viernes, 23 de noviembre de 2012

Desde el Exilio (IX)

           La conducción, o cómo acordarte de cómo se reza

   No sé si he comentado ya la manera de conducir que tienen aquí, pero os puedo decir que es una bastante temeraria. Parece que los intermitentes sólo están de adorno, la gente se cruza los carriles casi sin mirar... y si te descuidas, aquí ni "Ceda el paso" ni leches. Esto hace que uno acabe sacando la agresividad que tiene dentro, y teniendo en cuenta que soy una persona que suele reprimirla mucho, y que al volante me suelto... El otro día, sin ir más lejos, un camión decidió cambiar de carril así, por las buenas, y sin mirar por el retrovisor si había alguien... ¡Pues estábamos nosotros! La pitada que se llevó fue de campeonato, por que además estábamos situados de tal forma que no podía ni frenar ni acelerar. Lo único que parece que se respeta son los semáforos, y a veces ni eso; añadid todo esto a que aquí no se invierte tanto en iluminación nocturna y...

   Nico malito y la sanidad en Panamá

Cuando no intentaba escaparse por su cuenta
de la cuna, se dedicaba a morder los barrotes.
   Como bien sabéis, Nico ha estado un tanto pachucho; le llevé le Miércoles de la semana pasada al pediatra para hacerle seguimiento y que le echase un vistazo a la tos que tenía, y nos encontramos con tenerle que dejar ingresado por una bronquiolitis y principio de neumonía. Han sido días bastante complicados, pues no se le podía dejar sólo. Como hemos podido nos hemos organizado con las noches, el ir y volver a casa a hacer la comida y lavar la ropa, traerle cosas al peque... Además, Nico se ha hecho bastante famoso en la planta: primero por su tamaño, pues todos creían que tenía cerca de un año (lo que nos da una pista del tamaño de los bebés panameños), después por su fuerza y resistencia: se resistía con tanta energía a que le pinchasen para ponerle las vías, que hacían falta cinco personas para sujetarle mientras una sexta trataba de canalizarle; y aún así, casi le cierra un ojo a una enfermera de un puñetazo ¡un bebé de 6 meses! Creo que está claro qué es lo que ha heredado de mí aparte de la simpatía. Han sido días como decía, duros y complicados en los que ha habido rabietas de un día entero que nos lo han dejado además afónico. Desde el Lunes la cosa se nos hizo eterna, pues en principio sólo iba a pasar la noche del Miércoles al Jueves, luego, como no reaccionaba todo lo rápido que debiera a los medicamentos, la cosa se alargó al fin de semana; de ahí al Lunes, y del Lunes, hasta ayer a medio día. Ha sido una fase de desgaste para los tres tremenda, pero bueno; al menos ya estamos en casa.

No podía retrasarme con el bibe, o se
comía la cuna. Mirad la cara de voraz
   La sanidad, por cierto, es de pago. Aquí la gente tiene sus seguros privados, pero aún así, hay cosas que llevan un copago. En otros casos (como el nuestro) pagas en metálico la consulta del especialista y los procedimientos, y con la factura, tu seguro te lo reembolsa; pero por lo pronto tienes que pagar. Imaginaos el susto que tenía al pensar lo que llegaría a costarnos una semana de hospitalización... para que os hagáis una idea, el que te atiendan en urgencias va desde los 30$ a los 54$; la consulta del pediatra de Nico salió por 40$, y mi consulta al otorrino, más el procedimiento de aspirarme el tapón salió por 90$. En el momento del alta, me trajeron unos documentos; me indicaron que yo no tenía que abonar nada, pues ya se le había facturado todo al seguro (afortunadamente, la póliza de la empresa de Portal es muy buena), pero aún así, me dieron la factura desglosada a título informativo de el coste total.... 7600$ Sólo el hecho de ocupar la habitación sale por la friolera de 175$/día, los honorarios del pediatra han sido 1900$, el que viniera el neumólogo dos días (cada visita de no más de 10 minutos) 200$... Viendo estas cifras uno se da cuenta de dos cosas:
Nico ya en casa. ¡Vaya cara
de felicidad!
1° De apreciar la sanidad española, que tenemos un sistema bastante bueno y que entre políticos y defraudadores se la están cargando. Políticos por su manía de recortar en sanidad; y los defraudadores son muchos: No sólo los que no pagan la cotización de sus empleados a los que tienen sin contrato y cobrando "en negro", si no también a los que tienen un trabajo "B" en negro por el que no cotizan, e impiden que otra persona pueda estar ahí cotizando, también por los que se cogen bajas sin estar enfermos (cuando estás de baja, es la Seguridad Social la que paga tu salario base a la empresa, adivina de dónde sale el dinero)
2° Del negociazo que puede ser la sanidad; por lo que no me sorprende que haya gente dispuesta a privatizarla.


     Prohibido llevar armas.

Este cartel está en el acceso del garaje del
hospital al interior del mismo.
   Una de las cosas que más me llaman la atención aquí es la proliferación de carteles prohibiendo entrar con armas de fuego; sobre todo en Hospitales y Farmacias. Me explico: Es de sentido común dicha prohibición, lo que me sorprende es que sean necesario dichos carteles. La aclaración me llegó el otro día cuando fui al barbero a arreglarme un poquito los pelos de la cara (¡Sí, aquí el oficio de barbero aún existe gracias al cielo!), había otro hombre que había ido a recortarse el pelo, y pasó lo típico: que el hombre pegó la hebra a charlar con el sufrido peluquero (para que luego digan que es algo que exclusivamente hacen las mujeres; otro cliché sexista abajo). El caso es que empezó a decir que no le parecía normal lo fácil que es sacarse la licencia de armas, y que con la licencia básica tienes derecho a estar en posesión de hasta 10 pistolas; con esa licencia básica lo que no puedes usar son automáticas (metralletas, UZIs y demás) y rifles de cazar osos y superiores... ¡10 pistolas! ¿Para qué demonios quiere un ciudadano de a pie tener 10 pistolas? Por lo visto, esto es herencia yankee...


             Clichés y estereotipos.

   Mención aparte merecen también los estereotipos que le pone la gente a aquellos que son de otros países. Cierto día, yendo con Nico a devolver unas pelis al vídeo-club, paré en una tienda de cuadros para preguntar por un cristal para un marco que se nos ha roto en el viaje. El caso es que empezó a llover con muchísima fuerza (los micro-monzones de aquí), lo cual me obligó a quedarme en el interior de la tienda (la dueña fue una mujer muy amable invitándome a quedarme hasta que dejase de llover, a unirme a la conversación, e incluso me ofreció un café)
 
   Como Nico quería salir a toda costa, no pude participar mucho de la conversación, pues su rabieta me obligó a estar pendiente de él todo el rato, pero aún así, para no ser descortés, iba atendiendo a lo que decían. Un hombre mayor estaba monopolizando la conversación, dándose aires de que era un hombre de mundo, y que había visto muchas cosas, y estaba dispuesto a demostrarlo contándolo (aunque, como ahora veréis, fuese mentira). El tío debía de estar disfrutando siendo el centro de atención, y como sabía que sus interlocutores tendrían muy pocas posibilidades de viajar "como él", para poder confirmar o desmentir lo que  decía.

   Primero empezó a decir que si él había sido miembro fundador de Les Luthiers, que si la formación original estaba disuelta por que varios de ellos se quedaron a tocar en grandes bandas de Estados Unidos, que no todos eran Argentinos y que él era la prueba... hasta que uno de sus interlocutores le dijo que uno de esos que él decía, había muerto en Cuba hace relativamente poco, y él que no, que vivía en Miami al lado de  Alejandro Sanz.

Vestido de sevillana.
"Ridículo" según el señor
   Luego, empezó a presumir de su viaje por Europa, y aquí empieza el Show: según este buen señor, en Alemania son todos rubios, beben cerveza incluso para desayunar, y las mujeres son más masculinas que los hombres; en Francia, se pasan el día comiendo un pan muy raro (baguettes) y croissants, y todos llevan boinas. ¡Ah, que se me olvida! Y alemanas y francesas no se depilan.

Pollera panameña, inspirada
en el vestido de sevillana
   Pero al llegar a España, ya no me pude contener; cito textualmente lo que dijo el buen señor, por que se me quedó grabado a fuego en la memoria:

"No es cierto que en España todos sean toreros y que ellas vayan con esos vestidos ridículos a lunares (vestidos de sevillanas en los cuales se inspiraron para diseñar sus tradicionales polleras panameñas, él verá si son ridículos o no). Los Españoles son casi todos morenos, aunque no es raro encontrarse españoles rubios, más altos que nosotros y hablan a voces. Se nota que es la cuna de grandes campeones deportivos, pues todos juegan al fútbol, y los pocos que son lo bastante altos, juegan al basket, aunque nunca serán mejores que los americanos. Además las mujeres no suelen llevar ropa interior, algo que me parece altamente anti-higiénico si le añadimos el hecho de que casi nunca se duchan ni se bañan. Es una pena, que con la lencería tan bella que hay en Europa, las mujeres españolas vayan siempre sin brasier (sujetador) ni panties (bragas)."

   Me gustaría decir que fui discreto y que permanecí  en silencio, y que dejé al buen hombre que siguiera soltando perogrulladas, pero en ese momento no podía aguantarme más la risa, así que tras una estruendosa carcajada que hizo girarse a todo el mundo en la tienda (5 personas), y tras pedirles perdón por el susto que les acababa de dar, tuve que responder:

   "Disculpe, señor mío, pero servidor es Español de nacimiento y crianza, y de hecho, no me he movido del país excepto en mi luna de miel; y tras oírle, me temo que tengo que corregir algunas de las cosas que usted manifiesta: Para empezar, es una alegría para mí el comprobar que ya la gente no piensa que los hombres vamos por la calle embutidos en unas mallas apretadas y empedradas en dorado (el cielo para una choni) y armados con una espada, ir matando toros cada dos pasos; me alegra el ver que se han dado cuenta que el traje de sevillanas es un traje festivo típico de la zona sur del país, en el cual se inspiraron para hacer sus polleras panameñas. No obstante, he de puntualizar que no todos los españoles somos deportistas, y mucho menos futbolistas; que yo soy de elevada estatura, pero no juego al basket, ni soy moreno.
   Por cierto, me gustaría que me aclarase en qué parte de España ha estado usted para describir así a las mujeres. Si sólo se trata del tema de no llevar ropa interior, me temo mucho que usted ha estado o en la Casa de Campo, o en la calle Montera, por que, Señor mío, le puedo asegurar que todas las mujeres que he conocido en mi vida llevan bragas y sujetador, y si hay algo que cuesta, es quitarles ambas prendas. Y en lo que respecta a ducharse, las únicas personas que no lo hacen, son aquellas que no disponen de agua corriente y viven en las calles, exactamente igual que en Panamá. Otra cosa es que al estar en un clima seco, no sudemos tanto, y con una ducha al día sea suficiente para estar bien aseado (dos al día en verano), pero de ahí a afirmar que los españoles no nos duchamos... mire, (y levanté el brazo dejando el alerón al aire) le invito cordialmente a que se acerque y compruebe si su afirmación es verdadera o no... 

   No sé si el hombre no acercó su nariz a mi axila por no arriesgarse, o de la vergüenza que le acababa de hacer pasar; pero la cosa es que se fue a la trastienda y no le volví a ver. Me asomé y vi que había dejado de llover, así que, guiñándole un ojo al resto de la gente (que estaban a punto de reírse del pobre hombre, pero por educación no lo hicieron), me despedí no sin antes agradecerles la hospitalidad. Creo que le caí bien a la dueña, pues me dijo que no dudase en volver otro día para seguir conversando.





1 comentario:

  1. José, aquí si hay sanidad pública, de hecho la ciudad hospitalaria que hemos venido a hacer es una obra de la Caja del Seguro Social para renovar sus maltrechos hospitales (el más moderno de los hospitales publicos tiene unos 40 años) Lo que pasa es que en este pais, como en muchisimos otros, el que no paga sus impuestos de seguridad social, no tiene seguridad social. Será que ellos pensaron (no como los españoles) que de esta forma no se arruinan pagando medicos y medicinas a gente que no contribuye a que el sistema se mantenga en pie. Así pues, nosotros, como extranjeros que somos, no tenemos derecho a esa sanidad publica, al menos hasta que mis papeles estén en regla y la empresa empiece a cotizar por mi a la seguridad social de aqui.

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