miércoles, 21 de octubre de 2009

Diez Años dando la nota


¿Cuando empezó esta pequeña historia de amor con las guitarras? Aún no lo tengo claro; pero sí que me recuerdo desde pequeño haciendo poses de guitarrista mientras escuchaba música. Pero si busco en mi memoria más reciente, creo que mi historia musical comienza realmente en 1996.
Una amiga de la parroquia (Sonia) vino a verme jugar un partido de voleibol, y después, me convenció para que la acompañase a la coral polifónica en la que se encontraba. No tuvo que esforzarse mucho para que al final yo decidiese entrar, siendo colocado por el director del coro en la cuerda de los bajos. Fueron unos 6 meses los que estuve en aquel coro, y os juro que me esforcé, pero no era capaz de leer partituras, y cantaba más bien por mimetismo; imitando lo que cantaba la gente que estaba a mi alrededor. Lo pasé muy bien cantando Godspell, y conocí gente muy maja; amén de que los conciertos en los que estuve fueron una buena experiencia que atesorar.
Pero me tocó repetir curso; y comprobé que tenía que priorizar entre mis muchas actividades; y como el deporte no me venía mal, dejé la coral para seguir haciendo voley. Pero el gusanillo de la música estaba ahí aún mordiéndome por dentro, y al saber que en la parroquia había un coro para la misa de jóvenes y niños, decidí entrar. Allí tuve trato mucho más directo con los guitarristas del coro (ya los conocía; pero sólo de vista), Miguel Redondo y Eduardo Molina (a sus pies, señores), a los que pregunté si era muy complicado tocar la guitarra. Cuando su respuesta fue que no lo era, tomé la determinación de adquirir una.
Como en casa no es que abundasen las pelas, decidí ir ahorrando mi paga semanal durante todo el trimestre, para poder comprármela yo solito. Sacrifiqué muchas tardes de Sábado sin tomarme ni una sola coca-cola, para poder alcanzar mi objetivo. Mi abuela, sabedora de dicho afán, me ayudó dándome de vez en cuando unas pelillas para conseguir que mi sueño se hiciese realidad.
El mismo día de las notas, me fui al Alcampo con el dinero reunido (8500 pesetas) para comprar la guitarra; aún a pesar de haber suspendido 3 asignaturas en un curso que estaba realizando por segunda vez, nada me iba a detener.
Orgulloso como estaba de mí mismo por haber conseguido la pasta (aún a pesar de las miradas de reprobación de mi madre por haber vuelto a suspender), no tardé en acercarme al coro ese Domingo dispuesto a estrenar mi instrumento. La mirada de Miguel se iluminó, y una sonrisa se dibujó en sus labios al tiempo que decía: "¡Qué bien! alguien que va a aprender y me va a retirar, que ya llevo 15 años tocando" Tras la misa, me enseñó un ritmo básico que se encuentra en casi todas las canciones, y una canción de misa con ese ritmo y sólo cuatro notas; para que fuese practicando. Mis torpes intentos, no me dejaron desanimarme; aunque no sabía cómo afinar la guitarra de oído, y tenía que depender tanto de Miguel, como de Edu para afinarla, eso no me echó para atrás. Acabé ahorrando para comprarme un afinador electrónico, y así no tener que esperar al Domingo para tener la guitarra afinada; así podía seguir practicando durante la semana. Al final de curso, Miguel dejó el coro, considerando que ya podía estar algo suelto; pero mis dudas y mi miedo fueron más fuertes, y acabé dejando la guitarra abandonada en un rincón.
Comenzando el curso 97/98, decidí coger la guitarra de nuevo con bríos renovados, y apoyándome en Edu; aunque él, poco a poco, fue desapareciendo, lo cual me daba un canguelo alucinante, pues me quedaba sólo como guitarrista. Busqué apoyos en Sara Alonso (una dominica que estaba en la parroquia y también tocaba) mientras yo me iba soltando. Además, aprovechaba todas las convivencias que había en la parroquia y a las que yo asistía, para llevarme la guitarra a cuestas, e ir practicando.
El curso 98/99 fue crucial, pues aunque había una chica de la parroquia en la que me apoyé (y mucho) para tocar (Ana María; una chica muy maja de mi edad que tocaba de miedo), sus constantes ausencias me hicieron tener que lanzarme a tocar sí o sí. También en ese curso, toda la gente más mayor de ese coro fue desapareciendo; dejándome a mí y a 4 personas más intentando hacer lo imposible (que aquello sonara bien)
Ya en el curso 1999/2000, me quedé oficialmente como guitarrista principal y oficial del coro, llevando mi querida guitarra a todas partes; compartiendo acordes con Javier Alvarez (alias Goku; no confundir con el cantante) y (en menor medida) con Edu, el cual me enseñó algún que otro truco para ir acelerando mi aprendizaje.
Desde entonces hasta ahora, han sido 10 años en los que mi guitarra y yo, hemos dado las notas para que el coro pueda cantar sin desviarse de la entonación; y mucha gente ha compartido acordes conmigo (Todo un honor). Quisiera ir enumerándoles para que vean que me acuerdo de tod@s ell@s, y que el haber tocado a su lado, ha sido parte crucial de mi aprendizaje. Miguel Redondo, Edu Molina, Sara Alonso, Ana María, Javier Álvarez, Jozo, Ana Molpeceres, Raúl Collazos, Angel Ruano, Mario y Nono (Dominicos), Alberto y Yoana (La felguera) Tere Jiménez (Mi sister, Jo) Soraya Rivero; y más actualmente, Dani y Eli (Santiago Apostol) Rosa (San Juan Evangelista), Loli Pulido y Esther Peña (Sagrada Familia); tocar a vuestro lado, es todo un motivo de alegría para mí; y espero que podamos seguir teniendo ocasión de seguir tocando en el futuro.
¿Y ahora? Pues desde hace un par de años, me decidí a ir transmitiendo lo poquito que sé, a nuevas generaciones. No pagué nada a nadie por aprender, por lo que veo ridículo cobrar por hacerlo. Cada dos semanas, los jueves por la tarde voy enseñando a gente que tiene ganas de tocar, de aprender, y disfrutar con la música. Mil gracias os doy, chicas y chicos, por venir y poner interés en estas clases. Me alegraré sinceramente si algun@ de vosotr@s llegáis algún día a dedicaros a la música, y se os da bien. Nada me alegrará más que saber que aporté mi granito de arena, y que algo os he transmitido. De nuevo, gracias a Pablo Pérez, Patricia Arévalo, Olivia, Melita, Rafa Castillejo, Manuel Amaya, Sara Estremera, Paloma Ropero, Patricia, Rocio, Claudia, Cristina, Victor, Adrián, y tod@s los que queráis asistir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario