domingo, 21 de febrero de 2010

Es como verme en un espejo

Es tan extraño, es como verme en un espejo. Me pregunto ¿qué diría la gente si supiera que yo nací en un tubo de ensayo? Es decir, aquí estoy, ante mi propio hermano gemelo, que a su vez es mi padre. Tengo todos sus recuerdos, sin haber pasado por las experiencias que dieron a luz dichos recuerdos. Toda su vida está grabada en el mapa genético de mi cuerpo; tengo su misma estatura, su mismo color de pelo, los ojos del mismo color, mismo tono de piel e incluso las cicatrices de esas heridas que jamás me hice, también están marcadas en el mismo sitio, en la misma zona exacta del cuerpo donde él las tiene.

Es una sensación extraña; a todos los efectos soy él, pienso y reacciono como él, pero a su vez, no lo soy. No tengo un padre ni una madre que me hayan educado, con los que haya vivido, ni que me hayan dado su amor y afecto. Mis padres han sido los científicos que llevaron a cabo el proceso de reproducirle, un mapa genético cogido de unas células de mi “hermano-padre”, introducido en un espermatozoide hueco, el cual fue introducido a su vez en un óvulo hueco. Un vientre de alquiler al que se le pagó una buena suma por participar en el experimento, fue el que me nutrió y dio cobijo durante esos 9 meses que solemos estar los seres humanos en nuestro periodo embrionario. De ahí, a un tanque de maduración donde estuve durante los pocos años de mi “vida”, hasta que llegase a la misma edad que el original; después de eso, al tanque de animación suspendida, para poder mantenerme joven. ¿Mi destino? El más egoísta de todos: ser una fuente de órganos sanos, por si algún día a la persona original le pasase algo, y no hubiesen donantes compatibles.

¿Cómo llegué a liberarme? No lo hice yo, lo hicieron otros; unas personas que creían firmemente en los derechos humanos. “Pero ¿se te puede considerar un ser humano? ¡Eres un clon!” me dirás. Sí, soy un clon. Pero un clon es una copia exacta de un ser vivo; y de la misma manera que el clon de una planta, es otra planta, el resultado de clonar a un individuo de la especie humana, es otro ser humano. Por lo tanto, sí que soy un ser humano, no un pedazo de carne del que disponer. Soy un ser humano con sus fortalezas y debilidades; sus sentimientos, sus alegrías y sus penas; y aunque todos los recuerdos y experiencias que hay en mi cerebro, no me pertenecen en cierto modo, pues nunca los he llegado a “vivir”, son tan vívidos, tan felices y dolorosos como puedan ser los suyos; al fin y al cabo, yo soy él.

Duele, tener los recuerdos, sentimientos y experiencias de una vida que no tienes, que sabes que no es tuya; de llorar la muerte de unos abuelos que nunca tuviste, y con los que nunca compartiste nada, y aún así, sentir la desesperada pena de perderlos. Duele querer a una pareja que sabes que no es tuya, de recordar el suave roce de sus labios sobre los tuyos, a pesar de no haberlos besado jamás; de sentir cómo se me acelera el corazón cada vez que pienso en ella, sin que ella tenga conciencia de que ni tan siquiera existo, y sabiendo como sé que sus besos, sus caricias, su sonrisa y su prístina y profunda mirada azul, jamás serán para mí.

¿Sabes qué es lo que más me duele? El no poder enfadarme con él, pues no sabe de mi existencia. Fue idea de sus padres, al tener la idea egoísta de crearme. El (yo) es (soy) hijo único ¿sabes? A sus (mis) padres les va a ser imposible concebir de nuevo otro retoño, de ahí la idea de mi creación. Y aquí viene mi dilema ¿Cómo puedo odiar a mis padres, por los cuales siento el amor y cariño que él siente, sin haber experimentado el amor que él experimento? ¿O cómo puedo odiarle a él, si ni siquiera sabe que existo, que fui creado sin su conocimiento, que es de donde vengo? Es decir; ¿Cómo podría odiar a alguien que al fin y al cabo es yo mismo?

1 comentario:

  1. ¿Cómo se pueden crear unos sentimientos a base simplemente de genoma humano? Creo que me faltan datos, un clon es un clon, pero no podemos hablar de clonar a alguien en exactitud si pretendes reproducir exactamente el comportamineto que más que la genética han provocado el "grupo de pares" y cada una de las experiencias que ha pasado en la vida.

    ResponderEliminar