miércoles, 16 de marzo de 2011

Carnet de Vida

Carnet de Vida

Me llamo:

Pero me gusta que me llamen:

¿Qué es lo que mejor se me da hacer?

¿Qué es lo que más me cuesta hacer?

¿Qué me gustaría ser capaz de hacer?

¿Cómo me encuentro con respecto a los estudios?

¿Y con los amigos?

¿Quién es Dios para mí?

¿Qué es el grupo para mí?

¿Cómo me encuentro en la parroquia?

La carta en Blanco

Hoy he recibido una carta de un amigo. Me ha hecho mucha ilusión, pues hacía mucho que no sabía nada de él. Me dejé llevar por la emoción, y con nervios, rasgué el sobre sin pausa alguna. Sólo había una hoja, pero mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que estaba en blanco. Esto me ha descolocado totalmente. Para preguntarse cómo nos va la vida, y comentarnos nuestras cosas, es muy fácil ponerse a rellenar folio tras folio.

Pero este folio en blanco me ha picado especialmente, pues en él, sin palabras, me transmite su vida, sus alegrías, sus penas, sus triunfos y fracasos; los halagos y muestras de cariño que me transmite, así como sus reproches por haberle tenido olvidado o por las veces que hice algo que le hirió. No es fácil, aunque lo parezca, el enviar una carta en blanco a un amigo.

¿Y ahora? ¿Qué le respondo a este amigo?

Usando como base las preguntas respondidas en el carnet de Vida, escribe una carta a un/a amig@ con quien tengas muchas ganas de hablar contándole tu vida, tus anhelos y objetivos para este años. ¡Seguro que está deseando saber de tí!

Notas para el catequista:

Elaborar un proyecto personal, es algo importante para el joven catecúmeno. Es una forma de empezar a tomar conciencia de su recorrido vital, revisar lo hecho hasta ahora, y marcarse unos objetivos de cara al futuro. El peligro de elaborar un proyecto personal de vida a largo plazo, es que se caba dejando abandonado, ponemos metas a muy largo plazo prácticamente inalcanzables, y al ver que no se han conseguido, nos dejamos llevar por el desánimo.

De ahí la importancia de que el proyecto personal, sea de cara al curso que se comienza, y con un plazo medio (el curso que iniciamos), para poder ponernos objetivos no tan difíciles, pero sí lo suficiente como para que supongan un reto a vencer.

Otro punto a tener en cuenta y que debemos enfatizar, es la importancia de compartir dicho proyecto con la gente del grupo, pues así, los compañeros son testigos de los compromisos adquiridos, y pueden hacerse cómplices de la persona para que esta se pueda apoyar en ellos para lograr alcanzar la consecución de sus objetivos, convirtiéndose esto, en una experiencia comunitaria de gran valor.

Una vez puestos en común los proyectos personales de los integrantes del grupo, tenemos un estupendo punto de partida para hacer un proyecto de grupo, para sentar las bases de hacia donde se quiere avanzar como pequeño grupo comunitario viendo cuales son las carencias y dudas que nos planteamos como grupo, y en qué aspectos queremos crecer.

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