lunes, 24 de enero de 2011

Operación


Pues ya es una realidad: el próximo 14 de Febrero pasaré por quirófano para que me operen el hombro que tantos años lleva dándome guerra.
Cuando me vió el traumatólogo del Hospital de Alcalá, él ya me dijo que en la resonancia no se apreciaba daño alguno, pero que con mi historial, y dada mi edad, lo aconsejable era operarme. Lógicamente acepté, y como la lista de espera en Alcalá es de 7 meses, me ofrecieron derivarme a otro centro, donde la lista de espera es menor. De entre los centros disponibles, elegí el Hospital Santa Cristina, y en menos de una semana me llamaron para realizar el pre-operatorio. Tras toda una mañana perdida entre análisis, radiografías, entrevista con el anestesista y demás, la traumatóloga dijo que como no se apreciaban daños ni en la radiografía ni en la resonancia, que ella no veía tan claro la intervención.
Como protesté, me empezó a preguntar cuantos episodios llevaba, en qué años habían transcurrido y cómo habían sucedido. Debió de sorprenderle, por que me hizo desnudar de cintura para arriba y me hizo un reconocimiento... Dudó; veía cosas que no estaban bien, pero la resonancia decía que estaba todo correcto... Al final decidió darme cita a la semana siguiente con el especialista en hombro.
La semana pasada, fui a mi cita y tras una rápida explicación (una vez más) de mi caso, el doctor se puso a explorarme. Lo primero que apreció es que es cierto que entrenaba con pesas, y eso hacía difícil el ver que hay una lesión, pero enseguida encontró lo que buscaba, y fue cuando me dijo que efectivamente iba a ser intervenido el próximo 14 de Febrero.
La mala noticia es que estaré cuatro semanas con el brazo en cabestrillo sin podérseme permitir mucho movimiento, además que al tratarse de anestesia general, tendré que pasar la noche ingresado.
Las buenas noticias son que después de esas 4 semanas, tendré que pasar 2 meses de rehabilitación tras los cuales podré hacer mi vida normal al 100%: Podré trabajar sin miedo a lesionarme, volver a entrenar con pesas... como si nunca hubiera tenido esos problemas. Además la operación por lo visto va a ser muy sencillita:
Por lo que me dijo el médico, simplemente harán una pequeña incisión para introducir una cámara por la cual verán donde están los daños, los cuales se suponen que son unas cápsulas con líquido arropadas en la articulación que probablemente se hayan reventado. Una vez localizada la zona, inyectarán unas capsulas nuevas que evitarán que el hombro vuelva a salirse de su sitio, sin necesidad de hacer incisión alguna para implantarlas, y ya está.
Desde luego tengo cierto temor, supongo que a toda persona que le dicen que va a estar dormida, sin posibilidad de enterarse de lo que le están haciendo le pasa lo mismo; es como una sensación de indefensión, y de temor a que algo salga mal sin ni siquiera enterarte. Pero por otro lado, estoy esperanzado; por fin voy a curarme, por fin podré hacer una vida normal; podré volver a practicar ese deporte que tanto me gusta (y al que prácticamente me estaba volviendo adicto). ¡Hay tantas cosas que quiero hacer una vez esté recuperado! ¿La primera? En cuanto pueda, volver a dar un paseo en barca; hace años que no lo hago

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