miércoles, 18 de abril de 2012

Ya queda menos...

... para que la pequeña aventura que he emprendido vea la luz.
   Antes se decía que todo hombre que se precie, para serlo ha de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
   He tenido la suerte de que en mi colegio nos hacían plantar un árbol en el patio casi anualmente, y en la excursión que hacíamos al parque del Soto en Móstoles, así que un tercio de la realización lo tenía ya cubierto. El pequeño Nico viene ya de camino, y podré ver su carita a escasos centímetros de la mía a finales de Mayo....
   Así que me quedaba el último y (en teoría), más fácil para mi: Escribir un libro.
   Fácil.... ¡Sí, ya, los cojones! Por lo general se me ha dado relativamente bien eso de escribir, pero una cosa es escribir artículos para un boletín parroquial, o relatos cortos, y otra un libro con su trama, argumento y personajes....
   No voy a mentir: lo intenté, pero en seguida se me agotaban las ideas, además, parecía no haber una continuidad clara entre capítulos, funcionando estos como relatos independientes.
   Eso me dejó bastante tocado; me sentí bastante inútil y derrotado, así que volqué mis esfuerzos en los relatos cortos. Ya no me marcaba un plazo ni un objetivo; escribía sólamente cuando la inspiración me golpeaba.
   Un día, sin embargo, acudió a mi mente una idea: ¿Por qué no recopilar todos mis relatos cortos, convertir aquellos capítulos en relatos independientes, y de ahí crear mi libro?
   La idea fue tomando forma, y me puse plazos nuevamente: Si quería que me lo distribuyesen, tendría que primero registrar la obra, y luego irme pateando las distintas editoriales arriesgándome a terminar con la nariz como un acordeón de tanto recibir portazos en mi apéndice nasal.
   Recordé una frase "Quien no tiene padrinos, no se bautiza". ¿De donde sacaba yo un/a mecenas que me apadrinase y me abriese puertas? Lógicamente, no lo tenía, por lo que me planteé la opción "C": autoeditarme. Sólo necesitaría el dinero para pagar a la imprenta, y el permiso de mi mujer para realizar dicha inversión. Con la luz verde en ambos lados, empecé a pedir presupuesto y...
   ... se podría decir que el resto es ya historia: el presupuesto se ajustaba a lo que tenía pensado gastarme, pedí permiso a algunos amigos para poder usar sus fotos y dibujos como apoyo de mis relatos, y lancé el anuncio por las redes sociales.
   La respuesta de la gente me dejó totalmente abrumado: no esperaba tanta respuesta positiva; lo cual me animó y dio aún más alas. Como vi que la gente se movía, y que mi obra no tenía título aún, decidí someter a votación el título; el cual es "No soy yo, son tus sueños"
   ¿Y qué le falta ahora? pues dos pequeños detalles:
   El primero es el prólogo. Lo suyo sería que lo hiciese yo mismo, contando de donde me viene la afición por la literatura y a escribir, tal vez explicando de donde saqué la inspiración para este o aquel relato, o qué quería expresar cuando los escribía. Sí, supongo que podría hacer eso, pero se me antojaba realmente pretencioso. La verdad es que la mejor idea sería que alguien lo hiciera: que se leyera el escrito y pudiera escribir un texto introductorio y que hiciera una pequeña crítica, que describiera el estilo... no sé, las cosas que se hacen normalmente cuando se prologa un libro. El problema es que no tengo (aún) quien esté dispuest@ a hacerlo. Así que espero que estas líneas espoleen a alguien que reúna el valor suficiente para ello.
   El Segundo es la maquetación. Siempre he escrito en Word, pero resulta que la imprenta me lo pide en formato PDF con líneas de corte de alta calidad, cosa que no he hecho en la vida, pero es esencial para que quede bien. Espero no cagarla demasiado.
   El caso es que "No soy yo, son tus sueños" será una realidad antes de lo que pensaba, pero puede que algo más tarde de lo que había prometido (justo tras el puente de Mayo, ya casi a la vuelta de las esquina), vuelvo a reiterarlo si lo he dicho ya, y si no, ya lo sabéis:
   Un sincero y profundo GRACIAS desde lo más hondo de mi corazón a tod@s l@s que creéis en este proyecto y en mi capacidad para llevarlo a cabo; GRACIAS a todas las personas que me han manifestado su intención de adquirirlo una vez que esté impreso (son 200 copias de las que, si me tengo que fiar de lo que me ha dicho la gente, tendría unas 70 vendidas), y que me han pedido que incluso se lo dedique.
   GRACIAS, mil y una veces, GRACIAS
   Aunque... ¿os confieso una cosa? Ahora me da miedo publicarlo. Temo haber creado unas expectativas demasiado altas, para que luego os decepcionéis...

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