Todo cambia, nada permanece imperturbable, y como muestra este blog, que a partir de ya cuenta con más autores
viernes, 29 de julio de 2011
Proyecto de vals...
Cojo las rosas me pongo la blusa (chupa) y te paso a buscar
jueves, 28 de julio de 2011
Achmed, especial navideño
miércoles, 27 de julio de 2011
Mi relación con los demás (La Pareja)
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.
La carta de San Pablo a los Corintios nos describe la naturaleza del amor, las virtudes que contiene, y las cosas que no tienen nada que ver con él. A menudo suele sonarles alienígena a los chavales el que la Biblia les hable de amor; más aún cuando la imagen que tienen de la iglesia con respecto a las relaciones de pareja gracias a los medios, es bastante negativa. Con este texto les demostraremos que no sólo es así, si no que además Dios quiere que vivamos con amor en su máxima expresión, y además nos da pistas para distinguirlo de la mera atracción física sin sentimientos de por medio. Es decir, Dios nos da las pistas para un AMOR DE CALIDAD.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.
lunes, 25 de julio de 2011
Quills
La película no me decepcionó, y como es una de mis favoritas, paso a describírosla a continuación sin destriparos mucho contenido.
La cinta está interpretada por figuras como Geoffrey Rush, Michael Caine, Joaquin Phoenix o Kate Winslet, y la historia nos sitúa en pleno imperio de Napoleón Bonaparte. El Marqués de Sade (Geoffrey Rush), debido a sus influencias, ha logrado escapar de la guillotina en la que acabaron numerosos nobles, para acabar en una institución mental (Sharenton creo recordar que se llama) la cual está llevada por un joven y entusiasta sacerdote (Joaquin Phoenix). Desde allí, y con la ayuda clandestina de la joven Madeleine (Kate Winslet), que trabaja en la institución, hace llegar a su editor su obra literaria, la cual está cargada con grandes dosis de pornografía, la cual escandaliza y a la vez encandila a las masas.
Furioso con su obra, Napoleón envía a otro médico (interpretado por Michael Caine) a intentar sanar al Marqués de sus "Malsanas" ideas que le inspiran sus obras, y así ganarse el favor del pueblo.
A partir de entonces se empieza a entretejer la historia con el nuevo Doctor queriendo acallar al Marqués, el joven sacerdote privándole de medios para escribir, el Marqués ingeniándoselas para seguir escribiendo y a su vez, queriendo seducir a Madeleine; esta, enamorada en secreto del sacerdote, seducida por las obras del Marqués, y siendo su cómplice para publicarlas... ¡En fin! una maraña de situaciones bastante bien hiladas que llevan a un clímax final que no por esperado es menos sorprendente.
Es una película que recomiendo altamente, aunque aviso desde ya: No apta para todos los públicos
Siento no haber hallado el trailer en castellano.
Un buen elenco de actores para una película que salió directamente en vídeo |
sábado, 23 de julio de 2011
Requiem... ¿por quién?
Sin embargo, a día de hoy, miles de personas anónimas mueren por hambre, por enfermedades que se podrían evitar con una simple vacuna,o curar con una pastilla que no pueden permitirse, gente que muere en conflictos bélicos que los medios de comunicación no nos muestran, gente que muere sola, o rodeada del llanto de sus seres queridos que no les quieren ver marchar, y se sienten impotentes por no poder evitarlo.
martes, 12 de julio de 2011
Mis conversaciones con "El Jefe"
domingo, 10 de julio de 2011
Un ateo marcando La X en la casilla de la Iglesia Católica
UN ATEO QUE MARCA LA X PARA LA IGLESIA CATÓLICA
El doctor José Manuel López es especialista en Oncología en el
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (Cantabria).
En un curioso artículo publicado ayer en la sección de opinión del
Diario Montañés asegura que marca por convencimiento todos los años la
equis en la casilla de la Iglesia Católica cuando hace su Declaración
de la Renta. Y eso a pesar de declararse ateo:
"Mi pensamiento y mi vida discurren ajenos a los dioses, en general, y
al Dios de los católicos en particular. No comulgué ni fui confirmado,
me casé por lo civil, mis dos hijos no fueron bautizados y han
estudiado en escuelas laicas, como su padre. Por lo breve, digo, ni
soy católico ni aguardo orientación de ninguna fe religiosa, la que
fuere. ¿A qué viene, entonces, mi chocante postura de destinar la X
del IRPF a la Iglesia Católica? Algunos la tildarán de gracieta
simplona, otros de contradicción incomprensible, de inane provocación,
etcétera. Nada opongo a tales opiniones, menos aún si sustentan la
idea, más o menos refinada, de que seré aproximadamente un gilipollas.
Pero si alguien desea curiosear en por qué un ateo marca su X a favor
de la Iglesia, quizá le interesen mis tres razones principales".
1.La Iglesia católica es históricamente la organización benéfica más
eficiente. No estableceré un ranking de altruismo, pero yo, siendo
ateo, dudo que los recursos administrados por la Iglesia sean
desdeñables o necesariamente sustituibles: voto por mantenerlos.
2.Europa está obviando el catolicismo. Asistí recientemente a la misa
dominical en un convento de clarisas, con su olor inefable a musgo e
incienso. A mediodía, las monjas ocupan un coro, allá por el ábside;
los fieles llenan la pequeña nave y el cura lee sugestivos textos, y
lo hace bien, y por un momento me siento parte de algo más grande y
más permanente que yo, algo que sosiega la respiración y atempera el
pulso, sin necesidad de lapidar a nadie. Y luego visité otra iglesia,
donde se cantaban bellísimas habaneras de tema religioso. Voto por ese
espíritu de paz y concordia, aunque yo no sea creyente.
3.Estoy harto de la beligerancia que existe contra la Iglesia Católica
en nuestra sociedad española. Justo por no serlo, me parece
inexplicable el furor obsesivo por bajar los crucifijos de los
colegios. No veo qué daño causan los símbolos de una fe que no me
asiste, pero sí ilustra mi paisaje histórico y emocional. Me espanta
el fanático que se jactaba de clausurar escuelas católicas o quemar
frailes. No concibo que un absurdo revanchismo haga saludar a
gobernantes infames como Chávez y ningunear al Papa, líder espiritual
de muchos compatriotas. A mi juicio de ateo, es lógico y deseable que
el Estado sea laico, pero sucede que España no lo es. Hay vida
inteligente fuera del Estado, así que pongo la X para la Iglesia
Católica, no vaya a ser que algún insensato la destine a construir
mezquitas y tengamos que resucitar a don Juan de Austria".
Doctor José Manuel López.