martes, 18 de septiembre de 2012

Adiós, Señora

   A la atención de la Señora Esperanza Aguirre y Gil de Biedma:

   Disculpe que no comience esta misiva con los habituales "Querida Esperanza" o "Estimada Esperanza", pero eso implicaría cierta familiaridad o trato cercano que usted y yo nunca hemos tenido (y seguramente jamás tendremos). No obstante, quiero ser correcto en mi misiva, y creo que la forma de encabezar esta carta, es lo más aséptico, correcto y formal que he encontrado.

   He de decir que ayer, cuando leí la noticia de su dimisión en la red social Twitter, me quedé estupefacto; tanto, que apagué la consola e hice algo que rara vez hago: poner la tele y verla.No la voy a engañar, me chocó y mucho que alguien que se dedica a la política, que está al frente de la Comunidad de Madrid, de la noche a la mañana, y sin previo aviso, diga que deja la política.

    Siéndole sincero, usted jamás fue Santa de mi devoción; cuando iba al instituto, sufrí en mis carnes sus políticas, gracias a las cuales, nos pelábamos de frío en clase en invierno, pues no llegaba el dinero ni para calentar los institutos. Como delegado de mi clase, asistí a la fundación del Sindicato de Estudiantes. Aunque nunca formé parte del mismo, sí que me hicieron llegar el trato despectivo que usted les dirigió a ellos, cómo se negó a escucharles y que incluso llegó a reírse de ellos en sus caras.

   Años más tarde, la necesidad hizo que tuviera que dejar los estudios y ponerme a trabajar. Tuve la suerte de encontrar trabajo en el sector del comercio, sector al que sus políticas como presidenta de la región ha perjudicado notablemente. Sus leyes perjudican al pequeño comerciante en beneficio de las grandes cadenas (parece que usted olvida que las PYMES son las que realmente han hecho fuerte este país), miles de establecimientos de toda la vida, negocios familiares, han tenido que cerrar arruinados por no poder competir ni con los horarios, ni poder hacer frente a los impuestos y pagos debido a que sus ingresos no son los mismos que los de la grandes superficies. Más cínico aún me ha resultado por su parte verla manifestarse en favor de las familias, cuando sus leyes permiten que los mismos trabajadores de comercio (NO se ha contratado a nadie más para cubrir esos domingos y festivos extra que usted ha autorizado que se abra) tienen que ver que los únicos días que tienen para disfrutar de sus familias (los fines de semana), les han sido arrebatados. ¿Cómo concilia esto la vida familiar y laboral de los empleados? Nosotros también queremos manifestarnos por la familia, y sobre todo, por nuestro derecho a disfrutar de ella, algo que usted nos ha negado gracias a esa ley que impulsó usted a principios del verano pasado.

   No, Señora, yo no la echaré de menos. No lloraré por su marcha ni la homenajearé. No lo haré por que usted ha hecho mucho daño en mi entorno directo; es más, considero que se ha marchado usted demasiado tarde.

   Pero tampoco voy a rebajarme al insulto y la descalificación; no la faltaré al respeto, por que considero que en cuanto un interlocutor tira de esos recursos, pierde toda la razón que pudiera tener; y desde luego, ni usted ni sus simpatizantes me prestarían la misma atención. Como le he dicho, no es usted de mi agrado, pero eso no es motivo para comportarme como un hooligan de la política. Vuelvo a repetir los mismo: que ojalá se hubiera marchado usted antes, antes de hacer tanto daño como ha hecho a tanta gente.

   Ni suyo, ni afectuosísimo, ni nada por el estilo; por los mismos motivos que el encabezado es el que es.
   Simplemente Adios, Señora.

                       José Luis Ruiz

P.D: Señor Tomás Gómez Franco, líder del PSOE madrileño, le recuerdo las reglas de la política (sí, esas mismas que ni a ustedes los del PSOE, ni a sus compinches del PP les dio la gana cambiar porque ahora mismo les benefician demasiado en detrimento del resto de partidos políticos españoles):
 
   Cuando un partido político presenta unas listas a unas elecciones, los miembros de dichas listas tienen un orden por un motivo sencillo: en caso de que la persona que ostenta un cargo (ya sea el de presidente, como el que lleva los cafés al presidente) deje de hacerlo bien por renuncia, bien por incapacidad de cualquier motivo, le sucede el siguiente en lista. O lo que es lo mismo y se aplica a su caso: El que la presidenta de la comunidad haya dimitido, no implica que lo haga el partido en bloque, así que usted no va a poder "hacerse cargo de la Comunidad de Madrid a partir de mañana" como llegó a decir ayer; No. Tampoco quiere decir que se convocarán elecciones a dicha comunidad. Lo que sucederá, es que a la presidenta le sucederá la persona que ocupaba el número 2 en su lista, exactamente igual a lo que sucedió con el Ayuntamiento de Madrid. ¿No le gusta? Cuando el pueblo lo pidió en su día (15 de Mayo de 2011), y ha seguido pidiendo desde entonces, su partido estaba en el gobierno de la nación, y el PP estaba en la oposición. Ambas formaciones decidieron ignorar y desoir a ese pueblo que tanto dicen ustedes representar, así que ahora no me vengan con lloriqueos y lamentos; han cosechado ustedes las tempestades que germinaron de los vientos que ustedes mismos sembraron, así que les digo lo que mismo que nos aplican ustedes al pueblo: "Ajo y agua"

   Al igual que a la señora anteriormente citada, ni suyo, ni afectuosísimo, ni nada por el estilo.


 

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