miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mirando al 2012

Dibujo del gran Antonio HerreroAntonio Herrero
   Hace ya bastante tiempo, mi compi y amigo Antonio Herrero, me propuso que escribiera un relato con este dibujo suyo. Aunque he tenido dos semanas de vacaciones para poder llevarlo a cabo; las musas no han querido acudir en mi auxilio. Tal vez es por que tengo la cabeza demasiado ocupada mirando hacia este 2012 que vamos a estrenar en breves.
   Sí, parece ser que este año va a significar para mí uno plagado de cambios. Si ya de por sí mi futura paternidad (prevista para finales de Mayo o primeros de Junio) supone un cambio, el cambio de destino laboral de mi mujer va a ser un terremoto en lo que es la tranquilidad de la vida cotidiana.
  ¿Y eso? Pues veréis; no es un secreto que la economía española, la cual se basaba en el ladrillo (y que aún es incapaz de reinventarse) va de pena. Como no se construye, no son pocas las constructoras que quiebran, y tampoco es poca la gente que se está yendo al paro. Con ese panorama, a los jefes de mi mujer les ha llegado una oferta casi caída del cielo: La construcción de una ciudad hospitalaria en Panamá. 
Hospital de Arganda
    El proyecto es bastante grande y brutal. Imaginaos una complejo de varios edificios donde cada uno de ellos está dedicado a una especialidad: Uno para Pediatría, otro para Oncología, otro provisto de 50 quirófanos... El equipo en el que trabaja Portal ha construido ya dos hospitales: El de Arganda, y el de Torrejón, por lo que el equipo ya tiene experiencia en la fabricación de Hospitales; y por ese motivo, es por el cual les han pedido a ellos que se hagan cargo de este proyecto.
Entrada principal del Hospital
de Torrejón de Ardoz
   Por un lado, es un halago tremendo que le pidan a este equipo que se encargue de ese macro-proyecto; eso quiere decir que reconocen su trabajo, y lo han juzgado lo suficientemente bueno y profesional como para hacerse cargo de la ciudad hospitalaria de Panamá.
Vista aérea del Hospital de
Torrejón de Ardoz
   El precio, es bastante alto: Hay que estar dispuesto a irse a vivir allí por lo menos 3 años; y cuando tienes tus raíces echadas, y tu vida hecha aquí... como que cuesta mucho. Fríamente hemos tenido que escuchar la oferta, ver las posibilidades y echar cuentas con el dinero que ofrecen, y ver cómo cuadra con nuestra situación actual (que no es mala, pero sí bastante complicada). Aparte, hay una cosa que no se suele pregonar mucho por ahí, pero en el mundo de la construcción, y más en épocas de crisis y escasez de trabajo, el que rechaces una obra prácticamente supone el fin de tu carrera. No es que vayas a estar mal mirado, pero sí que no eres una de las personas a las que es prioritario llamar cuando la cosa vuelve a despegar. 
   Hemos tenido la suerte de que los jefes de mi mujer tienen muy bien considerado su trabajo, y que por ese motivo la quieren a ella expresamente trabajando en ese proyecto; por lo visto el tema de calidad y medio ambiente en la construcción es algo que está menos arraigado en Panamá que en España (y ya es decir, que aquí somos muy de boquilla, pero a la hora de la verdad nos pasamos el medio ambiente por el arco del triunfo a la hora de trabajar), y por eso, y por que (según dicen ellos), ella es la mejor en ese aspecto, LA QUIEREN en ese proyecto. ¿Lo bueno aparte del reconocimiento a su labor profesional? Que han sido bastante flexibles con el tema de su embarazo, la dejan volverse dos meses antes de dar a luz, para que pueda traer a nuestro hijo al mundo en España, y le han dicho también que se tome el tiempo de baja que sea necesario y oportuno para recuperarse del parto. En una sociedad donde muchas empresas (a pesar de lo que digan), miran con malos ojos a las empleadas que son madres, hemos tenido la suerte de dar con un equipo donde los superiores lo respetan bastante.
   ¿Y qué pasará conmigo? Pues yo me quedaré aún por aquí un tiempo (al menos hasta que ella se vuelva a marchar con nuestr@ (aún no sabemos lo que es) peque para allá. El vivir sólo durante un par de meses va a ser toda una experiencia (una cosa es estar de Rodríguez un fin de semana o una semana, pero dos meses, habrá que ver qué tal lo aguanto), pero con el ajetreo diario de mi jornada laboral, el sacar al perro, las actividades parroquiales, el proyecto "Es algo diferente",  el llevar la casa.... creo que no voy a tener tiempo de sentirme sólo (creo que para dormir tampoco lo voy a tener, jajajaja). Luego me llegará el turno de irme yo también. He tenido la suerte de que en el trabajo me conceden una excedencia de hasta máximo 5 años (espero no estar tanto tiempo fuera), por lo que al menos, cuando volvamos a España, yo tendré el puesto de trabajo asegurado por lo menos, pues no sabemos cómo estará la cosa en la construcción para entonces. Siendo realistas, esto ante todo, nos supone el ganarle unos años al paro, y conseguir seguir pagando la hipoteca y llegar a fin de mes tranquilos (un lujo que pocas familias en España se pueden permitir a día de hoy). 
   ¿Qué haré en Panamá? Pues por lo visto la tasa de paro es prácticamente inexistente de lo baja que es. Dicen que en principio no debería tener problema en encontrar trabajo, por lo que en ese aspecto soy bastante optimista.
   Lo complicado es mirar lo que dejo atrás: Una familia, los amigos, un trabajo en el que llevo 12 años... es como resetear y empezar de cero, en un país extraño. Me consuela saber que no es indefinido, y que no es para siempre; me consuela en estas fechas de invierno el que allí la temperatura no baja de 23 grados, y que la lengua oficial es el Español (aunque yo en Inglés me puedo defender), y me consuela el saber que la gente que realmente merece la pena, me estará esperando con los brazos abiertos a mi regreso.
   Pero sí, no puedo evitar el mirar el dibujo de Antonio, y sentirme identificado con lo que debe sentir ese soldado avanzando en soledad hacia la nada: tal vez por que yo siempre me he considerado un luchador, un guerrero, un buen soldado que hace su trabajo sean cuales sean el enemigo y las circunstancias; aun a pesar de que cuando te enfrentas a la soledad, tienes todas las papeletas de enfrentarte a tu peor enemigo; a ti mismo. Pero... ¡En fin! Josele cogió su fusil, y se adentró a la nada...



P.D: ¡Gente! Tenemos aún por delante 10 meses para quedar, charlar, ponernos al día, y despedirnos... No me gustaría dejarlo para última hora, que luego las cosas se acumulan, y con el jaleo siempre me olvido de alguien... ¿Cómo era? ¡Ah, sí! "CARPE DIEM"

2 comentarios:

  1. ¡Vaya! pues sí que llega un 2012 llenito de cambios, pero esto va a ser bueno para vosotros, ya lo verás.

    Muchos besos a los tres.

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  2. Ya sabéis que mi hermana Zalasa está ahí al lado, en Costa Rica, a lo mejor os puede dar unas pistas sobre la vida en el caribe! Ánimo y a por todas

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