viernes, 9 de diciembre de 2016

Día 236: Miedo


     Miedo es lo que siento cada vez que toca entrenar hombro, pues así fue cómo me disloqué el hombro por primera vez (hubo 3 veces más, y acabé en quirófano por ello)


     No es de cobardes reconocer que se siente miedo; pero negar que se tiene, sí es de estúpidos. Tiene gracia que haya sido en una obra de ficción en la que he encontrado una frase motivadora al respecto: "Sólo cuando se siente miedo es cuando un hombre muestra valentía de verdad".

     Bien cierto es: si dejamos que nuestros temores nos atenacen y paralicen, no sólo estaremos bloqueados: estaremos JODIDOS, pues nos estaremos negando la posibilidad de crecer y mejorar, estancándonos en el "No puedo" cuando en realidad es "No me atrevo"

     Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero mirad de frente a vuestros miedos que os limitan; mirádles a las pelotas de los ojos y decídles "Las mías son más gordas", y acto seguido, ¡A por ello! 

     Demostrad vuestra valentía, haced frente a esos pánicos, y os aseguro que puede que no de inmediato, puede que no mañana ni el mes que viene, pero si sois constantes incluso en la valentía de enfrentaros y no dejaros acobardar, un día superaréis ese escollo, y podréis dirigirle un enérgico corte de mangas a esos límites castrantes.

     Sé de lo que hablo; hoy mismo he trabajado en hombros con el doble de peso que manejaba cuando me lesioné. 

     Creedme: Se puede

No hay comentarios:

Publicar un comentario