domingo, 9 de mayo de 2021

Reboot

 

    Es una tendencia en el mundo del “Cómic” (tebeos o historietas, como algunos las hemos conocido siempre), y de las series de televisión y cine últimamente el hacer Reboots ¿Y qué significa esta palabrota? Pues, según las distintas traducciones o acepciones de la misma, significa re-imaginar, re-tomar, o re-iniciar una cosa.

    Hace unos meses, debido al estado de alarma y las limitaciones de aforo, se tomó la decisión de poner una misa más para niños y jóvenes a las 12:00 ¿Cómo hacer, si parte del coro de la misa de 11:30 (Ahora 11:00) tienen además grupo justo después de misa? Sopesé, medité… A las 11:00 puedo seguir tocando el bajo, pues hay guitarristas de sobra; pero, ¿dejar una misa (en la que además hay niños) sin coro? Entonces entendí que Dios es lo que lleva años esperando de mí, y hacia donde lleva tanto tiempo encaminándome: A iniciar nuevamente de cero; a re-iniciar dejando de lado mis gustos y comodidades, y ponerme al servicio de la comunidad.

    Es curioso cómo, una y otra vez, desde que entré en el ministerio de la animación litúrgica, me he encontrado con esta situación. Me pasó hace ya muchos años, cuando, recién entrado en el coro de la misa de 11:30, hubo una desbandada de los jóvenes que formaban parte del mismo; me pasó nuevamente en torno al año 2002 tras otra desbandada de jóvenes que hubo en la parroquia; nuevamente me ocurrió en Panamá… Mas como nos dijo en su día mi tocayo, José Luis, el misionero paul: “No hay casualidades, existen Diosidades

    He entendido ahora que es lo que Dios hace conmigo: me pone ahí en esa situación una y otra vez para que dé un paso al frente, a re-iniciar dejando a un lado gustos y comodidades, arremangarme, y ponerme manos a la obra, aunque sea inicialmente en solitario, que Él ya proveerá, e impulsará a otras personas a acompañarme, como ya está sucediendo.

    A día de hoy, 9 de Mayo, con el estado de alarma extinguido, y en el momento de escribir estas líneas, no sé durante cuanto tiempo más se prolongará esta situación, pero ahí estaré y continuaré mientras sea posible, porque sé que es mi lugar.

    Dios nos habla diariamente; no con palabras claras y directas, pero sí con gestos o situaciones. Depende de nosotros el que estemos atentos y sepamos/queramos escucharle. Así que ya sabéis, tened bien limpias las orejas del corazón para poder estar atentos a lo que se nos dice.









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