miércoles, 16 de noviembre de 2016

Día 213

     Prueba superada: tras el ayuno forzoso, una comida sólida (no me he atrevido a más), y el resto del día medio groggy por la anestesia (+ la debilidad de haber estado a base de líquidos + el cansancio de haber dormido mal por los nervios)
     Todo hay que decirlo: las muchachas se han portado de maravilla conmigo, y el trato ha sido amabilísimo. 
     ¿Lo negativo? Voy a tener que entrenar con más ahínco, a ver si así mejora la visibilidad de mis venas, porque las pobres las pasan canutas cuando tratan de ponerme una vía (aunque el vitiligo tampoco ayuda mucho; uno diría que al carecer de pigmentos, la piel sería más transparente, pero no es así; al menos en mi caso)

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