martes, 26 de febrero de 2013

Editorial Boletín de Semana Santa 2013


Un año más la Semana Santa ha llegado, atrás ha quedado este tiempo de cuaresma, de preparación para esta semana grande para todos los cristianos, esta semana que compone la parte más importante de nuestra Fe.  La semana en la que conmemoramos la muerte y resurrección de Jesús.
   Pero ¿qué es la Fe? Este año que en la iglesia nos estamos dedicando más a indagar en ello, es un buen momento para re-descubrir nuestra fe, para analizarla, meditarla, compartirla con nuestros hermanos (que no nos dé vergüenza…) y a ello han ido dirigidas las jornadas de cuaresma de este año.  La Fe se podría decir que es un regalo que Dios nos ha dado, con el cual podemos mantenernos firmes en el amor al prójimo.
   En el logo queda explicado muy claramente: La Iglesia es un barco en el que todos nosotros somos la tripulación; Con la madera de la cruz, símbolo del amor, ese amor que lleva a dar la vida por los demás, se ha hecho el mástil del que colgar las velas; la fuerza del Espíritu sopla en nuestras velas y da fuerza al oleaje para impulsarnos y así poder llevar la buena nueva de su amor a las nuevas tierras que son los corazones de los demás, y así poder llegar a la casa del Padre, que es nuestro destino último. Pero no solo hemos de dejarnos llevar por las olas y el viento; estas son sólo una ayudita. En esta barca viajamos todos, y todos hemos de colaborar (según nuestros carismas) para que el viaje llegue a buen puerto: podemos remar, llevar el timón, izar o plegar velas, limpiar la cubierta… Todos y cada uno de nosotros somos bienvenidos a este barco, y todos y cada uno de nosotros tenemos algo que aportar en esta travesía para hacer de ella un viaje inolvidable.
   Sí, corren tiempos difíciles, y es casi inevitable caer en la tentación del desánimo, del decir: “¿Para qué esforzarse?” Pero ¿sabéis qué? Hasta los periodos más difíciles tienen una fecha de caducidad; una mala racha es eso: una mala racha; y pasará, y quedará atrás. Pero el amor de Dios, ese amor que nos mueve y nos impulsa, jamás pasar;, como decía la canción: “Cielo y tierra pasarán, mas tus palabras no pasarán”
   No nos dejemos vencer, no nos dejemos desanimar; mirad, Jesús está en la pasarela del barco, esperando a que subamos para iniciar el viaje de nuestras vidas. ¿Nuestro equipaje? El amor y la fe. ¡Ánimo! En este barco cabemos todos y no hay límite de edad para subir
   ¿Y tú? ¿Subes, o te vas a quedar en tierra?

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