domingo, 10 de julio de 2011

Un ateo marcando La X en la casilla de la Iglesia Católica

Hoy me ha llegado este correo. Es interesante lo que dice este señor; y la única pega que le pongo, es lo último de las mezquitas... es en lo único en lo que no estoy de acuerdo con él.

UN ATEO QUE MARCA LA X PARA LA IGLESIA CATÓLICA
El doctor José Manuel López es especialista en Oncología en el
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (Cantabria).
En un curioso artículo publicado ayer en la sección de opinión del
Diario Montañés asegura que marca por convencimiento todos los años la
equis en la casilla de la Iglesia Católica cuando hace su Declaración
de la Renta. Y eso a pesar de declararse ateo:

"Mi pensamiento y mi vida discurren ajenos a los dioses, en general, y
al Dios de los católicos en particular. No comulgué ni fui confirmado,
me casé por lo civil, mis dos hijos no fueron bautizados y han
estudiado en escuelas laicas, como su padre. Por lo breve, digo, ni
soy católico ni aguardo orientación de ninguna fe religiosa, la que
fuere. ¿A qué viene, entonces, mi chocante postura de destinar la X
del IRPF a la Iglesia Católica? Algunos la tildarán de gracieta
simplona, otros de contradicción incomprensible, de inane provocación,
etcétera. Nada opongo a tales opiniones, menos aún si sustentan la
idea, más o menos refinada, de que seré aproximadamente un gilipollas.
Pero si alguien desea curiosear en por qué un ateo marca su X a favor
de la Iglesia, quizá le interesen mis tres razones principales".

1.La Iglesia católica es históricamente la organización benéfica más
eficiente. No estableceré un ranking de altruismo, pero yo, siendo
ateo, dudo que los recursos administrados por la Iglesia sean
desdeñables o necesariamente sustituibles: voto por mantenerlos.

2.Europa está obviando el catolicismo. Asistí recientemente a la misa
dominical en un convento de clarisas, con su olor inefable a musgo e
incienso. A mediodía, las monjas ocupan un coro, allá por el ábside;
los fieles llenan la pequeña nave y el cura lee sugestivos textos, y
lo hace bien, y por un momento me siento parte de algo más grande y
más permanente que yo, algo que sosiega la respiración y atempera el
pulso, sin necesidad de lapidar a nadie. Y luego visité otra iglesia,
donde se cantaban bellísimas habaneras de tema religioso. Voto por ese
espíritu de paz y concordia, aunque yo no sea creyente.

3.Estoy harto de la beligerancia que existe contra la Iglesia Católica
en nuestra sociedad española. Justo por no serlo, me parece
inexplicable el furor obsesivo por bajar los crucifijos de los
colegios. No veo qué daño causan los símbolos de una fe que no me
asiste, pero sí ilustra mi paisaje histórico y emocional. Me espanta
el fanático que se jactaba de clausurar escuelas católicas o quemar
frailes. No concibo que un absurdo revanchismo haga saludar a
gobernantes infames como Chávez y ningunear al Papa, líder espiritual
de muchos compatriotas. A mi juicio de ateo, es lógico y deseable que
el Estado sea laico, pero sucede que España no lo es. Hay vida
inteligente fuera del Estado, así que pongo la X para la Iglesia
Católica, no vaya a ser que algún insensato la destine a construir
mezquitas y tengamos que resucitar a don Juan de Austria".

Doctor José Manuel López.

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