viernes, 14 de mayo de 2021

¿En nombre de Dios?

 

¿En nombre de Dios?


     Hará como cosa de dos años, compartí una vivencia y reflexión en torno al primer mandamiento; y la verdad, pretendía que fuera el pistoletazo de salida para reflexionar en torno a los mismos. Así que, más tarde de lo esperado, trato de retomar la serie.


II No tomarás el nombre de Dios en vano


     Cuando te toca aprender dicho mandamiento siendo un crío, preparándote para la Primera Comunión, se te antoja un poco raro. ¿Cómo es eso? Nuestros padres entonces lo tenían bien fácil: nos decían que se trataba de no Jurar nada por Dios para enfatizar que estamos diciendo la verdad respecto a algo, y que más feo aún era hacerlo cuando nuestra afirmación en realidad era falsa. “¡Eso está chupado!” pensábamos por aquel entonces. Mas, nos paramos a pensar y… ¡Ay, amigos! ¿Seguro que es algo así de sencillo? Entiendo que, en realidad, hay que ir más allá, y dicho mandamiento encierra algo más serio y grave: ¿Cuánta gente no hace si no obrar “por mandato divino” o “en nombre de Dios”? ¿Cuánta gente no ha cometido actos egoístas, o incluso malvados diciendo que obraban para gloria del mismo?

     Sí, el ejemplo fácil es retrotraerse a tiempos más oscuros, volver a los tiempos de la reconquista, las cruzadas, la inquisición, la quema de “brujas” (llevada a cabo por protestantes, ¡ojo!) en América del Norte… pero tampoco es que en la historia reciente hemos brillado por haber evolucionado en ese aspecto: Los Talibán en oriente, Boko Haram en África, la guerra de Irak de hace casi diez años, el conflicto Palestino-Israelí, que parece no tener fin… Guerras, odio y muerte, y con Dios como excusa ¡Si esto no es atentar contra el Segundo Mandamiento, no sé entonces qué es!

     Pero aterricémoslo en nuestro día a día cotidiano, en nuestros quehaceres diarios ¿Cuántos no dicen (nos decimos) hacer las cosas en nombre de Dios, o con Él como excusa, cuando realmente no es así? ¿De verdad lo hacemos por Él? ¿O buscando la aprobación de los demás para satisfacer el ego? Tal vez sería necesario el realizar un examen de conciencia al respecto, y buscar si realmente hacemos lo que hacemos por lo que decimos, o si no estaremos faltando a este mandamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario