domingo, 16 de diciembre de 2012

Mira, chato...

   Hoy me ha pasado algo realmente curioso. Había decidido dejarlo correr, pero cuando algo te reconcome por dentro, creo que es mejor soltarlo.

   Hoy hemos acudido a misa como todos los Domingos; hemos sido "madrugadores", pues la de niños es a las 10:00 de la mañana. La iglesia del Carmen, que es a la que acudimos, tiene varios accesos, y una gran explanada donde poder aparcar; y aún así, suele ser complicado encontrar sitio. Afortunadamente, hay un solar anexo protegido con una puerta, que durante el día permanece abierto para que podamos aparcar y así evitar la tentación de aparcar en medio de la calzada (cosa muy habitual en este país, por cierto), así que nos hemos ido a ese solar.

   En el acceso, había un mendigo, un hombre de unos cuarenta y muchos, al cual la gente le iba dando (o no) algunas monedas. He de decir, que en esta iglesia te encuentras tres personas pidiendo en cada acceso al templo, más varios chavales haciendo de "gorrillas" ayudándote a aparcar, y que incluso por una propinilla te lavan el coche (la gente se busca la vida como puede).

   El caso es que después de salir de misa, nos hemos dirigido al coche; el mendigo no estaba, pero sí uno de los gorrillas sentado a la sombra. Hemos ido al coche, hemos montado al peque, y hemos salido. Justo cuando llegábamos a la puerta de acceso, el buen hombre ha aparecido, y al ver que no hemos parado para darle dinero, el tío ha salido como alma que lleva el diablo corriendo detrás del coche; ha pegado la cara al cristal (no hemos oído los improperios que nos ha podido soltar, pero sí el último comentario ácido y lleno de mala leche "¡Ya te lo pagarán en el cielo!") Sinceramente, no he querido bajarme a decirle cuatro cosas, por que no era plan, pero... espero que me disculpéis por desahogarme aquí:

   "Mira, chato. En esta iglesia hay más gente pidiendo que dentro del templo (que ya es decir), y que yo sepa, la caridad es algo que surge de uno, no algo que se exige así de buenas a primeras.

    En cada puerta de entrada al tempo (3 he contado), hay por lo menos dos madres con sus hijos pequeños (algunos de meses), más gente vendiendo chucherías (a las que no les he comprado nada, y como dato, uno incluso estaba vendiendo alcohol, botellas de Ron "El abuelo" para más señas). En la zona del aparcamiento, he contado por lo menos a 10 personas dando indicaciones a la gente para que aparque, y algunos incluso lavando vehículos. Tú te limitas a sentarte a la sombra, y te ausentas para luego aparecer de la nada (por cierto, no se me ha escapado el detalle de lo que llevabas en la mano, una lata de Balboa) y pretender que te den dinero así, por tu cara bonita.

   No tengo que darte explicaciones de ningún tipo, pero ya que, sin conocerme has emitido un juicio de valor, te las voy a dar, y además voy a juzgarte yo a ti, a ver qué tal te sienta. No suelo ser de ir contando por ahí a quién le doy limosna y a quien no, ni tampoco de decir a donde destino mis donaciones, por aquello de "Que no sepa tu mano derecha lo que da tu izquierda", pero ya que me has tocado tanto lo que no suena... Siempre suelo echar unas monedillas en la colecta, y mira por donde, que hoy ha habido una segunda colecta para apoyar unas escuelas infantiles y de capacitación profesional para chavales sin recursos y que están en la calle (proyecto por cierto, que sí que existe, y que están ampliando para dar cabida a más chavales con la construcción de un tercer módulo); otras veces la segunda colecta ha ido destinada a comedores sociales, albergues... El caso es que entre las dos colectas, más unas monedas que he dado a una de las madres en la puerta, he vaciado la cartera; es verídico, no tenía ni un centavo. ¿Que podría haberte dado algo a ti? Probablemente, pero viendo que no "te lo curras" como el resto de la gente que está en el aparcamiento, viendo en qué lo inviertes (un brick de jugo es más barato, más nutritivo, menos dañino e igual de refrescante que la cerveza que portabas) y que (repito) NO TENÍA NI CINCO, pues como comprenderás, no te he dado nada.

   Por cierto, en el tiempo en que has salido disparado echo una furia detrás de mi vehículo, han salido detrás otros tres coches, y entraban otras dos familias a retirar el suyo, por lo que en tu rabia ciega por reclamar lo que no te iba a dar, has perdido 5 potenciales personas que te podrían haber dado incluso más que yo, que tengo el mal vicio de no llevar dinero en metálico nunca encima, y el poco que llevo, suele ser calderilla..

   Añado: el chantaje emocional, pretendiendo etiquetarme como mal cristiano, es un golpe bajo que en mí no tiene efecto. Si pretendías darme clases de fe, empieza tú por no juzgar al prójimo y mirarle con mirada de amor. Eso sí, no te preocupes, el próximo día, te llevaré un sandwich y un jugo; por que para comer no tengo inconveniente en dar y compartir, pero yo NO LE PAGO VICIOS A NADIE. ¿A que jode que te juzguen sin conocerte? Pues eso

1 comentario:

  1. Comprendo que llevando a tu esposa e hijo en el coche ni te bajaras, pero el próximo domingo, de ser tú, dejaba a mi familia dentro de la iglesia, me acercaría al fulano de marras y le daría una copia de este post. Y si no sabe leer se la leería yo mismo. Y si le da por ponerse bravo, le arreo un par de hostias sobre el terreno, que con la envergadura que tú tienes le puedes dejar en K.O. técnico al primer guantazo.

    Y luego le das el sandwich y un jugo para que se reponga del susto. Ya sabes que la letra con sangre entra.

    Un abrazo, querido Josele.

    ResponderEliminar