martes, 27 de julio de 2010

Gracias por las moscas


¡Qué coñazo de moscas! Es una de las frases que más solemos repetir en Verano. Y es verdad que estos insectos llegan a ser una auténtica molestia; siempre zumbando a nuestro alrededor, y posándose en todas partes, produciéndonos un molesto cosquilleo. Muchas veces oigo la expresión "No sé en qué pensaba Dios cuando las creó".
Pues las moscas forman parte de aquellos insectos que en la cadena alimentaria actúan como descomponedores. Si os fijáis, tan molestos insectos suelen rondar los desperdicios y cadáveres, alimentándose de estos, y ayudando a que dichos restos se vayan asimilando por la naturaleza. Es una tarea desagradable, pero la naturaleza, que es sabia, ha colocado a dichos insectos ahí para que realicen tan poco grata labor.
Sucede, no obstante, que también hay "Personas-Mosca" a nuestro alrededor. Gente molesta de por sí, que revolotean a nuestro alrededor, soliviantándonos y siendo un autentico coñazo. Cuando no están criticando a fulanito, lo hacen a menganito, y eso cuando no son autentic@s bordes por naturaleza que no acaban de abrir la boca, y ya estás fantaseando sobre cómo encajar tu puño dentro de esa colección de dientes, ese pozo negro del que sólo sale mierda; en definitiva, de su enorme, hedionda y abrupta bocaza. Son gente que ronda en busca de un cadáver que ventear, un error que comete alguien del que hacer toda la sangre que puedan al respecto; gente que, al fin y al cabo, criticarán cada cosa que hagas, pero se cuidarán muy mucho de hacerlo ell@s, para poder estar así a salvo del juicio ajeno.
Supongo que a tod@s y cada un@ de vosotr@s os ha venido a la cabeza alguna persona concreta de vuestro entorno cuyo comportamiento si no es el mismo que os he descrito, sí que es muy parecido.
¿Y qué utilidad tiene esa gente? Pues más de la que os imagináis. Aunque su actitud puede llegar a cansar, molestar e incluso enfadar, yo las veo como una oportunidad de probarme a mí mismo y mi paciencia; de ver cuanto puedo aguantar mientras intentan minar mi moral, o ponen a prueba mi capacidad de defender a la persona que ell@s critican. Gracias a esta gente, puedo descubrir mi capacidad de querer a los demás, y cuando salto en defensa de la persona criticada, acabo redescubriéndola, y viendo cosas positivas que a lo mejor, hasta ese momento no había sido capaz de ver.
Por ese motivo, me gustaría dar gracias tanto por las moscas, como por las "personas-mosca"; Por que aunque su presencia es desagradable, y dan ganas de aniquilarlas por completo, tienen una labor en nuestra vida bastante ingrata: saben que son molestas, que son despreciadas, pero aún así, están ahí cumpliendo su función.

No hay comentarios:

Publicar un comentario