miércoles, 27 de octubre de 2010

Malas noticias

Como algunos sabréis, el día 7 de Octubre, el hombro se me volvió a salir mientras dormía; justo cinco minutos antes de que sonase el despertador para irme al trabajo. Mi desesperación no podía ser mayor. Justo los meses anteriores había estado entrenando a tope en el gimnasio, esforzándome especialmente en la zona superior para evitar precisamente lo que me ha sucedido.
Al llegar a urgencias, y mientras estaba en el triaje, explicando lo sucedido, el hueso volvió a su posición original, quedándome desconcertado por lo sucedido, y aliviado a la vez (una vez que el hueso vuelve a su sitio, el 85% del dolor desaparece, y os puedo asegurar que el dolor es tremendo). Cuando me vio la traumatóloga de urgencias, y supo que era la 4ª vez que sufría una luxación en ese hombro, que esta era la 2ª vez que se me dislocaba durmiendo y que en ninguno de los casos anteriores me habían dado ni tan siquiera rehabilitación, soltó un profundo suspiro. Ella sabía de sobra cual es el procedimiento habitual en estos casos (inmovilización con cabestrillo durante 3 semanas), y es lo que hizo; pero a la vez me informó que esto de poco iba a servir, pues mi hombro ya se ha salido por todos los ángulos posibles, y que esto ya se debería haber solucionado el año pasado con cirugía. Acto seguido, me dio indicaciones para pedir cita con un traumatólogo especialista en hombros que hay en el Hospital.
Estas tres semanas han sido insoportables; sin poder conducir, entrenar, tocar la guitarra... ni siquiera cosas tan cotidianas como sacar al perro, comer o ir al baño han estado exentas de dificultades y (en algunos casos) respingos de dolor. La semana pasada me vio un médico, el cual, sin pararse a mirarme detenidamente, me dijo que la forma en que se había salido el hombro era perfectamente normal, y que no sería necesaria cirugía, y que estimaba que volvería al trabajo el 15 de Noviembre.
Ayer me vió el traumatólogo, el cual me estuvo preguntando por todos los episodios de luxación que ha tenido mi hombro; cómo me los hice, cómo volvieron a su lugar; luego estuvo explorando la zona afectada y viendo cómo estaba de limitada la articulación a la hora de moverla. Me pidió una resonancia (que veremos a ver cuando me la hacen) y me dio unos ejercicios de rehabilitación, que los hiciese durante una semana para recuperar la movilidad y así poderme reincorporar al trabajo la semana que viene. También me dijo que tengo todas las papeletas para pasar por quirófano, aunque prefiere esperar a los resultados de la resonancia. La verdad es que salí bastante tranquilo de esa visita.
Pero hoy el de FREMAP me ha dejado el ánimo por los suelos. Me ha dado una explicación mucho más detallada del por qué se ha producido la lesión, del tipo de daños que muy seguramente tenga mi articulación, y las posibilidades de cirugía y de cómo quedaría después la cosa. Tras preguntarle cuando podría volver a trabajar, me dijo que si no había dolor, tal como me había dicho el traumatólogo, podía volver la semana que viene, pero que si el dolor persistía, que me olvidase (Este tío se cree que yo me puedo tirar encerrado en casa 3 meses como el año pasado... ¡pues va listo! ¡Yo no estoy dispuesto a pasar por otro encierro!) Añadió después que la rehabilitación sólo sirve para recuperar movilidad y reducir el dolor, pero que en ningún caso me va a curar, ni los músculos cubrirán el hueco que el tejido ha dejado al descubierto... y que la mejor solución es la cirugía. Cuando le pregunté si luego podría hacer mi vida normal, y si podría hacer pesas, me dijo algo que me ha dejado chafado: "Dado el alcance de tu lesión, yo de tí me olvidaría de volver a hacerlas jamás. La zona dañada y por la que estás teniendo las luxaciones (zona frontal), es muy delicada, y por muy buena que sea la cirugía, el daño es ya irreversible; lo único que conseguirás será volverte a lesionar. Olvídate de las pesas para el resto de tu vida".
Esto ha sido un jarro de agua fría; la verdad es que aún estoy asimilando que voy a tener que dejar un deporte para el que me sentía dotado y que no es que me gustase; ¡Es que me encantaba! Ayer estaba de un excelente humor, aún a sabiendas de que tenían que rajarme y tenerme en reposo durante una temporada bastante larga. ¿por qué? Por que sabía que una vez que pasase todo eso, podría volver a hacer vida normal. Ahora... la verdad es que ahora el humor que tengo es bastante fúnebre...

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