jueves, 10 de abril de 2014

Catequesis de "La Casa de mi Vida"

La casa de mi vida

La casa, el hogar, es donde vivimos, nos cobijamos, crecemos, y nos construimos nosotros mismos. El ejercicio de hoy va a consistir en examinar nuestra propia vida, nuestro interior, y describirnos nosotros mismos como si de una casa se tratase.
Las siguientes pistas nos guiarán cómo realizar el ejercicio.






Los cimientos.
Todo edificio necesita unas raíces, unos cimientos para que este permanezca firme en el terreno, y no se caiga a la primera de cambio. Los cimientos son los que sustentan la casa, su esqueleto, su alma. De la misma manera, nosotros tenemos nuestros cimientos; estos suelen ser aquellas cosas primordiales y básicas que nos convierten en quienes somos. Nuestros valores intocables, las cosas a básicas a las que más importancia damos y no estamos dispuestos a renunciar.

-¿Y tú? ¿Cuales son tus cimientos?



La puerta.
La puerta es el acceso a nuestra casa, de la misma manera, simboliza el cómo nos relacionamos con los demás cómo les recibimos en nuestra vida. Una puerta cerrada indica que no solemos dejar que los demás entren en nuestra vida. Una puerta entornada implica que estamos parcialmente dispuestos a que la gente se involucre con nosotros, pero con ciertas reservas. Una puerta abierta simboliza que estamos totalmente dispuestos a recibir a la gente, tanto conocida como nueva.

-¿Cómo mantienes tu puerta? ¿Eres una persona dispuesta a tener nueva gente en tu vida, o no?



La cocina
Aquí es donde preparamos aquellas comidas con las que nos nutrimos y alimentamos. De la misma manera, hay cosas que nos alimentan en nuestra vida: ilusiones, proyectos, cosas que nos animan y nos sustentan para nuestro crecimiento personal y futuros proyectos.

-¿Qué cosas son las que te alimentan?



El baño
El lugar donde nos deshacemos de la suciedad, de aquello feo que no nos hace estar limpios y cómodos. El baño es donde renovamos nuestra higiene.

-¿Qué cosas son las que te incomodan, las que no te hacen sentir limpio? ¿Cual es “el jabón” que utilizas para recuperar esa sensación de pureza y comodidad?



Las ventanas
Las ventanas de nuestra casa es por donde miramos al exterior, fuera de nuestro refugio. En nuestra vida, las ventanas nos permiten mirar fuera de nosotros, prestar atención a aquellas cosas que nos interesan o agradan.

-¿Hacia donde están orientadas tus ventanas? ¿Qué cosas son las que más te interesan y a las que más atención prestas?


El Dormitorio
Llegamos al lugar más íntimo; donde nadie más entra, donde podemos bajar la guardia ante cualquier tipo de amenaza y disponernos a descansar sin temor a que nada nos suceda en nuestro momento más vulnerable. Aquí es donde descansamos y soñamos libremente con nuestros anhelos, deseos y proyectos de futuro.


-¿Cuales son tus sueños?



 

sábado, 5 de abril de 2014

Desde el Exilio XXVI Los servicios técnicos

     Estas dos últimas semanas han sido unas de pelearme con los servicios técnicos de Panamá de distintas marcas. Os cuento los hechos tal como han sucedido, y dejo que juzguéis vosotros.

Toshiba

     Situación: Compré un portátil de esta marca recién llegado a Panamá. El verano pasado, empecé a experimentar problemas de incompatibilidad entre Windows 7 y el Skype, por lo que le pedí a mi cuñado que me instalase un sistema operativo Línux. Al contrario de Portal, a mí no me da miedo experimentar y probar estas cosas y ¡qué coños! si un informático lo usa, es que malo no debe de ser. La cosa es que empecé a experimentar dificultades con la conexión inalámbrica a internet. Un buen día, de repente, el ordenador decide que no arranca, lo cual me preocupa, y me hace buscar (asesorado por mi cuñado) un sitio donde repararlo.

     Desarrollo de los acontecimientos: Le pregunto a mis jefes dónde llevan ellos sus equipos a reparar, y me recomiendan el mismo distribuidor donde suelen comprarlo. Allí me dicen que lo lleve al servicio técnico oficial del fabricante, el cual, casualmente se encuentra en mi calle.

     Dejo el ordenador y les cuento el problema: No arranca, y no conecta a internet a pesar de detectar señal de WiFi. El chaval (me niego a llamarle "técnico") me dice que no tiene ni idea de Linuxo, pero que se quedará el ordenador, lo formateará y le hará pruebas. Que eso y el presupuesto tiene un coste de 37$ y que si acepto el presupuesto, el precio anteriormente referido, se cobraría en concepto de mano de obra. Me dice además que en 3 días me dirá lo que es; acepto y me marcho; es Miércoles.

     El Sábado me asomo para ver cómo está la cosa; el chaval me dice que le ha cambiado la memoria RAM y el disco duro, y que el ordenador va sin problemas y conecta a internet; que ha probado mi memoria RAM y mi disco duro en otro ordenador, y que va sin problemas, que me marche tranquilo, que el Lunes me dirá algo.

     El Lunes me llama diciendo que ya está reparado, que ha instalado un Windows 7, y que funciona sin problemas sin cambiarle las piezas. Como cierran a las 17:00, pido permiso a mi jefe para salir antes a recoger el ordenador. Llegando al barrio, me encuentro un accidente que ralentiza el tráfico; como son las 16:50, telefoneo al sitio diciendo que estoy llegando y que hagan el favor de esperar. La chica de recepción me responde que es imposible llevarme el ordenador, pues ella cierra caja justo a esa hora porque cierran a las 17:00. Por mucho que le insisto que si cierran a las 17:00, su obligación es atenderme si llego antes de esa hora, la tía hace caso omiso, a pesar de haberle dicho que había pedido permiso expresamente a mi jefe para salir antes. Aún así, no me hace ni caso.

     Cabreado, le pongo una queja a Toshiba a través de su canal de Twitter. Estos se deshacen en disculpas, y me dicen que al día siguiente me llamarán del local.

     Al día siguiente, me persono en la zona aprovechando que tengo que hacer unos recados, para recoger mi ordenador. Sospecha número 1: La misma chica de recepción viene a disculparse antes de dar siquiera los buenos días. Sospecha número 2: el chico sale raudo con el ordenador en la mano y me lo da. Vuelve a decirme que ha instalado un Windows 7 y que va como la seda, e indica que no se me cobre por las molestias ocasionadas. ¿Rechazar así por las buenas 37$? Me extrañó, pero como creí que la pesadilla había finalizado, no le quise dar más vueltas.

       ¡Mira por donde! Llego a casa y... ¿qué me encuentro? Pues que el ordenador está exactamente igual a como lo entregué: No arranca siquiera. Queja nuevamente a Toshiba a través e Twitter, y estos me dicen que Toshiba Panamá se pondrá en contacto conmigo en seguida... Han pasado tres semanas, y no sé nada de ellos.

     Al final, investigando y trasteando yo por mi cuenta, he descubierto que el problema está en el receptor WiFi del ordenador. De momento he solucionado la cosa con un cable de red; ya lo arreglaré en España, en la vieja y vetusta Europa...

HP

     Situación: El multifunción del trabajo deja de coger hojas para hacer impresiones o fotocopias

     Desarrollo de los acontecimientos: Vuelvo a acudir al sitio de referencia de mis jefes, y estos me dicen que ellos no reparan impresoras. Como el artículo está en garantía, contacto con la tienda donde se compró, y estos me remiten al servicio técnico oficial de HP, que es el que se hace cargo de las reparaciones (pero no me dan forma alguna de contactar con ellos). Después de buscarme la vida, encuentro en la red un teléfono de interminables dígitos que nadie responde.

     Después de casi perder la cabeza en el laberinto de la web, contacto con el servicio online del fabricante, y a través de una ventana de chat, la persona con la que hablo me va indicando los pasos a seguir. Lamentablemente, todas las indicaciones que me da, no dan resultado, y me abre una orden de reparación.

     Semana y media después, un mensajero de UPS me trae una caja con una impresora  (Pero no se lleva la anterior, me dice que HP NO repara sus impresoras) perfectamente plastificada pero a la que le faltan el cable de alimentación y la bandeja (pero con un cabezal de impresión y un juego de tintas completamente nuevos). Desprecinto la impresora u procedo a instalarla cuando... Nuevo error: el cabezal se ha quedado atascado, y los sensores de la impresora detectan que no he quitado el cartón del embalaje interior (el primero que retiré). Por mucho que reinicio la impresora, no hay manera.

     Vuelvo a contactar con el soporte online, y tras ver que es imposible incluso resetearla, deciden abrir otra orden de reparación. Les pido que por favor se den prisa, pues llevo ya tres semanas sin impresora ni escáner, y su no uso me obliga a echarme a la carretera diariamente para llevar cosas a la oficina (con el gasto de combustible y tiempo que eso implica)

     En 48 horas vuelve el amigo de UPS con otra impresora más. Vuelve a decirme que no se llevan las impresoras averiadas, y me dice lo siguiente: "Si esta tampoco te funciona, ponles una reclamación de las gordas. Exígeles que te envíen una nueva de verdad, de las que se venden en las tiendas, o un modelo superior. Estas que te estoy entregando son modelos que el servicio técnico de USA SÍ reparan, y los envían aquí para cubrir las garantías, porque aquí NO tienen personal ni talleres de reparación"

     Este Viernes pasado la conecté, y parece que no da problemas. Ya veremos...

KIA

     Situación: El camioncito del turno de noche ha gastado tres baterías en el transcurso de dos días, así que desde la oficina piden cita para llevarlo a reparar. Como a mi coche de España le pasó lo mismo, enseguida supe que se trataba de una avería en el alternador, y así se lo hice saber a la gente del taller oficial de dicha marca.

     Desarrollo de los acontecimientos: La cosa es que tenía cita a las 7:00 am, pero yo me presenté a las 6:30 am allí, y ya me encontré una fila de 20 coches delante mía. Resulta que da igual  que estés citado o no; si alguien llega antes que tú, le atienden primero aunque tú te hayas tomado la molestia de pedir cita. Así pues, aunque yo llevaba allí desde las 6:30, el vehículo no fue recepcionado hasta las 7:20.

     Lo dicho, a pesar de haberles dicho la localización de la avería, eran las 15:20 de ese día y aún "lo estaban mirando", y hasta el día siguiente no lo tendría. Todo esto ocurrió el Miércoles.

     Jueves, no es hasta las 14:00, que la chica que me recepcionó el coche no me llama para decirme que el fallo estaba localizado en dos piezas del alternador, y que la reparación tendría un coste de 150$. Me dicen que tienen que probar la pieza, y que por ese motivo, han de dejarlo un día más allí.

     Viernes: Me llaman a las 11:30 am para decirme que lo de las piezas no ha resultado, que la avería es en el alternador completo, y que el cambiarlo tendría un coste de aproximadamente 500$, más el impuesto (un 7%) y 170$ de mano de obra, y que no lo harán sin mi autorización. Me pongo como un basilisco diciéndoles que si les parece normal que, habiéndoles yo facilitado la localización de la avería, no hayan sido capaces de localizarla y repararla hasta que no han pasado dos días. Les digo que procedan a repararlo DE INMEDIATO.

     Me llaman de la oficina para decirme que el vehículo está en garantía, y así se lo hago saber a la gente del taller. Ellos me dicen que como no se le han hecho las revisiones en los kilometrajes oportunos , que hemos perdido la garantía.  Me trago la rabia como puedo, y les digo que a las 15:00 tengo que marcharme, que a esa hora pagaré la factura y que a las 16:00, el conductor habitual pasará a recogerlo, que hagan el favor de tenerlo todo listo, pues tengo prisa.

    ¿Creéis que me hicieron caso? ¡Naaaaaaaaaaaaaah! Llegué a las 14:50, y me tuvieron esperando en el mostrador sin atenderme hasta las 15:20. Como ya estaba bastante enfadado (por no decir furioso), la chica gestionó un descuento de unos 230$. Hasta las 16:00 no pude salir de allí dejando la reparación pagada.

     Pero la cosa no acabó ahí: Esa misma noche me llamó el conductor habitual del camioncito diciéndome que ahora el camioncito presentaba un agujero por el cual estaba perdiendo el aceite a chorros. ¡Cojonudo, oyes! Te dejan sin vehículo media semana, no te lo arreglan hasta última hora, y encima te joden otra cosa...

     ¿Algún servicio técnico chapucero más? Empiezo a sospechar que hacen las cosas mal a propósito para que no te molestes en llevarlo a reparar y te gastes los cuartos en un artículo nuevo. ¿Que no?

martes, 1 de abril de 2014

La encrucijada

     Compré este libro en Diciembre, justo antes de ir de vacaciones a España. Ya sabéis que soy una persona muy de leer desde pequeño (sana costumbre que mis padres me inculcaron desde entonces), y tras ver este título en un estante, y ver que pertenecía a Paul Young (autor de La cabaña, un libro que me apasionó), me hizo decidirme y lanzarme a comprarlo sin esperarme a llegar a España.

     Sinopsis

Anthony Spencer es egoísta y despiadado; una persona que no le importa pisotear a quien haga falta con tal de obtener el mayor éxito y beneficio en su vida, cerrándose las puertas al calor de cualquier tipo de relación humana. Una inesperada hemorragia cerebral lo deja en coma, para «despertar» en un mundo surrealista, un paisaje aterrador que refleja la desolación de su alma y las terribles consecuencias que sus acciones han dejado en su interior. Es en ese sitio donde tiene vívidas interacciones con varios personajes, cuyas instrucciones sigue, ante la posibilidad de que lo conduzcan a la redención. ¿Esta inesperada conjunción de sucesos provocará que Tony examine su vida? ¿Tendrá el valor de tomar una decisión crítica que pueda resarcir la grave injusticia que puso en marcha antes de entrar en coma?

     Crítica

     Honestamente, el libro me ha decepcionado. He sentido durante gran parte del relato que el autor buscaba desesperadamente repetir el éxito obtenido con su anterior trabajo; y el resultado es que el libro acaba acusándolo, y la historia llega a hacerse bien pesada. 
     He tenido que hacer un gran acopio de fuerza de voluntad para poder acabarlo, pues se me ha hecho bien cuesta arriba. La cosa prometía, pero... diálogos que sobraban, una historia pensada para buscar la lágrima fácil a toda costa, y un final bien obvio y predecible.