reparo alguno en enfrentarse "a muerte" con su propio hermano, al que defendía de los matones del colegio.

6ª Batman ha tenido varios enfrentamientos con Slade Wilson (Deathstroke) que han acabado en tablas, o con una victoria bien ajustada por parte del "Señor de la Noche", enviando a su enemigo a prisión, o dejándole inconsciente. El Caballero Luna se enfrentó sólo una vez a Wade Wilson (Masacre) a espadazo limpio; el hijo de la señora Wilson tardó semanas en volver a coserse los pedacitos a los que se vio reducido tras ese duelo.

   Con esto os quiero decir que, aunque en España no goce de serie regular, la lectura de los tomos recopilatorios que Paninni Cómics está editando en España, es altamente recomendable. Disfrutad de un cómic que, vosotros mismos descubriréis no "es para niños"