miércoles, 26 de enero de 2011

¿Filosofía de vida?

En más de una ocasión he oído eso de "quien no se quiere a sí mismo, difícilmente puede querer a los demás". Siendo más joven, en mi adolescencia, esa etapa en la que tod@s nos sentimos un poco "patit@s fe@s" me oponía ferozmente a esa afirmación, pues no me gustaba nada a mi mismo, y sin embargo, cuando me fijaba en una chica, no es que me gustase, ¡Es que me enamoraba directamente! ¿Lo triste? que me enamoraba a diario; ¿más triste aún? que me miraba al espejo, y despreciaba mi enorme y poco agraciado cuerpo, y me torturaba pensando que sería rechazado, y que se reirían de mi físico, me menospreciarían y jamás sería lo suficientemente bueno para nadie; que todas estaban a años luz de mi alcance. Y así pasé mis años de adolescencia; despreciando mi físico, y despreciándolas a ellas por un desprecio que muchas veces ni se producía por que mi inseguridad me impedía acercarme a nadie a intentarlo siquiera. Ya las prejuzgaba y me sentía rechazado de antemano, y eso me hacía despreciarlas por no saber reparar en un chico tan majo coo yo.
Como veis, se trataba de una espiral viciosa que me acababa sumiendo en unas pajas mentales para nada buenas; y eso acabó marcando esa etapa de mi vida, volviéndome cada vez más apático y tímido.
Afortunadamente, esos días pasaron, y a día de hoy, sí que estoy bastante de acuerdo con la afirmación con la que abría este post.
Hoy me miro al espejo, y veo a la persona que soy; con sus defectos y virtudes. Sí, estoy gordo, y no lo voy a negar, la miopía y el repelús que me da el tema de ponerme nada en el ojo me obligan a llevar gafas en lugar de lentillas; tengo una verruga en la nariz (herencia de mi madre), y el pelo comienza a escasear en la cabeza (herencia de mi padre). Además, el vitíligo tiñe mi cuerpo a parchones semi-albinos que debo proteger de la luz solar con mucho más mimo que el resto de mi piel, y me hace parecer una especie rara de dálmata bípedo. Pero también tengo un color agradable de pelo (rubio oscuro-castaño claro), un color de ojos que a más de una chica encandilan (entre verde y azul oscuro) enmarcados en unas gafas que dan un aire un tanto más interesante de lo que soy.
He aprendido a convivir con mis defectos (tanto físicos como psicológicos), pero sin dejar que estos me dominen, o me hagan sentir peor. No dejo que me marquen, ni me cohiban en mi relación con l@s demás. Simplemente están ahí y ya está, pero actúo como si no estuvieran, o como si fueran parte de mí, y procuro llevarlos con naturalidad. ¿Y sabéis qué? Haciendo eso, esos defectos acaban minimizándose, hasta el punto de prácticamente desaparecer-
¿A qué me lleva todo eso? Pues a aprender a querer más a quienes me rodean, a darme cuenta que todos tenemos defectos, o podemos equivocarnos. Te ayuda a comprender mejor a la gente, a no juzgarles demasiado duramente por sus errores, pues yo también los cometo, e incluso; como me dijo en su día un compi de curro, a encontrar la belleza dentro de la imperfección; esto es, a convertir ese pequeño defecto de la persona en una parte que la diferencia del resto, y que la hace identificable y única; como si fuera un rasgo distintivo que le hace especial.
De esta forma, se cumple también el cuento del patito feo; y de ahí, convertir la imperfección en motivo de alegría y seguridad en un@ mism@; convertir al patito feo que se encierra en cada un@ de nosotr@s, en un hermoso cisne.
Por ese motivo os digo: "Aprended a quereros un poco más, eso os ayudará a querer más a l@s demás, y os hará sentir más queridos y felices"
¿Qué me decís?

lunes, 24 de enero de 2011

Operación


Pues ya es una realidad: el próximo 14 de Febrero pasaré por quirófano para que me operen el hombro que tantos años lleva dándome guerra.
Cuando me vió el traumatólogo del Hospital de Alcalá, él ya me dijo que en la resonancia no se apreciaba daño alguno, pero que con mi historial, y dada mi edad, lo aconsejable era operarme. Lógicamente acepté, y como la lista de espera en Alcalá es de 7 meses, me ofrecieron derivarme a otro centro, donde la lista de espera es menor. De entre los centros disponibles, elegí el Hospital Santa Cristina, y en menos de una semana me llamaron para realizar el pre-operatorio. Tras toda una mañana perdida entre análisis, radiografías, entrevista con el anestesista y demás, la traumatóloga dijo que como no se apreciaban daños ni en la radiografía ni en la resonancia, que ella no veía tan claro la intervención.
Como protesté, me empezó a preguntar cuantos episodios llevaba, en qué años habían transcurrido y cómo habían sucedido. Debió de sorprenderle, por que me hizo desnudar de cintura para arriba y me hizo un reconocimiento... Dudó; veía cosas que no estaban bien, pero la resonancia decía que estaba todo correcto... Al final decidió darme cita a la semana siguiente con el especialista en hombro.
La semana pasada, fui a mi cita y tras una rápida explicación (una vez más) de mi caso, el doctor se puso a explorarme. Lo primero que apreció es que es cierto que entrenaba con pesas, y eso hacía difícil el ver que hay una lesión, pero enseguida encontró lo que buscaba, y fue cuando me dijo que efectivamente iba a ser intervenido el próximo 14 de Febrero.
La mala noticia es que estaré cuatro semanas con el brazo en cabestrillo sin podérseme permitir mucho movimiento, además que al tratarse de anestesia general, tendré que pasar la noche ingresado.
Las buenas noticias son que después de esas 4 semanas, tendré que pasar 2 meses de rehabilitación tras los cuales podré hacer mi vida normal al 100%: Podré trabajar sin miedo a lesionarme, volver a entrenar con pesas... como si nunca hubiera tenido esos problemas. Además la operación por lo visto va a ser muy sencillita:
Por lo que me dijo el médico, simplemente harán una pequeña incisión para introducir una cámara por la cual verán donde están los daños, los cuales se suponen que son unas cápsulas con líquido arropadas en la articulación que probablemente se hayan reventado. Una vez localizada la zona, inyectarán unas capsulas nuevas que evitarán que el hombro vuelva a salirse de su sitio, sin necesidad de hacer incisión alguna para implantarlas, y ya está.
Desde luego tengo cierto temor, supongo que a toda persona que le dicen que va a estar dormida, sin posibilidad de enterarse de lo que le están haciendo le pasa lo mismo; es como una sensación de indefensión, y de temor a que algo salga mal sin ni siquiera enterarte. Pero por otro lado, estoy esperanzado; por fin voy a curarme, por fin podré hacer una vida normal; podré volver a practicar ese deporte que tanto me gusta (y al que prácticamente me estaba volviendo adicto). ¡Hay tantas cosas que quiero hacer una vez esté recuperado! ¿La primera? En cuanto pueda, volver a dar un paseo en barca; hace años que no lo hago

martes, 11 de enero de 2011

El Secreto de las Verduras

He aquí la pequeña adaptación que hicimos para el festival parroquial de Navidad. Prometo grabarla con mejor calidad para que podáis entender lo que cantamos

lunes, 3 de enero de 2011

Mi horrocrux positivo

¿Qué es un horrocrux? Se preguntarán algunos. Pues es un artefacto ficticio donde se supone que un mago tenebroso esconde una parte de su alma al fragmentarla. ¿Y cómo se fragmenta el alma? Asesinando. Este objeto con su "espíritu maléfico" dentro puede afectar la conducta de la gente que pasa ratos prolongados con él encima o en contacto con su piel. Con este pequeño resumen queda explicado lo que es dicha palabreja, sacada de la obra de J.K. Rowling, "Harry Potter"; no obstante, en los siguientes enlaces (como ya sabéis, para acceder a ellos sólo hay que hacer click en las palabras de color distinto al resto del texto), os lo explican más detalladamente.
El caso es que un horrocrux, es donde se encierra el espíritu de alguien, por lo general con fines maléficos. Pero ¿sería posible algo así en positivo? Pudiera ser, y como en muchas ocasiones me ha sucedido, mi compi Irene me ha dado la pista con su pequeña y hermosa experiencia china, la cual podéis ver aquí (lo siento por los que no sepan inglés, pero si lo deseáis, puedo traducíroslo).
Pues bien, desde hace ya unos cuantos años, yo tengo uno de esos "Horrocruxes Positivos". Algun@s lo habréis visto colgando en mi cuello; es un pequeño símbolo del cual no suelo separarme. ¿Cómo llegó hasta allí? Veréis, mi madre y yo siempre hemos sentido cierta fascinación por las llamadas "ciencias ocultas", se puede decir que aunque no somos muy crédulos, sí que nos sentimos atraídos por esos temas, y nos ha gustado siempre saber algo sobre ello. El caso es que había en Torrejón una tienda dedicada a estas cosas, donde vi el amuleto que llevo a día de hoy en el cuello (y es igual al que ilustra este post). El dependiente nos dijo que era un amuleto de protección; que el portador estaría siempre protegido de maleficios y casi toda suerte de infortunios. ¿Requisitos? Debe ser regalado, jamás puedes comprarlo para ti mismo (por lo que mi madre me lo compró), nadie debe tocarlo jamás, pues ha de estar impregnado de tu esencia (por ese motivo me suelo sentir algo incómodo cuando la gente lo sujeta entre sus manos, pero jamás me veréis apartarme bruscamente o darle un manotazo a nadie) para así protegerte mejor; y para limpiarlo de negatividad, hay que frotarlo con ceniza de incienso (esto último no lo he hecho nunca)
La verdad, es que al principio tenía cierto escepticismo, pero ese mismo año me vi en varias situaciones en las cuales me salvé de irme al más allá de puro milagro, por lo que empecé a pensar que algo de cierto había en lo que me dijo el chico de la tienda. Preguntándole a una clienta habitual de mi curro que dice que es bruja y se dedica a la adivinación, me dijo que en efecto, se trata de un símbolo de protección y que en absoluto es negativo, si no todo lo contrario; incluso me llegó a decir que este mismo símbolo fue adoptado por los cristianos primitivos. Al ver que varias personas que suelen entender del tema coincidían en sus versiones, decidí desterrar posibles preocupaciones sobre la peligrosidad o no del amuleto en sí.
Años más tarde, mi madre tenía una racha un poquito más fastidiada, y aprovechando una visita que le hice, fuímos a la misma tienda (a día de hoy está cerrada) y compré otro nuevo para ella. Este segundo amuleto, era ligeramente más grande, y a mi madre (la cual es de estatura normal, aunque desde mi perspectiva se me antoja bajita, dicho sea todo desde el cariño de su hijo gigantón) no terminó de gustarle un colgante tan grande, tal como me dijo unos días después. Entonces, tomé la decisión de intercambiar los colgantes llevando ella el que me regaló a mí, y yo el que le compré a ella. Se podría decir que hemos "transgredido las reglas", pues al fin y al cabo, cada uno de nosotros lleva el que compró; pero yo he querido darle otro significado más especial:
El que mi madre me regaló, me sirvió y protegió bien durante años; durante ese tiempo, el amuleto se ha estado impregnando de mi, de mi "energía". Las madres nos lo dan todo, y a mi, incluso me dio este colgante para que yo estuviera protegido; ¿No es justo entonces que yo le devuelva parte de lo que me ha dado? En este colgante, este "Horrocrux positivo" está encerrado parte de mi ser, el cual quiere a mi madre, y le desea lo mejor y protegerla de todo mal. De la misma manera, yo llevo el que estaba destinado a ella, y que llevó durante unos días. Ha sido como renovar ese lazo madre-hijo que fue interrumpido cuando cortaron el cordón umbilical.
¿Y el amuleto tiene nombre? Diréis; pues sí, el nombre de dicho símbolo es Tetragrammaton, y podéis saber más de él aquí, aquí, y en este enlace.
Dicen que una de las cosas más bonitas en este mundo es el dar y compartir aquello que hemos recibido. Es por ello, que hago expresa mi intención de regalarle un tetragrammaton a las dos primeras personas que lo necesiten y así lo comenten en este blog.