Walter Joshua Fretz – La historia de nuestro hijo que está impactando a tantos a pesar que su estancia en la tierra duró unos pocos minutos

Gracias a todos los que me han escrito ye enviado mensajes. He estado haciendo lo posible para responder a todo el mundo, pero no puedo seguir haciéndolo. estoy leyendo cada mensaje que recibo, y estoy agradecida por ellos, excepto por los pocos que son negativos y asquerosos. Por favor, no os sintáis decepcionados si no respondo; quisiera que mis días tuvieran más horas para poder responder a todos los que me habéis abierto vuestro corazón.  

*Por favor, os aviso que las fotos de este blog son emocionalmente duras de manejar. Creo que son hermosas y muestran que con 19 semanas, mi pequeño estaba totalmente formado. No quiero que a nadie le desagrade lo que ve. Deberían ser vistas por un adulto antes de mostrársela a menores, porque conllevarán un montón de preguntas. Gracias a todos por leer y compartir nuestra historia.
*** No he subido las fotos o nuestra historia con la intención de conseguir "Me gusta" de Facebook o comentarios; realmente no me importan esas cosas. compartí estas fotos para que mi familia y amigos pudieran ver a mi hijo perfecto. Nunca, jamás pensé que se extenderían a lo largo del mundo de la manera que lo han hecho. Lo siento si pensáis que estoy buscando fama o que mi negocio crezca con esto, pero no es el caso. Cualquiera que me conozca, conoce mi corazón y mi amor al Señor. Quisiera que esto no hubiese ocurrido; pero sucedió, y algún motivo habrá para ello. Tal vez la razón sea el compartir con el mundo cuan perfectamente formado está un bebe que es legal abortar en muchos estados, tal vez nunca lo sepa en esta vida; pero si de algo estoy convencida, es que Dios tiene un plan y que volveré a ver a mi hijo de nuevo. Si tienes algún problema con mi fe o con mi posición respecto al aborto, simplemente no comentes.
Muchas gracias. 
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El Viernes 14 de Junio no salió como yo esperaba. Empecé el día disfrutando de una pedicura con mi buena amiga (y futura esposa) Megan, junto a su madre Cathy y sus damas de honor. Tuvimos una excelente comida, llevamos algunas invitaciones y nos dirijimos a casa para prepararnos para el ensayo. Desde el Martes anterior, tuve unas pequeñas pérdidas; no era mucho, y su color era marrón oscuro, algo normal en algunos embarazos; en ningún momento sentí dolor. El Viernes noté que las manchas empezaron aser un poco más rosadas. Cuando volví a casa para coger todo mi equipamento fotográfico para el ensayo, decidí llamar a mi comadrona para ver qué opinaba acerca de las pérdidas, sólo para mi tranquilidad. Sabía que iba a estar de pie durante mucho rato al día siguiente, a lo mejor unas doce horas. Decidió que lo mejor sería ir a la consulta para un chequeo más para mi tranquilidad más que nada. Tuve problemas con la placenta con Michayla (una de mis hijas), así que estábamos algo preocupadas por que se tratara de algo así de nuevo. Llamé a Josh, que acababa de llegar al parque con las niñas, y volvió con ellas a casa.
Salimos de Flora alrededor de las tres, y nos dirigimos a un Hospital que nos recomendaron en Kokomo, el cual está a unos 45 minutos. Por el camino llamamos a nuestros padres simplemente para tenerles al tanto. Llegamos a urgencias e ingresamos. Se podría decir que la enfermera quería a toda costa que figurase que mi embarazo era de 20 semanas. La política es que nadie por debajo de 20 semanas de gestación permanezca en Urgencias, se las manda directas a Obstetricia. Mi embarazo contaba 19 semanas y 3 días. Según nos sentábamos en la sala de espera, hubo varias mujeres embarazadas que iban y venían porque sus embarazos eran de alrededor de 20 semanas, y ahí me senté a esperar. Al final nos atendieron a las cinco, y tras cambiarme, sentí un latido. Me pareció que estaba en el tope de las 160 pulsaciones. Sentir el latido me tranquilizó, y simplemente me senté a esperar a que el doctor apareciese. Finalmente, una enfermera (o una ATS, no puedo recordar qué es lo que era), apareció y dijo que el doctor aparecería, me haría un examen vaginal y me mandaría a ultrasonidos. Entonces nos sentamos y esperamos algo más... por fin apareció el doctor, el cual dijo que no haría el examen vaginal y que me mandaría a ultrasonidos; tras esto, se marchó. En ese momento, ya pasaban de las 17:30, y Josh tuvo que irse para asistir al ensayo, pues era quien oficiaba la boda al día siguiente. Ambos estábamos un poco nerviosos por eso de que iban a hacerse ultrasonidos y esperábamos descubrir en esa prueba qué es lo que íbamos a tener: si niño o niña. fuímos citados para nuestra ecografía de 20 semanas cuando volvimos a casa el Miércoles.
   A las seis, una nueva enfermera vino y me dio tres vasos de agua, los cuales me dijo que bebiese para la ecografía, y se marchó. Puse la tele, y empecé a ver "House Hunters". Tenía asumido que no terminaría de ver los 30 minutos que dura el programa, porque vendrían a buscarme para la ecografía, pero me equivoqué. Poco después de las seis, empecé a sentir unas pequeñas punzadas de dolor, al final de la media hora del programa, supe que estaba de parto, sin ninguna duda; al fin y al cabo, ya he pasado por ello antes. No pude volver a sentarme en la cama porque el dolor era muy intenso. Llamé a la enfermera, y no acudió; 10 minutos después, volví a llamar y apareció finalmente. Tenía la mirada desencajada por el dolor y todas las emociones que recorrían mi interior. No estaba mentalmente preparada para pasar por el parto, y todo mi ser estaba luchando por cada paso; no quería que este parto viniese aún. Cuando al final apareció, no parecía creer que estaba de parto, y dijo que se lo haría saber al médico; y se marchó. No tengo ni la menor idea de cuanto tiempo pasó hasta que regresó, pero todo lo que dijo es que me pasaría el ecógrafo, y se marchó. Sentí como si me hubieran dejado tirada en un rincón de urgencias y que me las apañase yo solita. Nada de ayuda, nada de empatía, NADA. Era incapaz de llamar a mi madre porque no había cobertura. Podía mandarle un mensaje a Joshua, porque ambos tenemos "Iphones" y yo tenía conexión inalámbrica, pero no quería preocuparle porque sabía que tenía que estar en el ensayo.
   Poco después de las siete, Josh salió de la parroquia, la cual estaba a unos 20 minutos. Fui llevada a ultrasonidos casi a la par. La técnico de ultrasonidos fue la primera persona que sentí que realmente se preocupaba por mí y fue agradable conmigo. No es que las otras personas fuesen malas, pero no me dedicaron más tiempo cuando tuvieron que hacerlo. Enseguida encontró el latido, lo cual era esperanzador; no fue capaz de decirme nada más. Fue bastante rápida con el ecógrafo, y cuando se marchó para hablar con el radiólogo, encontró a otra mujer para que se sentase conmigo. No hablamos, pero el saber que tenías a alguien ahí era reconfortante. Cuando fui a limpiarme tras la ecografía, había más mucha más sangre, y me partí en dos en ese momento. Joshua llegó cuando me conducían de vuelta a mi habitación; tenían a alguien esperándole de forma que pudieran llevarle a mi lado directamente, la técnico de ecografías se aseguro de que pudiera encontrarme. Cuando volvimos a la zona de rayos X, tuve que usar el lavabo de nuevo, y cuando volví, la técnico se volvió hacia Josh y dijo: "Lo siento, y no quiero que ella me vea llorar, pero rezaré por ustedes", le abrazó y se fue. Eran cerca de las 19:20 cuando volví a mi habitación.
  Llegados a este punto, no había pausas entre las contracciones, eran tan intensas que una empezaba justo al terminar la anterior, Ya he pasado por partos, y crecí oyendo de ello a mi madre, la cual ayudó en muchos partos en casa y es ahora enfermera asistente; también he asistido a muchos nacimientos debido a mi trabajo de fotógrafa; así que supe, escuchándome a mi misma, que estaba en la recta final, no iba a perder la esperanza aún, pero en lo más profundo de mi corazón sabía que estaba perdiendo a mi bebé. En algún momento la ATS (o lo que quiera que fuese) vino y dijo "Tu feto aún es viable" Consideré seriamente el abofetearla. Al menos ella fue algo más agradable que el médico al que no volví a ver. Dijeron que me mandarían arriba y me observarían y me harían un cerclaje cervical, lo cual hizo aumentar algo mis esperanzas.
   A partir de ese momento, todo empezó a volverse borroso: Finalmente me llevaron arriba a obstetricia alrededor de las 20:00; tenía tanto dolor, que no era consciente de lo que sucedía a mi alrededor. Cualquiera que me conozca sabe lo mucho que odio las agujas y la tendencia que tengo a desvanecerme. Tuvieron que intentarlo 3 veces, y derramar mucha sangre a lo largo de mis brazos antes de poder ponerme una vía intravenosa, y ni tan siquiera me importó.La doctora me hizo un chequeo y después se sentó a mi lado en la cama y me dijo que íbamos a sacar a nuestro bebé. Era la primera vez que alguien se refirió a él como "un bebé". Empecé a berrear de inmediato, y le pregunté si había alguna otra opción. Fue muy amable, y se decepcionó al saber que en Urgencias me dijeron que me harían un cerclaje. Para que se haga un cerclaje no debes estar en proceso de parto, y yo estaba en ese punto; también estaba totalmente dilatada y había roto aguas; no había ninguna otra opción a esas alturas.Se disculpó una y otra vez y fue tremendamente amable, al igual que todas las enfermeras. Ni siquiera puedo decir cuanta gente había en la habitación haciéndome cosas, pero en ningún momento estuve sola; siempre había alguien conmigo. Me ofrecieron algunos calmantes, los cuales acepté, y el dolor empezó a ceder algo.Era muy intenso durante las contracciones, pero fui capaz de relajarme algo en las pausas. Joshua dejó la habitación para llevar las malas nuevas a mis padres y hermanas, quienes estaban de vacaciones en el  Outer Banks y a sus padres en Filadelfia. Nuestros amigos, Kip y Cathy vinieron del ensayo para ver si necesitábamos algo y para acompañarnos.Luego, la dulce Megan, la cual debía estar concentrándose en su boda al día siguiente, vino a vernos. Estaba allí y lloró conmigo cuando rompí aguas. 
   Walter estaba en el interín, y esperábamos que saliera todo el líquido por sí mismo para que la naturaleza siguiera su curso. No recuerdo en que momento comencé a empujar, pero no sentía las contracciones después de haber roto aguas, por loq ue tuve que empujar en repetidas ocasiones para sacar su cuerpecito. Nació a las 21:42, y me lo pusieron en brazos tan pronto como cortaron el cordón. Gritaba en esos momentos que era perfecto; estaba totalmente formado y todo estaba ahí; podía ver su corazón latir dentro de su pechito. Joshua y yo le sostuvimos y lloramos mientras miramos a nuestro pequeño hijo prefecto. Las enfermeras y la doctora nos dejaron un tiempo a solas con él. Desafortunadamente, mi vía intravenosa empezó a salirse. así que mi enfermera tuvo que venir a comprobarla pero fue muy amable y discreta todo el tiempo. Cathy y mi cuñada Rachel volvieron al hospital para traer las cosas necesarias para Walter. Estábamos tan agradecidos de que Rachel estuviera también allí por la boda para cuidar de nuestras niñas, y así Cathy y Megan no tendrían que preocuparse de dos niñas de pre-escolar al tanto de todo lo que estaba sucediendo. En algún momento entre la medianoche y la una de la mañana tuve que ser llevaba a ser sometida a un legrado, pues la placenta no iba a desprenderse por sí sola. Había dos mujeres que vinieron a estar conmigo, y estuvieron conmigo todo el tiempo, por lo que no estaría sola. Lo primero que hicieron fue rezar conmigo, lo cual fue emocionante. El legrado fue bien, y pronto estuve de vuelta en mi habitación durmiendo debido a los calmantes y la anestesia.
   Nunca diré cosas lo suficientemente buenas sobre mi doctora y las enfermeras que me acompañaron. Nunca mencionaron la palabra "Feto", oraron conmigo, lloraron conmigo, y estuvieron para cualquier necesidad; incluso en momentos de dolor elevado, me sentí arropada por ellas. Nos cuidaron de una manera maravillosa; contactaron con la funeraria local y se ocuparon de todos los formularios y llamadas necesarios para volver a casa y llevarle a nuestra ciudad si lo deseábamos. Un agente de nuestra funeraria local vino y habló con nosotros acerca de las opciones que disponíamos, y fue muy amable. Al final, decidimos incinerarle; era la mejor opción, aparte de la más fácil para nosotros. Mi doctora hizo todo lo posible para asegurarse de que todas mis dudas se resolvieran; incluso se tomó la molestia de hablar con mi matrona personalmente y me dio su número para que en caso de necesitarlo mi madre, la cual es una enfermera de obstetricia, tuviera alguna duda. No tenía por qué hacerlo, y realmente lo agradecí y aprecié. Dejamos el hospital con muchos libros y baratijas para recordar a nuestro hijo Se aseguraron de que las niñas tuvieran cada una su recuerdo de su hermano. Poco después de nuestro regreso a casa, recibimos una carta que tenía dedicatorias de todas las enfermeras y de la Doctora que cuidó de mí durante nuestra estancia allí.A pesar de haberme sentido abandonada en el área de Urgencias, la de Obstetricia fue espectacular: nos animaron a sostener y abrazar a nuestro hijo; de hecho, dejó nuestra habitación mientras me hacían el legrado y estuvo de vuelta con nosotros hasta que la funeraria vino a por él. Me parten el corazón las historias que he escuchado sobre gente a la que no se les permitió ver a sus hijos ¡Eso ha debido ser devastador! Le sostuve, le arrullé, mientras su corazón latía, lo puse contra el mío; conté sus deditos de los pies y bes´s su cabecita. Siempre atesoraré esos recuerdos que tengo de él.
   A la mañana siguiente, Rachel trajo a nuestras hijas al hospital. No tuve duda alguna de necesitar a mis hijas ahí para ver a su hermano. Michayla estaba especialmente emocionada acerca del bebé, y realmente quería un hermano. Supo que algo no iba bien y estuvo preguntando a Rachel y después a su padre por el bebé mientras las traían a la habitación. Siguió preguntando si el bebé estaba bien y si podríamos llevarle a casa. A Emma le llevó un poco el comprenderlo que le estaba diciendo cuando le conté que Jesús se había llevado al bebé al cielo consigo, pero lo acabó comprendiendo. Se recuperó bastante rápido y empezó a contarle a la gente que nuestro bebé murió, aunque ahora no habla mucho de ello. Por otro lado, Michayla es un caso totalmente diferente: quedó totalmente afectada y lloró y lloró. había estado preguntando tanto... y fue duro para ella el comprobar que no teníamos todas las respuestas a sus preguntas. Joshua aún fue a oficiar la ceremonia; si hubiera sido capaz, yo aún habría hecho las fotos. .Lo peor de todo lo sucedido para mí, fue no poder cumplir con lo que me había comprometido a hacer; sé que no tuve el control de los acontecimientos, y que de ninguna manera están molestos conmigo; pero aún así, me molesta.

   Aún no comprendemos por qué o cómo sucedió. Mi matrona habló personalmente con la Doctora de Obstetricia que me trató en Indiana. Tendremos todos los resultados y estudios cuando terminen las conclusiones y reciban los resultados patológicos de vuelta. Pudo ser un problema de cérvix, tal vez algún daño latente desde el nacimiento de Emma, pudo ser un parto prematuro o un sinfín de posibilidades de cosas que probablemente nunca sepamos el cómo ni el por qué Habrá que tomar una serie de precauciones extra si alguna vez vuelvo a quedarme embarazada; lo cual es algo que también desconocemos; ¡Hemos ido a tantos sitios y especialistas en Frederick para concebir a Walter...! Hay demasiado en lo que pensar...

   Estoy muy contenta de que Joshua fuera anuestro coche y cogiera mi cámara. Al principio no quería ni una sola foto, pero es lo único a lo que puedo mirar ahora. Aún estoy sorprendida de lo mucho que estas fotos están siendo compartidas y comentadas. En esa corta vida de apenas unos minutos, ha tocado más vidas de las que jamás hubiera podido imaginar. Tengo mensajes de gente de todo el país que han experimentado una pérdida o que se sintieron tocados por esta historia. Incluso algunas personas fueron capaces de usar sus fotos para llegar al corazón de aquellas mujeres que se estaban planteando abortar. Sólo porque al niño en sí no se le pueda ver, no significa que sea una masa informe de células sin más; Walter estaba perfectamente formado, y muy activo en el útero. Si hubiera tenido sólo un par de semanas más, habría tenido unas mayores probabilidades de luchar por su vida.No sé por qué el Señor se lo llevó con él, pero he de confiar en sus planes. Puede que nunca sepa por qué, pero me reconforta saber dónde está, y que le veré de nuevo. Por ahora, está con el padre celestial, el cual le ama inconmensurablemente más de lo que yo, su madre terrenal, jamás sería capaz.
   Si te gustaría ver algunas fotos más de Walter, por favor, visita mi página webathttp://www.f2photographystudio.com/Family/FRETZ-PERSONAL/Walter-Joshua-Fretz/30125093_Xc94HL
   Por favor, sentíos libres de compartir nuestras fotos. En medio de todo nuestro dolor, me alegra que algo bueno salga de todo esto. Rezo al Señor para que siga usando las fotos de Walter para llegar a la gente.
   Si alguien quiere contactarme directamente, puede hacerlo en Facebook o mandarme un correo a la siguiente dirección. lexi@f2photographystudio.com
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¡¡GRACIAS!!

   ¡Ni tan siquiera puedo empezar a agradecerle a todo el mundo sus amables palabras! He recibido tantos comentarios en este blog, correos electrónicos, mensajes en Facebook y cartas... El apoyo me da unas fuerzas increíbles. quise intentar responder a todo el mundo, pero simplemente, no puedo continuar. Acabaré respondiendo a algunos en las próximas semanas, pero por favor, sabed que he leído los mensajes de todos, y han significado todo un mundo para mi. No me veo como alguien valiente, heroica o inspiradora, sólo soy una mujer más, una madre que quiso escribir su historia y compartir unas pocas fotos con sus amigos y familia. Cuando escribí mi historia, no lo hice en busca de llamar la atención o atraer las simpatías de nadie; egoístamente, quise escribirla para que mis amigos y mi familia en Facebook pudieran leer nuestra historia, y así no tener que contar todos los detalles una y otra vez. Ha sido más fácil hablar de ello, pero aún es doloroso. Cada vez que me encuentro con alguien con quien guardo relación, se me hace un nudo en la garganta, y me cuesta horrores digerirlo. He vivido en la misma pequeña ciudad durante mis 30 años de existencia, así que no hay un día en el que no me encuentre con alguien que haya oído lo que me pasó, que me abrace y exprese que le gustaría saber por qué pasó lo que pasó. Es maravilloso el tener una gran familia y comunidad local que nos ayude a sobrellevarlo. Ahora que la historia de Walter ha llegado tan lejos, tengo además apoyo de todo el mundo.
   Me he quedado fascinada por la sensación curativa que he recibido de algunas mujeres que tuvieron la misma experiencia, pero a las que jamás se les permitió ver o sostener a sus niños. Muchos fueron simplemente envueltos y tirados como si se tratase de basura. No puedo imaginarme el no haber tenido el tiempo que tuve con Walter, ¡y ahora estoy incluso más agradecida! Estoy agradecida porque las fotos de Walter hayan sido una bendición para algunas que nunca fueron capaces de ver a su hijo, y siempre se preguntarán cómo se vería. Él y ellos están perfectamente formados con menos de 20 semanas, tal y como Dios les diseñó. Doy gracias porque mis hijas pudieron sostener a su hermano; ellas aún hablan de él a diario, y le echan muchísimo de menos. Doy también gracias porque mi marido fuese a la furgoneta a por la cámara. Estaba en tal estado emocional, y aún tan dolida por mi hijo, que no quería ninguna cámara a mi alrededor. Ahora no puedo ni empezar a imaginarme sin esas fotos, o sin mirarlas a diario. Estoy tan agradecida de que Josh estuviera allí para ayudar a capturar esos momentos (obviamente, si estoy en una foto, yo no puedo tomarla). La mejor imagen que esa cámara ha capturado jamás, fue hecha por mi marido, el "no-fotógrafo"  :-)  Estoy agradecida por el maravilloso trato que recibimos en el departamento de Obstetricia, y mientras que siempre habrá un "¿Y si...?" en mi cabeza, no guardo ningún rencor al personal de Urgencias. Entiendo que Urgencias es un lugar increíblemente atareado, y que tal vez debí armar más jaleo, pero eso no va con mi forma de ser. Sé que no importa donde estuviese; si Dios decidió que era el momento de llevarse a Walter a casa con él, lo haría de todos modos; podría haber estado en el mejor hospital del mundo, y aún así no habrían sido capaces de ayudarme. Aunque no siempre lo entendamos, y nos preguntemos por qué, el plan de Dios es perfecto.
   Gracias a todos vosotros de nuevo por los ánimos. Han sido de especial ayuda; aunque también he recibido comentarios bastante hirientes de algunas personas. No me gusta que la gente se enfurezca o decepcione conmigo, y soy una persona a la que le gusta complacer. He perdido horas de sueño algunas noches después de leer algunos de esos ataques; me impresiona lo rápido que algunas personas sacan conclusiones y atacan sin piedad, especialmente cuando lo hacen escondidos tras un ordenador.  Así que gracias a todos por continuar levantándome a mí y a mi familia con vuestras oraciones. Las sentimos todas, y las apreciamos mucho.
   Ahora toca volver a poner lavadoras, limpiar el suelo, e ir a dar de comer a mi pequeña
Con cariño,  Lexi