Hace años (una década ya,
en realidad), cuando formaba parte del Coro Joven Diocesano, me
pidieron echar una manita en una parroquia de Alcalá para tocar en
unas comuniones, y allí, aprendí una canción preciosa titulada
“Nadie te ama como yo”, la cual, incorporé a mi repertorio de
cantos para celebraciones. Ignoraba entonces quién era su autor,
pero lo descubrí al año siguiente, durante mi estancia en Panamá.
Aquí,
en España, quitando a “La Voz del Desierto” somos poco
conscientes de los grupos que se dedican a hacer música religiosa, o
dirigida a acercar la Fe a través de la música (y os sorprendería
saber que aquellos a los que conocemos como “los curas rockeros”,
no son los únicos en nuestro país); y sin embargo, en latinoamérica
no solo
es algo mucho más común, constituye todo un género musical además.
Fue allí, en Panamá, donde vi tiendas completas dedicadas
exclusivamente a la música religiosa (lo
cual me ha hecho sentir una sana envidia),
y donde descubrí al autor de la canción con la que he abierto
estas líneas: Martín Valverde.
¿Y
qué os puedo contar de él? Nació
en San José, Costa Rica el 19 de Enero de 1963, y acudió al colegio
con los padres salesianos en el colegio Don Bosco, y allí se sembró
la semilla del amor a Dios, la Iglesia, nuestra Madre María y la
música. Allí, su padrino, el presbítero Jorge Miranda le animó a
dirigir un grupo musical salesiano, y poco después, fundaría un
coro parroquial.
Estudió
música de forma profesional en la Escuela de Guitarra Clásica de
San José y en el conservatorio de la Universidad de Costa Rica,
formando además, parte del grupo musical de la misma.
En
1979, motivado por su hermana, se unió al movimiento de Renovación
Carismática, y comenzó a componer canciones religiosas. Fue en esa
época que empezó a entablar relaciones con muchos movimientos
juveniles, que lo llevaron a México, donde conoció a la que en 1986
se convertiría en su esposa: Elizabeth Watson (“Litzy”
cariñosamente)
En
1989, después de establecerse un año en Tehuacán, dirigiendo
retiros, campamentos y conciertos, fue invitado a colaborar en la
formación de músicos para la evangelización y formación de
líderes juveniles en la Oficina Latinoamericana de Evangelización
2000. Fue este proyecto el que le propulsó internacionalmente para
impulsar su labor en toda América Latina.
Se
le reconoce como el primer músico católico en hacer presencia
cultural en estadios, plazas, auditorios, llenando esos lugares.
En
la actualidad, Martín dirige una empresa de laicos católicos
llamada “Producciones Dynamis”, la cual promueve y asesora a
diversos músicos y grupos de evangelización, además de distribuir
en toda América Latina y parte de Europa sus materiales musicales.
Aparte de esto, dirige además un centro de formación (que lleva su
nombre) para personas que se inician en la lectura de la Palabra y en
la música católica.
Su
discografía cuenta con ¡49 discos!, y ha escrito ya 9 libros, lo
cual, supone una muy productiva carrera. Podéis saber más sobre él
en su página web https://martinvalverde.com.
Como
recomendaciones personales de su música, me permito sugerir “Nadie
te ama como yo” y “Tal como soy”.
Adjunto
la letra de la primera, para que podáis disfrutarla:
Cuánto
he esperado este momento
Cuánto he esperado que estuvieras
aquí
Cuánto he esperado que me hablaras
Cuánto he
esperado que vinieras a mí
Yo
sé bien lo que has vivido
Yo sé bien por qué has llorado
Yo
sé bien lo que has sufrido
Pues de tu lado no me he ido
Pues
nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la
cruz, esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo
Pues
nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la
cruz, fue por ti, fue porque te amo
Nadie te ama como yo
Yo
sé bien lo que me dices
Aunque a veces no me hablas
Yo sé
bien lo que en ti sientes
Aunque nunca lo compartas
Yo
a tu lado he caminado
Junto a ti yo siempre he ido
Aún a
veces te he cargado
Yo he sido tu mejor amigo
Pues
nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la
cruz, esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo
Pues
nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la
cruz, fue por ti, fue porque te amo
Nadie te ama como yo