lunes, 16 de noviembre de 2015

Los esclavos del Odio

     Hay gente que parece que nació para odiar; esa gente me da pena, pues vive tan obsesionada en destilar su odio, y hacerlo patente en cada ocasión y a la menor excusa, que parece que su vida sólo gira en torno a despreciar constantemente aquello que odia.
     Ya nos hemos enterado de lo que no te gusta, y que todos y cada uno de tus esfuerzos son para destilar y hacer bien patente y latente tu desprecio, hasta el punto de no hablar de otra cosa.
    Sólo te lo diré una vez: vas por muy mal camino; pues dejas que eso te corroa por dentro, y al recrearte en algo tan destructivo, te acabarás devorando por dentro hasta que no quede nada que merezca la pena en ti (cada vez va quedando menos), mal ejemplo eres para los que te tienen como tal, y cada vez más desagradable resultas como compañía.
   Elegiste ese camino, me parece muy bien, pero no me obligues a recorrerlo; ni contigo, ni contra ti, porque cada vez tengo más claro que el tuyo y el mío cada vez se alejan más, y el que se cruzasen en su día, puede que fuese un error, pero uno del que se aprende. ¿Sabes qué aprendí yo? Que no quiero ser como tú JAMÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario