domingo, 11 de noviembre de 2012

Libros de Octubre (Exorcismos)

   En Septiembre, antes de venirnos a Panamá, hice una compra de varios libros sobre el tema del Exorcismo y las sectas satánicas. Sé que a mucha gente de mi entorno parroquial le escandalizaría de sobremanera el hecho de que un catequista, el mismo que ha llevado a sus hijos, se interese por el tema; y, seguramente su reacción sería la de un profundo rechazo.
 
   No obstante, aprovechando que esta página es mi pequeño latifundio personal, donde puedo expresarme de forma amplia y completa sin temor a ser interrumpido (cosa a día de hoy imposible en una conversación normal, ¿por qué no le enseñan a las personas el arte de debatir sin tener la mala educación de interrumpir al que está hablando y exponiendo sus argumentos? por ese motivo prefiero la expresión escrita a la oral), puedo exponer los motivos por las que me intereso; gusten o no.

   Me intereso por que es un tema en el que los catequistas de adolescentes no estamos PARA NADA formados, lo cual es un tremendo problema si tenemos en cuenta que la adolescencia (el rango de edad en el que me muevo) es una etapa especialmente difícil, donde los jóvenes empiezan a cuestionarse muchas cosas; donde los cambios físicos de la pubertad les crean cierta inseguridad emocional, y es (aunque no lo quieran admitir) lo que les empuja a la rebeldía contra la autoridad paterna, contra todo lo que les han enseñado. En esa edad buscan sus propias respuestas, tener sus propios argumentos e ideas; se sienten desestabilizados por que el cuerpo que tan bien conocían, empieza a cambiar, y en el 90% de los casos, nunca de la forma que a ellos les gustaría, y si cosas que antes daban por hechas mutan de esta manera ¿por qué no van a hacerlo el resto, las cuales no consideran tan consistentes? Es la edad en la que todo se magnifica: cuando se está contento, eres la persona más feliz del mundo; cuando sufres una decepción, el mundo se te viene encima y quieres morirte ahí mismo. Es una edad de grandes altibajos emocionales, donde los jóvenes son altamente vulnerables. Sus inseguridades y los primeros escarceos amorosos, su desesperación por conseguir ese "sí" de la persona en la que se fijan, les pueden hacer caer en el esoterismo de la forma más tonta. Puede parecer algo insignificante, pero que puede conllevar ciertos peligros al "jugar" con fuerzas que ni sabemos qué conllevan.

   Muy probablemente soy la persona menos indicada para estudiar este tipo de temas, pero durante mi adolescencia me acerqué mucho a las denominadas "Ciencias Ocultas", hasta el punto de que con 17 años ya estaba al tanto de las distintas "Sociedades Secretas" en la historia y la actualidad (Rosacruces, Masones, Illuminati, Golden Dawn, Rotarios...), sabía del Fenómeno Ovni, los viajes astrales, la Ouija (por cierto, las jóvenes hermanas que "patentaron" este sistema de "contacto con el más allá" fueron descubiertas como fraude, y que los crujidos sobrenaturales que se oían en su casa, en realidad los hacían ellas con sus articulaciones de una manera similar a la que hago yo crujir mis dedos al cerrar la mano derecha). Como decía, probablemente sea la persona menos indicada para profundizar en ello; se necesita una mente fuerte y poco influenciable para ahondar en el lado más oscuro de nuestra fe. Hay gente que con solo leer lo que yo he leído en estos meses, se sugestionaría y vería cosas donde no las hay; dejando, sin querer ni siendo conscientes de ello, la puerta abierta al gran adversario que tenemos los hijos de Dios para que nos fastidie un poco la existencia.

   No faltarán los escépticos que dirán que son todo cuentos chinos, o que si es un invento más de la iglesia para que, a través del miedo, tenernos bien ataditos y obedientes. Pues damas y caballeros, a pesar de que he tenido la inmensa suerte de no haber presenciado ningún caso de posesión, sé y soy consciente de que es algo jodídamente real (perdón por la expresión, pero la uso para dar énfasis en lo que digo), y que puede pasarnos a cualquiera; seamos creyentes o no. También soy consciente de que quien se adentra en este tipo de cosas, tiene muchas papeletas para verse afectado. Es como en "La Guerra de las Galaxias" o "Harry Potter": si te interesas mucho por "el lado oscuro de la fuerza" o "las artes oscuras", corres el riesgo de verte seducido o atraído por fuerzas que escapan totalmente a tu control. Ese es el error en el que tendemos a caer los humanos. Nos acercamos a la oscuridad totalmente convencidos de que podemos dominarla por que se muestra débil y sumisa... es una máscara, una trampa para que nos acerquemos, nos confiemos y, cuando menos nos lo esperemos, nos veamos atrapados por ella.

   ¿Por qué (os preguntaréis) entonces, creyendo como creo que es real, y sabiendo como sé a lo que me expongo, lo hago? La respuesta es sencilla: por que los catequistas NO ESTAMOS PREPARADOS para ello, y nuestros jóvenes necesitan que alguien les prevenga de tomar esa vereda; en definitiva, por que en realidad, no hay nadie más dispuesto a hacerlo: a investigar, a aprender, y tratar de no verse afectado ni sugestionado por ello. Tal vez he pecado de presuntuoso y soberbio al pensar que yo sí lo estaba, o que era la persona más indicada para ello. A día de hoy, sabiendo lo que sé, soy consciente de lo mucho que me he expuesto, y que esto tarde o temprano dejará su huella (quiera Dios que no). Sin embargo, sigo manteniendo que es algo que alguien tiene que hacer, y que aunque sé que no soy el más indicado para ello, sí soy el que ha dado un primer paso que es el de adquirir conocimiento fuera del folklore y las exageraciones de Hollywood. Por que, aunque a nuestros jóvenes les pueda parecer lo contrario, el tontear con el Diablo no es un puñetero juego, y acaba trayendo funestas consecuencias.

    Dicho lo cual, pasaré a hablar de dos de los cuatro libros que he comprado sobre el tema; los dos que he leído.

   Summa Daemoniaca

   Escrita por el conocido (y demasiado mediatizado) padre José Antonio Fortea, es un libro bastante sencillo de leer. Se nota que este sacerdote (por cierto, recomiendo visitar su blog), tiene cierta facilidad a la hora de expresarse, y en este libro, escrito en forma de preguntas y respuestas, dadas estas con un lenguaje sencillo y comprensible (me recuerda mucho al YOUCAT de la JMJ en cuanto a composición y redacción).
 El padre Fortea nos descubre que en la mayoría de los casos, una posesión no es algo tan espectacular como lo que nos muestran en la película "El Exorcista". La parte de preguntas y respuestas se alterna con testimonios de experiencias que ha tenido en los distintos exorcismos que ha realizado, y escritos de clérigos y religiosas hablando de sus experiencias de Dios, y de su estado de tentación. También hay espacio para explicarnos la sutil naturaleza de los ángeles y los demonios; de lo que pueden y no pueden hacer, de su historia, de cuando se está en gracia o no de Dios, de que son los propios demonios los que se han puesto en la posición en la que se encuentran por decisión propia despreciando las oportunidades de redención que Dios mismo les ha dado...
   El antiguo párroco del Zulema nos da también un remedio-vacuna para mantenernos lo más blindados posible ante la invasión vírica del maligno: algo tan sencillo como la oración. Sí que queda claro (y no se cansa de repetirlo por activa y por pasiva) lo siguiente:

1° El Demonio no entra así como así en el cuerpo de la gente; en todos los casos hay cierta predisposición a ello. En el 95% de los casos, la persona se ha puesto en una posición de distanciamiento de Dios, y hace gala de una conducta de no ser precisamente un/a sant@, o se ha trasteado en exceso con las ciencias ocultas, puertas estas que no deberían abrirse ni para echar un vistazo. En el 5% restante suele tratarse de un trabajo de magia negra o una maldición contra la persona afectada (por cierto, y en opinión personal, hay que ser un grandísimo hijo de puta para querer de manera consciente y voluntaria hacer pasar a una persona por semejante trance).

Tan sencillo como tener el hábito de orar, nos protege
contra los ataques del maligno.
2° Dios suele permitir que estas cosas sucedan como toque de atención a la persona afectada. Es como dice la expresión "El verle las orejas al lobo para reaccionar". No suele ser algo demasiado prolongado en el tiempo si la persona toma conciencia de lo que estaba haciendo mal y tiene propósito de enmienda. Dios no lo hace por diversión, ni porque sea un sádico, si no para enseñarnos algo. Somos seres limitados y encerrados en lo que podemos ver y tocar, o en otros términos, experimentar; y por eso nuestra fe es tan débil. Estas experiencias extremas son las que nos hacen aprender y enderezar nuestro camino.

3° La oración es una arma muy poderosa, y más si se hace con fe. Con la oración muchas veces es suficiente para mantenerse a salvo.

Actualmente el P. Fortea se encuentra en Roma
haciendo el doctorado de Teología.
   El problema (en mi opinión) que el buen padre Fortea ha tenido, es que se sobre-expuso demasiado en los circos mediáticos de la televisión. Quiero entender que lo hizo con la mejor de las intenciones: el dar a conocer una realidad incómoda, pero existente, para así tratar de usar los medios de comunicación para evangelizar. Por desgracia, vivimos en un país muy dado al folklore, que espera los efectos especiales de las películas de la factoría cinematográfica americana, y todo lo que se salga de ahí, es un fraude. A partir de ahí, se le ridiculizó y desacreditó. También hay que tener en cuenta que la figura de un exorcista ha de ser más bien discreta, de lo contrario, si es muy conocido, su parroquia se llenará de curiosos y de gente sugestionada que en realidad el único mal que les afecta es el ser personas hipocondríacas.

   La reciente polémica con el Padre Amorth, exorcista oficial del Vaticano, tampoco le ayuda en absoluto. (1) Son dos puntos de vista enfrentados, y aunque ambos tienen su parte de razón, el airearlo en los medios no solucionará nada; la polémica llama a la polémica, y cuando hay medios de comunicación de por medio, se corre el riesgo de que algo tan serio como lo que se trata, se convierta en otro circo, y estaréis de acuerdo conmigo en que los creyentes lo último que necesitamos ahora mismo son más circos que nos distraigan de nuestra verdadera labor.

   No obstante, vuelvo a repetirlo: un muy buen libro, sencillo de leer, y con el mensaje bien claro.

    Así se Vence al Demonio

   Escrito por José María Zavala. Sinceramente, lo siento por este buen señor, pero su obra no me pareció tan interesante como la anterior; de hecho, el estilo se me antojó un poco sensacionalista, haciendo demasiado hincapié en el rechazo a todo el tema esotérico. ¡Ojo, que razón no le falta! El problema es a la hora de redactarlo, te queda un regusto como de prensa rosa, como de alguien que usa un lenguaje y unas formas en los que se nota descaradamente que se quiere llamar la atención del lector.

   Aparte de eso, encuentro un excesivo protagonismo (que no niego que lo merezca) del Padre Salvador de Murcia; como dando a entender que sólo él es capaz de expulsar demonios de los poseídos y que el mérito es enteramente suyo (el sacerdote que realiza las tareas de exorcismo es en realidad la herramienta de la que se sirve Dios en realidad, pero nunca una figura a la que enaltecer; si así lo fuera, se perdería una de las virtudes que debe tener un sacerdote, que es la humildad). Luego parece querer rectificar eso, y pasa a entrevistar a otros sacerdotes, pero se queda en uno o dos casos, y vuelve a la veneración del clérigo de Murcia.

   Otra de las cosas que no me gustaron fueron las entrevistas: Por mucho que seas una persona creyente, no hay necesidad de demostrarlo cuando complementas las respuestas del entrevistado; es como desnaturalizar la entrevista. Se supone que un entrevistador va a obtener respuestas lo más claras, concretas y detalladas posibles; si nos dedicamos a continuar la respuesta del entrevistado, o le damos una respuesta con sentido de pregunta cuya respuesta por parte del entrevistado va a ser el darnos la razón, entonces hay algo que estamos haciendo mal. Es como si estuviéramos haciéndole ver al entrevistado que sabemos más que él; y aunque fuera así, es hacerle quedar mal. Si sabemos más que la persona entrevistada, ¿qué hacemos preguntándole?

   Mensajes que me quedan tras leer este libro:

1°: Si engañas a tu pareja, vas a que te echen las cartas, lees el horóscopo, escuchas Heavy Metal, bebes alcohol, o fumas, es como si pusieras un gigantesco cartel de Neón en el que pone: "¡Eh, Satanás, por aquí! Cuerpo libre ¿qué esperas para ocuparlo?"

2°: El Padre Salvador es el único enviado de Dios en la tierra, y nadie aparte de él sabe hacer exorcismos.

3°: Mucho ojito con a quién cabreamos o nos enemistamos; cualquiera está capacitado para hacernos un sortilegio o echarnos una maldición por la cual el demonio tomará posesión de nuestro cuerpo, y se verán cosas que dejarán a la peli de "El Exorcista" a la altura de una película Disney.

    Dos libros muy diferentes con cuyos contenidos creo haberme enriquecido un poco más en cuanto a conocimientos sobre la materia. Creo que me tomaré un pequeño descanso antes de afrontar los otros dos que me esperan al respecto; uno de ellos escrito por el Exorcista oficial del Vaticano: El padre Amorth en persona.

(1) Como no sé cuanto tiempo estará disponible el enlace, reproduzco aquí el artículo, en el cual, el Padre Fortea se reafirma en muchas cosas relativas a los exorcismos que desvela en su libro:


ROMA, 02 Mar. 10 / 12:43 pm (ACI).- El conocido sacerdote y exorcista español Juan Antonio Fortea, respondió a la afirmación de otro famoso exorcista, el italiano Gabriele Amorth, de 85 años, quien señaló hace unos días que "dentro del Vaticano también hay satanistas". El P. Fortea dijo que este tipo de afirmación tiene que probarse y que si bien entre los purpurados puede haber algunos "más terrenales", "de ahí a afirmar que algunoscardenales son miembros de sectas satánicas hay un trecho inaceptable".
En una entrevista concedida al diario italiano Il Foglio el pasado 28 de febrero, el P. Gabriele Amorth dijo que la existencia del satanismo en el Vaticano es algo que sabe por "personas que lo han conocido directamente. Y además es una cosa ‘confesada’ en otras ocasiones por el mismo demonio, bajo obediencia, durante los exorcismos". Asimismo indicó que esto es algo de lo que el Papa Benedicto XVI "ha sido informado. Pero hace lo que puede".
Ante estas afirmaciones, el P. Fortea considera "un deber de justicia deciralgunas cosas en defensa del Colegio Cardenalicio y del Vaticano en general".
Para el exorcista español, "evidentemente, ahora como en todos los tiempos, hay prelados más espirituales y otros más terrenales, unos más virtuosos y otros más humanos. Pero de ahí a afirmar que algunos cardenales son miembros de sectas satánicas hay un trecho inaceptable".
Seguidamente relata que "a los que hemos orado por posesos durante años de forma cotidiana, se nos acercan innumerables personas que afirman tener visiones, revelaciones y mensajes de Nuestro Señor. Un cierto número de ellos nos ofrecen mensajes apocalípticos y revelaciones acerca de la infiltración del satanismo y la masonería entre la cúpula de la Iglesia".
"No hace falta decir que la única postura aceptable para nosotros essuspender juicio ante dones cuyo discernimiento requiere de mucho tiempo, a veces meses para cada uno de los casos", agrega.
"La segunda fuente –prosigue el P. Fortea en su blog– por la que se puede llegar a creer que en la cúpula de la Iglesia pulula el Mal en sus peores formas, son las cosas que nos dicen los demonios en los exorcismos. No hace falta decir que saber cuándo un demonio dice o no la verdad es en muchos casos imposible".
El sacerdote español explica que "podemos saber con mucha seguridad cuándo un demonio dice la verdad en la materia directamente relacionada con el exorcismo. Es decir, número de demonios, nombre de ellos y cosas similares. Pero no podemos tener seguridad en lo relativo a noticias concretas relativas a personas".
El P. Fortea explica luego que "el Padre Amorth no tiene otras fuentes de conocimiento que las dos que acabo de citar, a sus mismas palabras me remito para esta afirmación. Mensajes similares a través de esas fuentes es algo sabido por mí así como por otros muchos colegas desde hace muchos años. Entre los exorcistas, algunos han llegado a conclusiones similares a las del padre Amorth. Otros, no".
"Nuestro Colegio Cardenalicio si lo comparamos con siglos pasados es el más edificante y virtuoso que ha conocido la Historia. Habría que retrotraerse a la época del Imperio Romano para encontrar un cuerpo de electores tan alejados de toda pretensión terrenal como el actual. Los cardenales serán mejores o peores, pero todos tienen recta intención y buscan la gloria de Dios", prosigue.
Finalmente el P. Fortea señala que "las afirmaciones hay que probarlas, sobre todo cuando se trata de acusaciones tan graves que afectan a la honorabilidad de aquellos que forman parte de la Cabeza de la Iglesia en cuanto que ayudan al Supremo Pastor".

5 comentarios:

  1. Ay, amigo mío,
    Me temo que ya sabes lo que te voy a responder. Que los demonios no existen. Que son una de las consecuencias de los devaneos de aquellos que le han dedicado demasiadas horas al estudio de la mitología judeocristiana en vez de atender al mensaje de Jesús.
    Jesús nos dijo que para orar no habia que mirar a los cielos, que había que mirar hacia dentro, que el señor ve en lo secreto. Esta peña le ha dado tantas vueltas a los mitos que les ora. En mi opinión, creer en el Diablo y sus amigos es idolatría, una idolatría tan equivocada y peligrosa como el becerro de oro. Mi fe es fuerte, pero limitada, y la resumo en el Credo católico, que en algunos puntos llega incluso a quedarme un poco grande. El Evangelio personaliza la debilidad humana hacia el mal y el egoismo (tentaciones) en la figura del Diablo, pero estarás de acuerdo conmigo en que a Jesús no se le acerco una cabra sobre dos patas diciendo que podia tener todo sobre la tierra.
    Te aconsejo que cuando acabes con esto cojas unos cuantos textos cientificos sobre hipnosis y estados alterados de consciencia. Los trances son un tema de mucho interés en neurología, Amaya es posible que sepa algo del tema.
    Ya sabes que soy una creyente muy escéptica, que opino que Dios dotó al universo con una serie de normas que conocemos como leyes de la física, y que vamos poco a poco desvelando, para un dia dominarlas como nos indicó en el Génesis. Y me cuesta mucho menos creer que las posesiones son patologías agudas de la conciencia y que tienen mas en comun con un ataque de vomitos o cualquier otra manifestacion violenta de una disfuncion corporal inducida por un estado de hipnosis o de autosugestión que con la entrada en el cuerpo de un ser en el que no creo, que insisto que para mi no es mas que la personalizacion mitologica de la debilidad humana por el mal.
    Lo siento Josele, pero creer en el Diablo es quitarle al ser humano su RESPONSABILIDAD en el mal y en los pecados. Conmigo, no cuela.
    Y que conste que no niego la realidad de los trances, niego su origen paranormal.

    ResponderEliminar
  2. Pues si no crees en el diablo, no eres Católica, es un dogma de Fe que el Infierno existe, en el Credo que dices creer...que son artículos de Fe, que todo "Católico debe creer" dice que NSJC "bajó a los infiernos", por lo tanto el diablo y los demonios existen...la biblia también lo prueba.

    Les recomiendo que busquen en YouTube un video que se llama El Tercer Secreto de Fátima que fue creado por vaticanocatolico.com. También en la página web tienen artículos que explican cómo la Biblia prueba las enseñanzas de la Iglesia católica, la necesidad del sacramento del bautismo para la salvación, los dogmas del Magisterio infalible de la Iglesia católica. Además explican qué le ha ocurrido a la Iglesia católica después del Vaticano II, cómo estamos viviendo la Gran Apostasía profetizada en la Sagrada Escritura y en las profecías católicas. El link del video es el siguiente: El Tercer Secreto de Fátima y el Fin del Mundo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, pues no lo seré, si lo dices con tanta severidad. Desde luego la fe católica es la que mejor encuadra mi humilde concepción de Dios, pero yo, como todo el mundo, tengo mi propia visión de Dios. Eso es tan inevitable como el pensar. A menos que estudies todos los dogmas y decidas creerlos todos para ser Católico de verdad, con mayúscula y todo, siempre habrá alguno que no tengas, aunque sea por desconocimiento. Pero hombre, es que hay muchísimos menos Católicos que católicos. Ahora, admito que mi caso es "peor", por haber osado pensar con esta cabecita que Dios me dio y realizar un análisis diferente del Texto, que resumo en mi comentario anterior. Por favor, no me vengas ahora con que gente como yo ha llevado a los Cismas de la Iglesia, que sólo soy un punto de vista.

      ... Y, con todo el respeto, poco me importan los juicios de los hombres. Yo me limitaba a comentar mi opinión sobre un tema con un buen amigo, y has resuelto intentar insultarme. No lo has conseguido. Posiblemente, porque no me conoces. El Señor, sí. En El confío.

      Eliminar
    2. A ver si logro responder por partes sin que nadie se sienta ofendido.

      En lo que respecta al tema de los exorcismos, desde luego que estoy descartando todos los casos de histeria, ataques de vómitos, sugestiones, estados alterados de conciencia, etc. Desde luego, Querida (siempre con mayúsculas, aunque ya deberías saberlo) Zylgrin, eso se tiene en cuenta. En realidad, y según el Ritual Romano de exorcismos, lo primero que dicen es que hay que enviar al afectado a un médico para que este descarte que se trate de ningún tipo de enfermedad psicológica. ¿Sabes de cuando está datado dicho ritual? (redoble de tambores ¡cómo me gusta el melodrama!) Pues data nada menos que de la Edad Media; Siglo XV si no me equivoco. En la actualidad, la iglesia es mucho más rigurosa todavía, y siempre derivan primero a los médicos y psiquiatras para que estos determinen que no se trata de ningún trastorno mental. Sólo cuando estos determinan que a la persona afectada no le pasa nada, es cuando la iglesia comienza a interesarse por el tema y a valorar si se trata de una posesión genuina, o de simple autosugestión. Gracias al cielo, ahora hay muchísimos más filtros.
      Tal como comentan en los libros, tampoco todos los posesos se ponen a levitar (aunque se han dado casos), ni es necesario amarrarles a una cama o una silla; en la gran mayoría de los casos, se sientan en un banco en una capilla mientras el sacerdote dirige una serie de rezos.
      Sí que discrepo contigo en el tema de la existencia del maligno como tal. Supongo que será por el tema de la compensación (bien-mal; blanco-negro; luz-oscuridad; frío-calor). Por desgracia, existe, y su mayor victoria es la de convencer a la gente de su no-existencia, para que así quede de manifiesto que entonces el ser humano por naturaleza es malvado. ¿Con qué fin? Como hij@s de Dios somos, como creaciones suyas somos, es como dar a entender que Dios nos hizo malos, o que le hemos salido defectuosos, para así desprestigiarle. ¡Ojo! Con esto no digo que absolutamente TODO el mal del mundo es cosa de él; pues nosotr@s también aportamos nuestro granito de arena. Como tú bien dices, Dios nos dotó entre otras virtudes de nuestra libertad, de nuestro libre albedrío para hacer o deshacer a nuestro antojo. Efectivamente, ya somos mayorcitos y tenemos pelos en los huevos (en el chichi vosotras a menos que os lo depiléis), para saber distinguir lo que está bien de lo que está mal,y elegir. El problema es que luego no queremos cargar con la consecuencia de nuestros actos, y nos es más fácil echarle la culpa a cualquiera menos a nosotr@s mism@s, y para ello, el adversario es el chivo expiatorio perfecto.
      En resumen: ¿Creo que exista el "patacabra" como tal? Sí, al igual que tenemos un Dios padre buenísimo al que cuando vea (espero que dentro de muchísimos años), espero que me lleve a tomar un helado de vainilla; también hay algo/alguien que personifica todo lo contrario. Ahora bien ¿Creo que sea el responsable de tanto mal en el mundo? NO, al menos no directamente; él puede estar detrás de cada tentación, pero como tú dices (y eso lo subrayo con todos los marcadores que sean necesarios), somos nosotr@s quienes tenemos la última palabra y quienes llevamos esas acciones a cabo o no.

      Eliminar
    3. Johanny, ahora voy contigo:
      Aunque compartimos opinión sobre la existencia del "caracuerno", encuentro el juicio de valor que has hecho a Zylgrin excesivamente duro y hecho demasiado a la ligera. Sin conocerla, sólo basándote en una opinión vertida en un blog, la acusas de no tener unas creencias. Sólo puedo citarte a Lucas «No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y se os perdonará» (Lucas 6,37)
      Opino que los creyentes bastantes problemas tenemos ya en nuestro día a día cotidiano, como para encima liarnos a la gresca entre nosotros; la nuestra es una fe de amor y misericordia, y sobre la cual, se han formado muchos valores de la sociedad actual; de hecho, si observas, los Derechos Humanos, por tener un ejemplo, tienen una gran base del AMOR que Jesús vino a mostrarnos; con esto quiero decir que en muchos aspectos de nuestra fe, pasará que discrepemos unos con otros; y eso es bueno, por que la diferencia de puntos de vista, el saber escuchar al hermano que nos dice algo distinto, nos puede enriquecer.
      Para que te hagas una idea, te lo explicaré con un ejemplo culinario: En casa de mis padres, los Domingos se come Cocido, un plato típico madrileño hecho a base de garbanzos y que incluye carne de vaca, pollo y cerdo, y varias verduras. Los garbanzos son de un color predominantemente beige; pues bien, hete aquí que a veces en todo el guiso sale un garbanzo de color negro. ¿Lo despreciamos? ¿Ponemos cara de asco y lo tiramos? ¡Pues no! en mi casa además, solemos decir que es un signo de buena suerte; y te puedo asegurar que a la persona afortunada que le cae ese garbanzo negro en el plato, le sabe muchísimo mejor el cocido que si no le hubiera caído.
      De la misma manera, te invito a que sepas mirar con los ojos amorosos y misericordiosos del padre; que en vez de cerrarte en banda ante un comentario que no te agrade, primero lo pases por el corazón y te preguntes: "¿Qué me dice esto a mi?" por que ¡Quién sabe! a lo mejor el propio Dios nos puede estar hablando por donde menos esperamos; mira si no el caso de la burra de Balaam (Números capítulos 22 al 24 si no me equivoco)
      Escuchar al otro: Sí. Discrepar: También. Argumentar: Siempre, por supuesto. Juzgar: ¡Ojo! Jamás a la ligera. Decidir quien vale más o quién es más cristiano que otro: Eso es cosa de fariseos

      Eliminar