domingo, 28 de octubre de 2012

Desde el exilio (VI)

   Una de las cosas más curiosas con las que me encuentro en Panamá, es la falta de originalidad de la que hacen gala. Sólo en la capital me habré cruzado con unos 8 hoteles que se llaman "Panamá" o "El Panamá". También llaman Balboa a su moneda (compatible con el dólar americano, y del mismo valor monetario), una marca de cerveza (la más consumida, de sabor similar a la Cruzcampo, junto a la cerveza marca "Panamá", con sabor ligeramente más metálico y desagradable que la San Miguel y la marca "Atlas"), a una de las avenidas principales del país...
 
   Los que somos un poco frikazos, cuando oímos la palabra "Balboa", en seguida nos acordamos de Rocky Balboa, el boxeador al que Sylvester Stallone interpretó en la saga de películas "Rocky". En realidad se refieren a Vasco Núñez de Balboa, primer Español que divisó el océano Pacífico desde tierras americanas. A él se atribuye el descubrimiento del famoso canal de Panamá, el cual comunica el océano Atlántico con el Pacífico (la famosa ruta alternativa a las indias por las que Cristobal Colón inició su viaje). Conversando con las gentes de los comercios, después de que se les ilumine la mirada al decir que soy español (debemos de tener algo, pues en cuanto abrimos la boca la pregunta siempre es: "¿Españoles?") empiezan a comentar con que si Panamá le debe mucho a los españoles, que si no fuera por Núñez de Balboa, ellos seguirían siendo bosquimanos indígenas, malviviendo en la selva; que si los españoles les hemos traído cultura, que si les hemos mejorado la raza.... ¿Lo cualo? ¡Gente! Que por mucho hacerme la pelota no me voy a gastar 50$ en un sombrero, antes me dejo las melenas aunque eso signifique asarme de calor.

   La verdad es que una vez instalados en casa, y con Portal currando, tengo dos opciones (Aparte de cuidar a Nico):
1°: Quedarme viendo la tele (que por muy de pago que sea, no significa que la programación sea la leche precisamente, pero de eso hablaré en otra ocasión)
2°: Dedicarme a pasear. Como a Nico no le suele molar mucho la idea de estar encerrado, he de optar por esta opción. ¡Menos mal que me compré unas sandalias de travesía de cara al campamento pasado! Me están viniendo de lujo (unas sandalias normales de piscina no son las más adecuadas para las caminatas, y menos en un país donde un paseo por la calle parece uno campo a través).
   Empecé dando paseos de casa al supermercado (siempre hay algo que comprar, que si una lata de champiñones, que si unos guisantes...), y he llegado a las dos horas de paseo; las cuales me vienen muy bien. Como amanece a las 6:00 am (eso si Nico no nos despierta antes), para cuando Portal sale de casa, Nico aguanta poco más encerrado, por lo que aprovecho que no ha empezado el calor serio, para salir de casa. Es salir al descansillo, y el peque se calla súbitamente; y a los 10 minutos de estar en la calle, el jodío ya está durmiendo. Como no voy a volverme a casa, aprovecho para caminar y familiarizarme con el barrio. Paseos de unos 15-30 minutos, se han convertido en caminatas de 2 horas, ejercicio el cual me viene muy bien, dicho sea de paso. Para cuando llego a casa en torno a las 10:00

   Aparte de por su enorme tamaño para un niño que acaba de hacer 6 meses de edad, Nico llama mucho la atención no solo por su color de piel tan blanquito en contraste con los niños panameños, si no también por su simpatía y el intenso azul de sus ojos. Todas las mujeres se paran a mirarle cuando está despierto y sueltan el acostumbrado "¡Ooooooooh!" con mohínes y entrecerrando los ojos (¡Jodío reloj biológico!), y en otros casos le dicen la frase a la que ya me he acostumbrado "¡Regálame tus ojos, bebé!" A lo que Nico (¡Qué simpático que nos ha salido el cachondo!) responde con una de sus mejores sonrisas, y en ocasiones, con una carcajada. A veces siento el impulso de hacer un cartel, el cual poner en el cochecito del peque, ¿qué pondría en el cartel? lo siguiente: "Sí, soy adorable, lo sé. A mi papi le salen los bebés así. Si quiere uno, puede encargárselo de forma gratuita y sin compromiso"

   Otra cosa que llama la atención son las "farmacias", las cuales, de Farmacias en realidad tienen poco; son una especie de mini-supermercados, tiendas de ultramarinos, o... en un caso he encontrado una farmacia de dos pisos la cual parece un Corte Inglés en miniatura. ¡Joder, que hasta tienen cuatro pasillos como los del Mercadona dedicados a decoración navideña! ¡EN UNA FARMACIA!. Sólo faltaría que vendieran tabaco en ellas, por que en algunas me he encontrado hasta pasillo de cervezas.

   Una de las cosas que me lo está haciendo pasar mal últimamente es la humedad del ambiente, no por la sudoración (eso ya se ha estabilizado), si no por lo siguiente: La humedad se empieza a acumular en mis oídos (por muy bien que los seque al salir de la ducha) provocando que se me entaponen de una forma bastante bestia; hasta el punto que apenas oigo bien, y llevo todo el fin de semana prácticamente sordo. Eso me desorienta mucho, y hace acrecentar mi mala leche. Mañana me escaparé a una farmacia donde aparte de preguntar por las entradas del Concierto de José Luis Perales (Sí, también se venden en las farmacias, bizarro ¿verdad?), preguntaré por una pasta especial que se le da a los bebes con un cepillito en las encías que ayudan a calmar los dolores de los dientes que empiezan a hacer su aparición y facilitan su salida, y por algunas gotas o remedio para mis oídos antes de que mi desorientación y cabreo me hagan odiar más a la humanidad.

   Y con esto me despido por hoy, no sin adelantaros que en el próximo capítulo hablaré de lo que pasó el Viernes con la derogación de la ley 72 y los actos de vandalismo posteriores que asolaron el casco antiguo de la capital.

   Sed buenos (es decir, no seáis como yo)

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