domingo, 23 de septiembre de 2012

Jesús. ¿Se casó? ¿No se casó? ¡Qué más da!

   Me he encontrado el siguiente artículo en la edición digital del diario "El Mundo" referente a la noticia de la aparición de un supuesto evangelio de "la mujer de Jesús"; un pequeño trozo de papiro en el que hacen referencia a dicha figura.
   Reproduzco a continuación el referido artículo y paso después a dar mi humilde opinión.


Las mujeres de Jesús de Nazaret

El papiro que atribuye a Cristo la frase 'mi mujer'. | AFP/ Harvard/Karen L. King
El papiro que atribuye a Cristo la frase 'mi mujer'. | AFP/ Harvard/Karen L. King
  • Para la Iglesia católica la sexualidad de Jesús ha sido siempre un tabú
  • Los grandes exegetas coinciden en negar que Jesús se hubiese casado
  • Coinciden también en señalar el papel 'especial' de María Magdalena
  • Su relación con las mujeres fue uno de sus aspectos más revolucionarios
Ocho líneas en un papiro del siglo IV de un supuesto 'Evangelio de la mujer de Jesús' han vuelto a colocar en el candelero no sólo el estado civil de Cristo, sino también su relación con la otra mitad del cielo. ¿Qué pensaba Jesús de la mujer? ¿Qué papel ocuparon las mujeres en su vida y, sobre todo, en su movimiento? ¿Qué opinan los exegetas católicos más serios sobre 'Jesús y las mujeres'?
A pesar de ser el personaje más estudiado y analizado por la cultura occidental, Jesús sigue siendo uno de los más desconocidos. Poco se sabe con exactitud del hombre al que 1.000 millones de personas veneran como el 'Hijo de Dios'. Siglos de manipulaciones borraron las escasas pistas sobre su realidad.
¿Y los Evangelios? Tradicionalmente se nos han presentado como textos históricos. Hoy, todos los teólogos reconocen que no se puede escribir con ellos una biografía de Jesús. "El Evangelio es un testimonio de los creyentes. Lo que los evangelistas cuentan no es historia, sino expresión de su fe en Jesucristo", explica el prestigioso teólogo holandés Edward Schillebeck.
De acuerdo con la más estricta ortodoxia católica, Jesús era un hombre completo y, consiguientemente, sexuado
Aún siendo difícil, la exégesis moderna está acotando cada vez más la figura de Jesús. Incluso en los aspectos más tapados o silenciados por la Iglesia católica oficial. Por ejemplo, el de su sexualidad o el de su estado civil. ¿Estuvo casado Jesús de Nazaret?
Para la Iglesia católica el tema de la sexualidad de Jesús ha sido siempre un tabú. La doctrina oficial sólo lo aborda para decir que Jesús fue un hombre de verdad, con todas las pulsiones de un hombre, pero que se mantuvo puro y célibe toda su vida. En muchas ocasiones da la sensación incluso de que la iglesia católica cae en el docetismo (la herejía que convierte a Jesús no en un hombre real, de carne y hueso, sino en un ser que, aún teniendo apariencia humana, era en realidad "otra cosa") a la hora de "limpiar" la figura del Nazareno.
De acuerdo con la más estricta ortodoxia católica, Jesús era un hombre completo, de cuerpo entero y, consiguientemente, sexuado. Dios se hizo hombre, y dentro de esa condición está la sexualidad. ¿Cómo la ejerció? ¿Qué relación mantuvo con las mujeres?
Los grandes exegetas coinciden en negar que Jesús se hubiese casado. Y eso que el celibato contravenía las leyes religiosas de su época. "Quien no tiene mujer es un ser sin alegría, sin bendición, sin felicidad, sin defensas contra la concupiscencia, sin paz; un hombre sin mujer no es un hombre", dice el Talmud. Y menos, si ése hombre era un rabbí, un intérprete de la Ley que, por lo tanto, no podía oponerse al Talmud.
'No hay ningún dato para afirmar que Jesús hubiera estado casado'
Rafael Aguirre, teólogo
Uno de los más prestigiosos exegetas españolas, Xabier Pikaza, acaba de publicar 'Evangelio de Marcos. La Buena noticia de Jesús' (Verbo Divino), un exhaustivo estudio de 1.200 páginas. Y sobre este tema concluye así: "No puede demostrarse de un modo absoluto que Jesús fuera célibe. Algunos investigadores han supuesto que podía haber sido viudo y sin hijos. Otros, más fantasiosos, han hablado de sus relaciones con Magdalena o de su apertura afectiva más extensa (un tipo de 'amor' extendido hacia hombres y mujeres, de forma no genital). Otros, en fin, aseguran que, tras la venida del Reino (si hubiera llegado, sin que le hubieran matado) Jesús se habría casado, iniciando un matrimonio distinto... Pero nada de eso sabemos. Nada se puede apoyar en fuentes. Lo único cierto es que durante el tiempo de su predicación, desde su misión con Juan, pasando por su mensaje en Galilea, hasta su muerte, fue célibe".
Otro famoso teólogo español, Rafael Aguirre, sostiene la misma tesis: "No hay ningún dato para afirmar que Jesús hubiera estado casado. Si hubiese contraído matrimonio, los Evangelios lo mencionarían. Además, es plausible que Cristo optase por ser célibe, como los esenios de su época". O como dice el americano John Paul Meier, "Jesús nunca se casó, lo cual lo convierte en un ser atípico y, por extensión, marginal en la sociedad judía convencional".
'María Magdalena', atribuido a la escuela de Velázquez.
'María Magdalena', atribuido a la escuela de Velázquez.
Eso sí, todos los exegetas coinciden también en señalar el papel "especial" de María Magdalena en la vida de Jesús. No fue su mujer, pero estuvo muy cerca de él. En el grupo de mujeres que acompañaban a Jesús y a sus discípulos, ella nunca falla. Es la primera receptora de los acontecimientos pascuales. Por eso se la llama "la apóstol de los apóstoles". "Pero casarla con Cristo es un disparate", asegura el teólogo jesuita Juan Antonio Estrada. El disparate del 'Código Da Vinci', por ejemplo, que muchos se creen.

Discípulas y compañeras de Jesús

Lo que sí está claro en todos los textos evangélicos, canónicos y apócrifos, es que su relación con las mujeres fue uno de los aspectos más revolucionarios del profeta de Nazaret. Jesús rompe con todos los tabúes, en una sociedad en la que a la mujer se la definía como una "luna", porque sólo brillaba y lo recibía todo del "sol", que era el hombre.
'Jesús fue un rabino relativamente anómalo. Las mujeres no sólo estaban presentes, sino que eran discípulas'
Antonio Piñero, autor de 'Jesús y las mujeres'
"Te doy gracias, Señor, por no haberme hecho mujer", rezaban los varones todas las mañanas. Porque la mujer era un ser inferior. Por eso, iba siempre con la cabeza tapada, no podía pararse por la calle a hablar con un varón, no podía ser testigo creíble en un juicio, tampoco podía heredar y, en caso de que su marido muriese, pasaba a ser propiedad de su hermano. Y, por supuesto, cuando estaba menstruando no sólo era impura, sino que convertía en impuro todo lo que tocaba.
"Jesús rompe con toda las tradiciones culturales de su tiempo y trata a la mujer como a un igual", explica Pikaza. De hecho, las mujeres forman parte de su círculo más intimo, de sus más estrechos colaboradores y acompañan al profeta itinerante en sus correrías apostólicas. "Varones y mujeres aparecen en su proyecto como iguales, sin prioridad de un sexo sobre el otro", sostiene el exegeta español.
Y el catedrático Antonio Piñero, en su libro 'Jesús y las mujeres' (Aguilar), sostiene que "Jesús fue un rabino relativamente anómalo en el panorama de los maestros de la Ley del siglo I, porque tuvo un ministerio activo en el que las mujeres no sólo estaban presentes, sino que eran discípulas"
En su trato con la mujer, fue un revolucionario, desafió al legalismo de su tiempo
De hecho, El Evangelio de Marcos dice que las mujeres "servían" a Jesús. Y explica el biblista argentino Ariel Álvarez, "si estas mujeres 'servían' a Jesús, es porque de alguna manera predicaban el Evangelio, sanaban enfermos, expulsaban demonios y realizaban las mismas funciones de los demás discípulos, no porque cumpliesen exclusivamente tareas de cocina y limpieza".
Y es que, como dice Pikaza, "Jesús no quiso sacralizar la sociedad patriarcal de su época" y "fundó un movimiento de varones y mujeres, en contra de los rabinos de su época, que no admitían a las mujeres en sus escuelas". Jesús no sólo las acoge, sino que las escucha y dialoga con ellas "como con personas libres", las respeta y las valora en igualdad con el hombre.
Más aún, Pikaza sostiene que, dentro de su movimiento, las mujeres fueron las seguidoras de Jesús más fieles y radicales. De hecho, al llegar la prueba de la Cruz, "los doce le abandonan; ellas, en cambio, permanecen fieles hasta el final".
Un Jesús, por lo tanto, profundamente inclusivo, que desafía frontalmente los preceptos patriarcales profundamente establecidos. En su trato con la mujer, Jesús fue un revolucionario, un profeta que desafió al legalismo confuso e inerte que entremezclaba la vida religiosa y social de su tiempo. Un visionario defensor de los derechos de la mujer. Todo un feminista.



   La verdad es que como digo en el título ¡Qué más da! Es decir ¿En qué manera afectaría en su mensaje el que Jesús se hubiera casado o no? ¿Realmente importaría?
   Los que procuramos saber más de la figura de Jesús sabemos de sobra que vino a cambiar todo lo que se daba por sentado y todas las viejas leyes (la adúltera que iba a ser apedreada, juntarse con pecadores públicos, obrar milagros en el día sagrado en el cual no podías mover ni un jodido dedo so pena de muerte...), en pos de mostrarnos el verdadero y amante rostro de Dios, por lo tanto ¿iba a ser diferente la cosa en el caso de las mujeres? Sabemos de sobra que no. El trato de Jesús fue siempre igualitario; y las mujeres fueron siempre tan importantes como los hombres. Sí, doce eran sus apóstoles, y los doce eran varones; pero también fueron de los primeros en seguirle, eso no quiere decir que los prefiriera varones, si no que las circunstancias se dieron así.
   Históricamente se ha tratado muy mal a la mujer; venimos de una sociedad patriarcal que poco a poco, y con mucho esfuerzo, vamos convirtiéndola en una sociedad de iguales. Jesús hizo un gran esfuerzo, y no necesitó ni hacer reproches, ni usar violencia física ni verbal para ello. ¿Por qué? Porque los verdaderos cambios los hacemos dando ejemplo con nuestros actos; sin necesidad de darles publicidad, ni grandes discursos para dejarlos luego olvidados en un cajón, si no con constancia. La verdad es que es una lástima que la gente a día de hoy no se aplique el cuento y prefiera ir a las bravas, cuando sabemos de sobra que así jamás conseguiremos esos cambios a los que tantos aspiramos. Los creyentes cristianos también aspiramos a esa sociedad más igualitaria y fraterna, pero es más fácil ponernos a todos la etiquetita de retrógrados sin molestarse en preguntarnos y fijarse sólo en lo que dicen algunos que (casualidades de la vida) son a los que se les presta oído en los medios por que sus argumentos son los que conviene oír para poder atacar mejor y seguir haciendo demagogia e insultar de forma gratuita a todos.
   Lo dicho: no sé si con un sólo fragmento de un pergamino se llegará a demostrar si Jesús de Nazareth estuvo casado o no, pero la verdad, es que eso no importa, lo que realmente cuenta es su mensaje y el estilo de vida que proponía (más solidario y fraterno), y estos no creo se vieran alterados ni un ápice por el hecho de estar teniendo vida conyugal o célibe. Sería como preguntarnos por ejemplo si Cristobal Colón era rubio o moreno, totalmente irrelevante para lo que realmente nos importa.


1 comentario:

  1. Querido amigo:

    Estoy muy de acuerdo contigo. Esto me hace creer y admirar la figura de Jesús aún más en todas sus facetas y virtudes.

    Siempre he pensado que la figura de Jesús, como cristiano, es algo más que si ha tenido relaciones, si se ha casado o tuvo descendencia.

    Le admiro por lo que es, por lo que fué y por lo que será.

    Aún así, siempre he dicho y lo mantendré, que ha sido el hombre como tal, y sobre todo, la Iglesia Católica como Institución, la que ha desvirtuado la imagen la Bilbia y sobre todo, de la mujer.

    Ellas fueron las que estuvieron alrededor de él. La historia machista fue quien la catalogo de inútil y algunas veces, de prostituta (María Magdalena, por ejemplo), cuando la mujer o mujeres que acompañaron a Jesús, siempre fueron las que estuvieron y perduraron en la vida de Jesucristo.

    Por tanto, la mayores "fans" de Él y que nunca dudaron de su palabra mientras que sus discípulos corrían despavoridos sin saber que hacer con sus vidas cuando a éste le crucificaron, fueron ellas, las mayor discípula de nuestra religión. Por ser eso, madres y amigas y las mejores compañeras que podemos tener en la historia. Le pese a quien le pese.

    Un fuerte abrazo

    Jesús

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