jueves, 4 de junio de 2009

Mi compañera de sueños


Esta que veis aquí, viene siendo mi compañera de sueños desde hace ya un año y medio, que es cuando me diagnosticaron de Apnea de sueño.
De toda la vida, siempre he roncado cuando dormía; y siempre me han dicho que mis ronquidos son tremendamente escandalosos. También en los últimos años, notaba que por muchas horas que durmiese, me levantaba aún más cansado y agotado que antes de acostarme; cosa que no terminaba de comprender, pero ya sabeis lo poco amigos que solemos ser todos de ir al médico; "ya se me pasará" me decía.
Hasta que un verano, que me fui al bungalow de una tía mía, a pasar una semana con mi mujer y mi madre sonó la señal de alarma: Me levantaba a eso de las 9:30 de la mañana; desayunábamos y nos íbamos a la playa, y tras el primer baño, me tumbaba en la toalla y me quedaba dormido hasta que me tenían que levantar para irnos a comer; comíamos, y me echaba la siesta ¡hasta las 19:00! tiempo para dar un paseo, cenar, y acostarnos a las 0:00; y así hasta el día siguiente; y aún así, estaba muy cansado, y los ronquidos eran cada vez más fuertes (más que ronquidos, parecía como que me ahogaba).
Cediendo al final a los ruegos de ambas (¿Quién se atreve a decirle "NO" a dos mujeres;) ?), decidí ir al médico; y tras un año de pruebas y visitas a varios especialistas (y una prueba determinante que en un alarde de imaginación fue llamada "La prueba del sueño") se me diagnostico la dichosa enfermedad.
Esta consiste en que los músculos de mi traquea se relajan en exceso durante las horas de sueño, permitiendo que la úvula (lo que conocemos como la campanilla) se relaje también tapando la entrada del aire, provocando que no llegue aire al cerebro e impidiendo las fases de sueño profundo (las que realmente reparan el organismo y le ayudan a descansar). De ahí que estuviera siempre tan cansado. una vez me diagnosticaron la dolencia, el tratamiento ha sido claro: Este familiar de R2D2 me acompaña ahora todas las noches, introduciéndome aire a presión a través de una mascarillas por las fosas nasales, y empujando a su vez a la úvula, evitando que mi traquea quede bloqueada. Gracias a esta máquina, ahora duermo mejor (aunque al principio fuese un poco incómodo, pues me encanta dormir boca abajo, y con esta mascarilla en la cara es imposible hacerlo en esa postura), y me levanto más relajado. ¿Y lo mejor? Mi mujer me dice que gracias a esta máquina ya no ronco, por lo que somos dos los que descansamos en realidad.

Ahora en serio, si notáis los mismos síntomas que describo aquí, pese a sonar alarmista e hipocondríaco, os recomendaría que visitaseis al médico; pues la salud es algo con lo que no se debe jugar.

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