martes, 30 de mayo de 2017

Día 409

Metido ya de lleno en la rehabilitación. Quiero volver cuanto antes a mi vida normal pre-operatoria (eso incluye, por supuesto, reincorporarme a mi puesto de trabajo, diréis que estoy loco, pero echo de menos a la gente y sentirme útil)
Cuando creo que va a ser una realidad más cercana, llegan los mareos después de comer (y bien heavies, sudo a chorros, y soy incapaz de tenerme en pie), o acabo vomitando la comida, y me tiran por tierra las ilusiones de recuperar mi vida normal; debido a esto, me tiro casi toda la tarde en un estado de debilidad y semi-letargo, que no corresponde a alguien de mi edad. "Es normal" me dicen "La recuperación es lenta, no quieras correr"... ¡Al cuerno! ¿tenéis idea de lo frustrante que es? Ya he descansado demasiado, y quiero recuperar mi rutina diaria ¿es mucho pedir?
Estoy cabreado, muy cabreado con mi cuerpo y organismo por decidirse a declararme la guerra de esta manera.

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