jueves, 22 de septiembre de 2016

Día 157

     (No lo leáis si sois sensibles, que me voy a poner escatológico)


     Hoy he tenido una experiencia que algunos dirán que es científicamente imposible: ¡He sudado la grasa! Hoy he querido probar con doble ración de entreno, y en un momento que me he ido a limpiar el sudor de la segunda sesión, he notado el tacto del mismo diferente: no era el líquido acuoso al que estoy habituado, si no algo más denso y untuoso (¡Cágate lorito con la palabrota!), que, además, ensuciaba la toalla.


     Siguiendo con las "guarrerías", he notado también que, además, de un tiempo a esta parte me he vuelto más flatulento... ¿Será por el meneo de vientre? El caso es que además son de los trompeteros, y estoy pensando ya en ofrecerme como "sección de vientos" para orquestas de Fiestas de pueblos y así me saco un sobresueldo, que la cosa está mu' malita

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