domingo, 29 de agosto de 2010

La visita de Cupido



Dibujo original de mi compi y amigo Antonio Herrero


Paseaba sola, sin más compañía que la de mis pensamientos, cuando llegué a aquella laguna. El calor sofocante que reinaba en la atmósfera se hizo uno con el tempestuoso sentimiento que me reconcomía, y aquel pedacito de agua fresca se antojaba un alivio a las altas temperaturas del ambiente y de mi corazón.

El frescor del agua alivió en parte la sensación de ahogo que tenía, pero no la curó del todo. Aún en mi memoria estaba el recuerdo de su traición, y los mínimos deseos que tenía de que nadie tocase mi corazón de nuevo. Sí, mi corazón seguía latiendo, pero eran simples bombeos de sangre por todo mi cuerpo; en ningún momento lo hacían por él ni por nadie; simplemente latía por natural supervivencia, nada más. Recién salía del agua, sumida en mis pensamientos y planificando una vida sin amor en ella, cuando le vi.

Un niño, un niño pequeño de cabellos dorados y sonrisa inocente y abierta se acercaba hacia mí. Un sentimiento de pudor me invadió y cubrí mi desnudez para tapar mi indefensa intimidad y preservar su tierna inocencia. Pero había algo distinto en él; algo que le hacía diferente al resto de niños. Tenía las manos situadas a su espalda, y había algo más, pero apenas podía distinguirlo, pues caminaba de espaldas al sol, el cual me cegaba.

No fue hasta que estuvo a unos poco pasos que descubrí qué era aquello que encontraba anómalo en él. Dos hermosas alas blancas y un carcaj lleno de flechas estaban situados en su espalda. Comprendí de quién se trataba, y desde el principio supo que no se trataba de una broma. No una normal al menos, si no más bien macabra; había decidido cerrar herméticamente las puertas de mi corazón al amor ¿y Cupido en persona venía a visitarme?

Seguía sonriendo mientras se acercaba a mí al tiempo que cogía una flecha con una de sus manos. Definitivamente, aquel pequeño venía en mi busca, y justo cuando menos lo deseaba. A esa distancia debió considerar que no necesitaba el arco, pues se seguía acercando a mí flecha en mano. Lo evalué y comprendí que tenía una oportunidad de resistirme; su cuerpo era el de un niño pequeño, el mío el de una mujer adulta; podría mantenerle a distancia sin problemas y así estar a salvo del alcance de su flecha y del dulce y placentero dolor que produce que su punta se clave en mi corazón.

¿Cómo luchar contra alguien que sigue sonriendo y que lo único que quiere es regalarte el bello dolor del amor? Extendí mis brazos para apartarle mientras le sonreía con ternura. Sólo hacía su trabajo, pues obedece a un poder superior, pero yo me negaba a ello ¡con todas mis fuerzas!

¡Cuan poderoso puede llegar a ser el amor que convierte en bestia al hombre y en hombre a la estia! A pesar de ser más grande que él, Cupido seguía acercándose, como si mis brazos no fueran obstáculo alguno. Cambié mi sonrisa por una expresión de enojo, pues me quería rebelar contra lo que se me avecinaba; pero según mantenía el contacto con él, me iba contagiando del amor del que él mismo está hecho, y una sonrisa se volvió a dibujar en mi rostro: el amor iba a volver a mi vida, por mucho que yo quisiera resistirme a ello, sólo tenía que aceptarlo.

Carta de Despedida a Dulcinea

A la sin par Dulcinea
Os escribo estas líneas, ahora que acaban mis días, para poder despedirme de vos.
Sé que siempre permanecisteis ajena a los sentimientos de este noble caballero por vos, y que ignorabais la admiración y el profundo amor que os profesaba; y es de entender, pues vuestra sin par belleza os hace digna de la admiración de muchos y más nobles caballeros que yo.
He de decir que desde que os ví, quedé prendado de vuestra belleza natural, sólo comparable a la de las más bellas ninfas de los bosques, y digna de lucirse en un trono como gran reina y señora.
Desde ese momento, dí mi palabra de caballero andante de dedicaros todos mis esfuerzos por desfacer entuertos, y traer la justicia a estas tierras de La Mancha, con la esperanza de que mis hazañas llegasen a vuestros oídos en el Toboso, y así pudierais dirigir vuestra atención hacia este, vuestro más humilde servidor.
Peligros, aventuras y hazañas viví por vos, y en vuestro nombre y el de vuestro honor, empuñé mi espada una y mil veces, aún sabiendo que mis esfuerzos no eran suficientes para atraer vuestra atención y resplandeciente mirada, mas eso no me detenía para seguir en mi empeño, ignorando en el fondo de mi corazón, si sabíais de mi existencia siquiera.
Mas esa era la naturaleza de mi amor, el darlo todo por vos, dedicarle a vos todos mis esfuerzos, sin saber siquiera si sabíais de mí, ni si era correspondido. Si lo fuese, eso habría dado más brío aún a mis miembros, mis brazos mil veces más, con mil veces más fuerza habrían empuñado la espada.
Pero si no fuese correspondido, ¿qué sentido habrían tenido todos mis esfuerzos? De saberme no amado, muy seguramente las fuerzas no es que me hubiesen fallado, si no que jamás habrían estado conmigo dándole brío y valor a mis empeños; la vida no habría tenido sentido, y habría perecido en mis primeras aventuras, teniendo un fin desventurado como tienen aquellos que se saben no amados ni amparados por sus damas.
Por ese motivo, mi sin par señora Dulcinea, a cuyos ojos jamás seré digno a mirar directamente, es por el cual, todos estos años, he sido más feliz con la duda de ser amado o no por vos, que si hubiera sabido desde el principio que no profesábais por mí ni una décima parte del amor que yo he sentido por vuestra graciosa persona. Era feliz, por que conservaba la esperanza de ser amado por vos, y eso era lo que me daba fuerzas.
Pero los años pasaron, y seguí sin noticias de vos; ni una mirada, ni una carta, ni un pañuelo que llevar como prenda en mi siempre desnuda y fiel a vos lanza. El tiempo pasa, incluso para los aguerridos y sedientos de justicia caballeros como yo; y corría el riesgo de que la estirpe de Don Quijote de La Mancha muriese conmigo; por lo que, con todo el dolor de mi corazón por traicionar el amor que os profesaba, contraje matrimonio, para poder tener descendencia, y que mis hijos pudieran continuar por mí mi misión en honor vuestro cuando las fuerzas ya me fallasen. No hay mayor desventura que la de no sentirse amado, y supongo que eso también lo debe saber la que es mi esposa; que aunque compartamos techo y lecho, aunque me ha dado tres hijos sanos, fuertes y aguerridos; mi amor y mi corazón siguen siendo enteramente para vos.
Definitivamente, estoy llegando a mis últimos días, y desde mi lecho de muerte, os escribo estas líneas para que sepáis que vuestro más fiel y enamorado servidor, que tantas veces arriesgó la piel por vuestro honor y amor, exhala ya sus últimos suspiros, y tengáis a bien honrar mi humilde sepultura con vuestra presencia.
Vuestro siempre fiel y enamorado

Don Alonso Quijano, más conocido por Don Quijote de la Mancha

domingo, 22 de agosto de 2010

Busco un corazón

Buscando voy en esta tarde de Verano, un corazón. Uno que valga la pena, y que encaje y complemente al mío.
Da igual el color o el tamaño, no me importa la velocidad ni la fuerza con la que lata; ni tan siquiera si tiene la forma bonita de los dibujos sencillos que pintamos de pequeños y que está representado en la baraja de cartas, o si su forma es la menos romántica que nos muestran en clase de anatomía. Tampoco importa si no ha nacido en la misma tierra que me vio nacer, ni bajo el mismo sol, ni que hablemos o no el mismo idioma.
Sólo busco un corazón, ese corazón, que sé que va conmigo, que está hecho a mi justa medida para latir al unísono con el mío. Que sea su alma gemela, pero que además, le complemente las carencias al mío. Un corazón, ya sea alegre o melancólico, valiente o cobarde, que sepa que está hecho para permanecer junto al mío, y quiera hacerlo. Un corazón, en definitiva, que sin ser mío, lo sea; que llore conmigo, pero además sepa consolarme; que su risa sea el eco de la mía, y sepa ser risueño; que sepa seguirme en la conversación, pero sepa también acompañarme en los silencios. Un corazón, en definitiva, hecho única y especialmente para mí.
Miles no, millones de corazones me rodean, y con ellos me cruzo a diario. ¿Cual de ellos será el que busco?

Foto: La (como siempre) genial Leticia Arnao (Nöis)

martes, 17 de agosto de 2010

La participación en la eucaristía

Inauguro aquí una etiqueta en la que iré recuperando los artículos que escribí para el boletín parroquial llamado "Mirando al Sur". Tal vez a algun@s os sepa a poco (estaba muy limitado a medio folio de extensión) y a otros que se consideran no creyentes, les desagraden dichos artículos (con no leerlos, debería ser suficiente). Empecemos pues:

Domingo, día del Señor como se suele decir. Y ¿qué se suele hacer los Domingos? Descansar, dormir hasta tarde, estudiar, ir a misa...
Ir a misa, os como se dice por ahí, celebrar la eucaristía.
Pero ¿qué es celebrar la eucaristía? Es muy común ir el Domingo a misa, persignarse, luego alguien lee algo de la Biblia y se escucha el sermón que nos suelta el cura de lo buenos que deberíamos ser (eso el que realmente escucha, pues tendemos a pensar en nuestras cosas y a poner cara como de que estamos atendiendo, o a charlar con el de al lado).
Después, por que lo ha dicho el cura, nos damos la mano, se comulga por subir nota, y nos marchamos antes incluso de que el cura se haya despedido. Y digo yo: ¿Eso es ir a misa? ¿A esto ha quedado reducido?. Celebrar la eucaristía es algo más... no puede ser algo tan vacío, si no... ¿qué sentido tiene?
En la eucaristía nos reunimos a celebrar la resurrección de Jesús de Nazaret. Viene a ser como una fiesta. ¿y realmente nos gusta ser sólo espectadores en una fiesta? No, lo realmente hermoso en una fiesta es participar en ella.
Es una fiesta en la que los cristianos celebramos una fe basada en el amor que Dios nos da como padre, el amor que nos mostró Jesús, su hijo, nuestro hermano. El mismo amor que debemos profesar a l@s demás. Es una fiesta en la que comunitaria o individualmente hacemos oración. ¿No es la oración acaso hablar de tú a tú con Dios? Nos hemos acostumbrado a hacer de ella una fórmula, y hemos olvidado que sirve para algo más que para lamentarnos o pedir cosas.
Hay muchas formas de participar activamente, de ser de verdad un miembro de la comunidad y no una estatua que está en su sitio y que se levanta y se sienta como un títere por que lo hacen los demás. Podemos leer las lecturas del día. O cualquiera puede hacer su propia petición públicamente. Nadie va a reírse y/o a avergonzarnos de ser cristianos. Si no, ¿qué pintamos en la iglesia? Ir, es ya una toma de postura.
A todo esto, ¿qué sería de una fiesta sin música? En algunas eucaristías hay un grupo que prepara los cantos; no sólo para escucharlos, si no para ayudarnos a tod@s a cantar juntos. La música alegra el corazón, anima a la gente. ¿Sabéis lo que se siente cuando tod@s cantamos al unísono, con alegría, entrega y celebrando? Por eso, el coro en realidad lo formamos TOD@S.
Ahora tú decides cómo seguir acudiendo a la eucaristía. Si quieres ser un títere, o hacerla tuya y participar. Hay un sitio que tiene tu nombre, y de ti depende ocuparlo. Seguro que tus ideas pueden ayudar a construir un poco más la fiesta de cada domingo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Sobre la Huelga del 29 de Septiembre

Mucho se especula y se habla sobre la tan cacareada Huelga general convocada para el próximo 29 de Septiembre; y quisiera dar algunos datos y mi opinión al respecto.
Para empezar, esta huelga llega tarde; debería ser la cuarta o quinta ya; y se debió empezar cuando la cantidad de parados empezó a superar los 2 millones. Pero ¿donde estaban los sindicatos de clase? Calladitos, muy calladitos; pero eso sí, convocando manifestaciones contra el terrorismo a raíz del atentado de la T-4 que echó a perder la "tregua" que ETA quería pactar con el gobierno. Manifestación en la cual oíamos a algunas personas decir "¡A ver si se entera esta derecha rancia que tenemos en este país de cómo están las cosas!"... ¿Cómo? Pero ¿La manifestación no era contra el terrorismo? ¿Que coj**** tiene que ver la derecha en todo esto? ¿Y qué hacen los sindicatos convocando una manifestación contra el terrorismo cuando (en teoría) su labor es velar por los derechos de los trabajadores?
Más tarde, cuando empezó todo el meollo de la crisis y aumentando como seguía aumentando el número de parados, era nuevamente momento de hacer una huelga general; pero no; nuestros "amigos" estaban muy ocupados contando la pasta del cuarto pago de la "deuda histórica" que recibían en la historia reciente de nuestra democracia (Adolfo Suárez ya les pagó una vez para restituirles lo que perdieron en la dictadura, y Felipe González les pagó por dos veces, José Luis Rodríguez Zapatero les ha pagado esta cuarta, cuando si ya les han pagado en otras tres ocasiones, este pago estaba de más). Curiosamente, la cantidad que UGT percibió, era muy similar al último pago que les faltaba por abonar por el escándalo de la PSV. También estaban muy ocupados firmando ERE'S que dejaban a más trabajadores/as en la calle ante un mercado laboral bastante incierto.
Superados los 4 millones de parad@s, era el momento de convocar una huelga general (ya estamos hablando de esta primavera) ¿Pero? Curiosamente, el gobierno les dió una subvención de 16 millones de Euros; por lo que los señores que están al frente de ambos sindicatos (CCOO y UGT) seguían calladitos mientras se sacaba adelante un "pacto social" en el que se priorizaban los contratos cuya indemnización por despido improcedente sería la de 35 días de sueldo por año trabajado, y en la que se decía que se pactaba una subida de salario de hasta un 1%; pero que si las empresas no podían permitírselo, quedarían exentas de realizar dichas subidas SIN NECESIDAD DE JUSTIFICARLO. Por lo que nos encontramos con que han subido los combustibles, la luz, los alimentos, pero los sueldos están congelados en un 95% (eso l@s afortunad@s que perciben un sueldo por que siguen trabajando y no están en situación de desempleo).
Y llega la tan temida reforma laboral que nos ha conducido a esta huelga. En esta reforma nos encontramos que la mayoría de los contratos que se hagan a partir de que se apruebe (en Septiembre aproximadamente), tendrán una indemnización por despido improcedente de 33 días de salario por año trabajado (más de diez días menos de salario con respecto a lo que tenemos ahora); otra de las particularidades, es que si en el transcurso de dos meses el/la trabajador/a ha estado de baja por un periodo de ocho días o superior, la empresa podrá usarlo como motivo de despido objetivo (o sea, que se penaliza al trabajador por ponerse enfermo; ¡Joder, menos mal que este es un gobierno de izquierdas que mira por el trabajador!). También se dice que a los funcionarios se les va a rebajar el sueldo un 5% (¿o eso fue antes? la verdad es que no lo recuerdo bien) Es en ese momento cuando se convoca una huelga de funcionarios (no os extrañe, la mayoría de delegados y liberados de CCOO y UGT son funcionarios, y les están tocando a ellos donde realmente les duele: el bolsillo). Dicha huelga, no tuvo apenas repercusión ni seguimiento; y entonces es cuando llega el anuncio de la reforma laboral. La noticia no tuvo demasiada trascendencia, por que se presentó el mismo día que España debutaba en el mundial y como ya sabemos, el fútbol es el actual opio del pueblo, que lo mantiene aletargado y alelado frente a la caja tonta. ¿Por qué no se convocó inmediatamente la huelga? Por dos factores, en primer lugar por el mundial de fútbol, en segundo lugar, por que tenían muy reciente el fracaso de la huelga de funcionarios, y se arriesgaban a un segundo con el consiguiente ridículo y escarnio.
Podrían haberla convocado para el mes de Julio, pero toda España estaba más atenta del mundial de fútbol, que de lo que pasase en las calles, el senado y el congreso. Podrían haberla convocado en Agosto; pero gran parte de la gente está de vacaciones, y apenas habría gente en las manifestaciones.
¿Por qué entonces el 29 de Septiembre? Por varios motivos.
1º El grueso de la población ya habrá vuelto de sus vacaciones; en ese momento los ánimos son más bien lúgubres, y es fácil manipular a la gente en ese estado para que canalicen su rabia contra alguien para hacer presión.
2º En esas fechas se aprueban los presupuestos generales del estado para el año siguiente; y pueden usar la huelga como medio de presión para percibir alguna nueva subvención del estado (dinero que sale de los impuestos que TOD@S pagamos, incluyendo ese IVA que nos han aumentado dos puntos a trabajadores/as y parad@s)
3º En Octubre arrancan los procesos de elecciones sindicales en muchas empresas de España, por lo que tienen que dar una imagen de que han hecho algo por los derechos de tod@s (¡Ay, que risa, tía Felisa!), y así poder arañar votos (¿Sabíais que perciben también subvenciones del estado en virtud al número de delegados/representantes de los trabajadores que obtienen en dichas elecciones? Nuevamente el secreto del éxito para ellos es el mismo que en la comida italiana; el secreto está en la pasta). ¿Y qué quedará en la retina y memoria de la clase trabajadora el 1 de Octubre? "¡Ahivá, que estos tíos han hecho algo!"
¿Qué hacer? La decisión la tiene que tomar cada un@ por su cuenta. La huelga es un derecho, y está en cada uno el seguirla o no. Nadie puede coaccionarte a no hacer huelga (superiores en tu empresa) ni tampoco te pueden obligar a hacerla (Piquetes "informativos"); eres tú quien sabiendo los motivos por los que es convocada (o habiéndote informado debidamente) decides en conciencia si la sigues o no. No dejes de hacerla por temor a represalias por parte de la empresa (una huelga general es contra una medida concreta que toma el gobierno en materia laboral, no contra tu empleador, es más, si tomase represalias le puede caer un puro y bien gordo), ni tampoco la hagas por miedo a ser señalado con el dedo o ser insultado de forma pública con el calificativo de "esquirol".
Y hablando de estas últimas personas que les gusta coaccionar a la gente con dicha palabreja: Para empezar, la huelga nos cuesta dinero a los trabajadores, pues los días que estás en huelga, no percibes el salario de esos días, además te dan de baja de la seguridad social (es decir, esos días no cotizas, y por lo tanto, no cuentan para el cómputo de días trabajados a la hora de cobrar el subsidio de desempleo, o percibir tu pensión por estar jubilado), y te descuentan también la parte proporcional de pagas extras y vacaciones, por lo que cada día de huelga puede suponer aproximadamente unos 100€ menos en tu nómina de ese mes. ¿Eso es legal? Por desgracia sí. La ley de huelga en ese país la verdad es que da un poco (bastante) asquito, y nadie se ha metido aún a modificarla. Pero queda muy bonito inflar el pecho, apelar a la "solidaridad obrera" para que la gente haga la huelga sabiendo que les va a costar dinero, y luego ellos, pasar horas sindicales ese día, lo cual es como si a efectos prácticos, hubiesen trabajado, por lo que no se les descontaría ni un duro por esos días de huelga. ¿Y tienen el valor de llamar esquirol al currito de a pie que no se puede permitir el golpe en el bolsillo que les supone la huelga? ¡Hay que tener la cara muy dura para ello!
¿Y yo qué haré? Personalmente, me siento muy tentado de no hacerla por el desembolso que me va a suponer en primer lugar, y por que me parece una huelga totalmente oportunista y en la que en el fondo, se están riendo de los trabajadores. Por otro lado, ya es hora de que el señor presidente y sus ministr@s se den cuenta de que lo están haciendo muy mal, y que l@s currantes estamos hartos de pagar el pato por sus cagadas e ineptitud. Como representante de los trabajadores sí que os prometo una cosa, y que quede mi compromiso por escrito: si decido hacer la huelga, no pienso pasar horas sindicales por ese día, y quiero que suponga el mismo ostión a mi economía que al resto de mis compañeros (estaría dispuesto a enseñar mi nómina sin ningún pudor y con la conciencia tranquila para demostrarlo). Y desde luego, para mí el hacer huelga significaría el protestar ya sea a las puertas de mi centro de trabajo, o en las del ministerio de trabajo y asuntos sociales (que es lo más apropiado en este caso); pero lo que no haría, sería quedarme en casa sentado en el sofá: las huelgas no son para eso.
Esta ha sido mi opinión. Desde luego habrá quien esté de acuerdo conmigo y quien no comparta mi punto de vista, y os invito a que así lo expreséis. También quisiera presentar mis más sinceras disculpas, si con estos párrafos y mi forma de expresarme, he ofendido a alguien.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Anterior Equipo A ante el nuevo de los cines

Este es el equipo A original con Dirk Benedict, Dwigth Schultz, George Peppard y Mr T.


Y este es el actual de los cines, con Liam Neeson, Bradley Cooper, Quinton 'Rampage' Jackson, Sharlto Copley.

¿Con cual os quedáis?