El
helado de pistacho
Ahora
que llega el Verano con sus calores, vamos a tratar de mitigarlos un
poco con este refrescante cuento.
Desde la vitrina en la que
era expuesto junto a sus hermanos, el helado de pistacho veía pasar
a la gente frente al escaparate. Con hastío, observaba cómo iban
entrando los clientes uno a uno, e iban eligiendo al resto de
sabores; siempre los mismos. Esta situación, lo único que hacía
era generar en su interior una mezcla de sentimientos entre envidia,
tristeza, y a veces, hasta rabia; rabia hacia sus hermanos por ser
elegidos, rabia hacia la gente que jamás miraba en su dirección,
rabia hacia el heladero por crearle para tenerle ahí, viendo como
los demás eran los que la gente se llevaba; y por último, rabia
hacia sí mismo, por no ser de otro sabor más atractivo para el
público.
Un día, no pudo más con esa
situación, y a la hora del cierre, estalló contra el heladero.
- ¡Ya no puedo más! ¿Por
qué te molestaste en crearme, si nadie me quiere? ¡Vaya desperdicio
de tiempo y de existencia! Y el principal culpable de todo esto eres
tú, necio heladero, por crear un helado de un sabor que nadie
quiere.
Con paciencia, el artesano
dejó que el insatisfecho dulce soltase toda esa rabia que tenía
dentro; lo veía tan sulfurado, que temía que en algún momento,
todo ese ardor le hiciera derretirse y perder su vida. Cuando vio que
ya lo había echado todo hacia fuera, fue cuando decidió
responderle.
- Has de saber, mi querido
amigo, que no todo el mundo es igual.- Respondió paciente y amable
el heladero.- Fíjate en la cantidad de gente que entra en la
tienda, ¿Cogen todos el mismo sabor? Has visto que no es así. Si
todo el mundo escogiera al helado de chocolate, no me molestaría en
preparar ningún otro sabor; sin embargo, los clientes vienen y piden
helado de fresa, de vainilla, de nata…
- Pero a mí no me eligen.-
Respondió compungido el helado
- De momento.- Respondió con
afabilidad el artesano.- Pero créeme, alguien tarde o temprano lo
hará. Yo os elaboro a todos con el mismo cariño, mimo y dedicación;
en todos vosotros, en ti y tus hermanos, deposito mis esfuerzos y
conocimientos; y todos lleváis mi sello, una pequeña parte de mí…
¡Sois mis hijos! Has de tener paciencia; la heladería lleva unos
pocos días abierta, y aún no ha empezado el calor fuerte del
verano. La gente está empezando a conocernos a todos; puedes tener
la seguridad que pronto serás el elegido, y créeme, esa sensación
de ser escogido por primera vez, es algo indescriptible, que tus
hermanos ya han olvidado. La gente, al principio, va a lo que ya
conoce, porque le da miedo arriesgarse; estoy seguro que cuando te
conozcan, no dejarán de pedirte.
- Gracias, papá.- Dijo
suavemente el helado de pistacho.
- Vamos a dormir, mañana
empiezan las vacaciones de Verano, y nos espera un día bastante
animado.
Al día siguiente, justo a la
hora de salir del colegio, un padre con su hija entraron por la
puerta de la heladería.
- ¡Quiero ese, papá!
- ¿En serio? ¿Un helado de
pistacho?.- Se sorprendió el padre.- No estoy seguro… ¡Los
helados son dulces y los pistachos salados!
- ¡Pero sabes que me encantan
los pistachos, papá! Prometo comérmelo entero
- Puedo asegurarle que le va a
encantar.
- ¡Bueeeeeeno!.- Cedió el
padre.- Pónganos entonces un helado de pistacho
- ¡Pero de dos bolas!
- Está bien…
- ¿Quieres que le ponga
caramelo, chocolate líquido, fideos de colores…?.- Terció el
heladero.
- No, lo quiero sólo sobre el
cucurucho. ¡Esas cosas esconderían su sabor! ¿Y quién querría
esconder su sabor favorito?
Tras cobrar al padre, y ver a
ambos salir por la puerta, el heladero guiñó un ojo hacia el helado
de pistacho, pero este no se dio cuenta: estaba extasiado de
felicidad por haber sido escogido, y además al natural, tal y como
era, sin aditivo alguno. Y comprobó cuan cargadas de verdad estaban
las palabras que su creador le había dicho la noche anterior: era
una sensación indescriptible. El Verano empezaba ya, y se presentaba
bastante prometedor.
(Esta historia tiene una
moraleja, pero os la podéis imaginar, ¿verdad?. Lo siento, no puedo
ponérosla por razones de espacio, pero os la dejo como deberes para
el verano)