sábado, 23 de julio de 2011

Requiem... ¿por quién?

Ha Muerto, dicen en las noticias, la cantante Amy Winehouse. No ha sido poca la gente que ha lamentado su pérdida, aunque casi nadie se ha sorprendido por ello; más aún sabiendo el tren de vida que llevaba.
Particularmente, a mí no me gustaba su música; aunque he de reconocer que una chica blanca que tenga una voz que es más típica de mujeres negras, es difícil de encontrar; esos graves, ese calor en el timbre de voz y las melodías...
Físicamente, tampoco es que la encontrase atrayente: extrema delgadez, ojeras, piel estropeada... todo efecto de los excesos con determinadas sustancias que todos sabemos. Lo reconozco, a mí no me ha sorprendido tanto su fallecimiento; es más, dado los titulares que generaba día sí, y día también debido a su tren de vida, incluso me ha sorprendido que su llama no se haya apagado antes.
Ahora la gente dice que si se trata de una gran pérdida para el mundo de la música, que si es una lástima.... Pues lo siento, pero yo no lo veo así.
No es que me alegre de su muerte (quien se alegre de que otra persona fallezca, la verdad, es que no tiene corazón), pero sí diré que su fin es algo que ella misma se procuró con sus adicciones. A día de hoy, si hay algo que tenemos de sobra al alcance de la mano, es información sobre el alcohol y otras drogas, y sobre el efecto que puede tener un consumo abusivo sobre nuestra salud. Amy lo sabía, lo experimento de primera mano... ¿Tendría derecho a quejarse; a echarle la culpa a terceras personas de su condición? Dudo mucho que alguien le pusiera una pistola en la frente y le forzase a consumir determinadas sustancias.

Sin embargo, a día de hoy, miles de personas anónimas mueren por hambre, por enfermedades que se podrían evitar con una simple vacuna,o curar con una pastilla que no pueden permitirse, gente que muere en conflictos bélicos que los medios de comunicación no nos muestran, gente que muere sola, o rodeada del llanto de sus seres queridos que no les quieren ver marchar, y se sienten impotentes por no poder evitarlo.
Sobre esa gente nadie hablará; me extrañaría mucho que medio alguno les dedicara ni media columna (ni tan siquiera un frío dato estadístico, es decir, ya ni nombre, si no que ni siquiera formarían parte de cifra o porcentaje alguno, negándoles así cualquier tipo de relevancia que pudieran tener) Esta gente, como he dicho, muere a diario ya sea de forma rápida como pueda ser un disparo perdido (o no tan perdido), o con el doloroso y lento zarpazo del hambre o la enfermedad; entre débiles estertores de quien no tiene fuerzas ni para respirar, y por quien su gente ha derramado ya tantos ríos de lágrimas, que sus ojos han quedado completamente secos de llanto.
Y aún así, nadie se hará eco de su llanto ni su dolor; nadie convocará una multitudinaria manifestación con grandes pancartas que se vean bien y poder hacerse fotos para colgarlas en facebook o twitter y poder ir de enrollados, por que es lo que se lleva. Tampoco veré a ningún actor, artista o político en dichas manifestaciones que nos venderán la milonga de lo concienciados que están con el tema, cuando en realidad lo que están es ansiosos de la fama y atención que les dará su presencia, y los suculentos dividendos en los que ello pueda derivar.
¿Y sabéis por qué? Por que esa gente, que vale tanto como la famosilla drogata que han encontrado muerta hoy, no vende portadas, no le interesa a nadie, exceptuando a aquellos que les rodean, y aquella gente que de verdad, y de corazón, está allí a su lado, intentando minimizar los daños de una realidad tan dolorosa como la que les ha tocado vivir.
Seguramente, en los próximos días veremos gente totalmente enlutada por la muerte de la chica británica con voz peculiar que no se privo de exceso alguno; yo os propongo que guardemos luto por esa gente que apenas sí tuvo la oportunidad de poder luchar por su vida, por aquellos que no tuvieron la oportunidad de elegir si querían destrozar su vida o no; por aquellos que no tuvieron ese lujo de poder llegar a los 20 años de edad siquiera, por esa gente que no murieron no por atracón de sustancias dañinas, si no por que jamás tuvieron oportunidad de echarse algo al estómago, fuese nocivo o no.
Por ese motivo, os pediría que no me tocáseis los coj@#$% siendo plañideras de alguien que conscientemente acabó con su vida, cuando hay gente para la cual vivir ni siquiera fue una opción... Revisad vuestras prioridades, por favor

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