(Nota: Ya sé que me repito un poco, pero en este caso, y dado que este año he cambiado de grupo, he tenido que hacer un reload)
Carnet de Vida
Me
llamo:
Pero
me gusta que me llamen:
¿Qué
es lo que mejor se me da hacer?
¿Qué
es lo que más me cuesta hacer?
¿Qué
me gustaría ser capaz de hacer?
¿Cómo
me encuentro con respecto a los estudios?
¿Y
con los amigos?
¿Quién
es Dios para mí?
¿Qué
es el grupo para mí?
¿Cómo
me encuentro en la parroquia?
La carta en Blanco
Hoy
he recibido una carta de un amigo. Me ha hecho mucha ilusión, pues hacía mucho
que no sabía nada de él. Me dejé llevar por la emoción, y con nervios, rasgué
el sobre sin pausa alguna. Sólo había una hoja, pero mi sorpresa fue mayúscula
al comprobar que estaba en blanco. Esto me ha descolocado totalmente. Para
preguntarse cómo nos va la vida, y comentarnos nuestras cosas, es muy fácil
ponerse a rellenar folio tras folio.
Pero este folio en blanco me ha picado
especialmente, pues en él, sin palabras, me transmite su vida, sus alegrías,
sus penas, sus triunfos y fracasos; los halagos y muestras de cariño que me
transmite, así como sus reproches por haberle tenido olvidado o por las veces
que hice algo que le hirió. No es fácil, aunque lo parezca, el enviar una carta
en blanco a un amigo.
¿Y
ahora? ¿Qué le respondo a este amigo?
Usando
como base las preguntas respondidas en el carnet de Vida, escribe una carta a
un/a amig@ con quien tengas muchas ganas de hablar contándole tu vida, tus
anhelos y objetivos para este años. ¡Seguro que está deseando saber de tí!
Notas para el catequista:
Elaborar un proyecto personal, es
algo importante para el joven catecúmeno. Es una forma de empezar a tomar
conciencia de su recorrido vital, revisar lo hecho hasta ahora, y marcarse unos
objetivos de cara al futuro. El peligro de elaborar un proyecto personal de
vida a largo plazo, es que se caba dejando abandonado, ponemos metas a muy
largo plazo prácticamente inalcanzables, y al ver que no se han conseguido, nos
dejamos llevar por el desánimo.
De ahí la importancia de que el
proyecto personal, sea de cara al curso que se comienza, y con un plazo medio
(el curso que iniciamos), para poder ponernos objetivos no tan difíciles, pero
sí lo suficiente como para que supongan un reto a vencer.
Otro punto a tener en cuenta y que
debemos enfatizar, es la importancia de compartir dicho proyecto con la gente
del grupo, pues así, los compañeros son testigos de los compromisos adquiridos,
y pueden hacerse cómplices de la persona para que esta se pueda apoyar en ellos
para lograr alcanzar la consecución de sus objetivos, convirtiéndose esto, en
una experiencia comunitaria de gran valor.
Una vez puestos en común los
proyectos personales de los integrantes del grupo, tenemos un estupendo punto
de partida para hacer un proyecto de grupo, para sentar las bases de hacia
donde se quiere avanzar como pequeño grupo comunitario viendo cuales son las
carencias y dudas que nos planteamos como grupo, y en qué aspectos queremos
crecer.
Pistas:
Aunque el grupo llevan juntos
tiempo, no viene mal empezar con este juego para bajarles los humos. Empezamos
jugando al “si fuera…” Consiste en sacar a un miembro del grupo, y susurrarle
al oído el nombre de otro de ellos. Los demás deben adivinar de quien se trata
usando preguntas del estilo: “Si fuera una fruta, ¿Cuál sería?” La persona debe
usar la fruta que mejor describa las características de la persona a adivinar.
Suele suceder que la persona no se sienta identificada con lo que dicen de
ella, por lo que la siguiente batería de preguntas sirve muy bien para que se
dé a conocer realmente.
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