jueves, 25 de octubre de 2012

Desde el Exilio (V)

   Ya instalado en el piso, y con internet, ya puedo poneros un poco más al día sobre nuestras andanzas aquí y acercaros un poco más de la realidad en la zona.

   Como ya os dije, lo de la conducción aquí parece ser un "todo vale". Los semáforos se encuentran justo en la salida de los cruces, por lo que hay que estar muy atento, y si el semáforo se cierra, no cruzar si vas recto; pero si vas a girar, el semáforo no afecta para nada (pero sí los conductores que vengan por la vía perpendicular, así que hay que ir con 100 ojos) Como dije en su día, los intermitentes están de adorno, y casi nadie los usa. Lo que sí se usa, y mucho, es el claxon, y ahí es donde yo tengo que hacer un gran ejercicio de paciencia: Quien me conoce, sabe que al volante tengo la mecha muy corta, y pierdo los nervios con mucha facilidad; y los toques de claxon es el estímulo que me hace cabrearme enormemente. Pues aquí tocan el claxon a la mínima excusa, aunque sepan que no va a tener efecto alguno en atascos o semáforos en rojo. Los taxis también hacen lo mismo con los peatones, pero por motivos diferentes: lo hacen para ofrecer sus servicios en plan: "¡Eh, que estoy aquí! Te llevo" Puede parecer una chorrada, pero cuando sales a pasear y oyes un toque de claxon cada 10 pasos (y sabiendo el efecto que tienen en el menda), acabas girando la cabeza con una mirada de odio profundo por la que creo que estoy empezando a ser conocido en el barrio, por que algunos taxistas según reconocen mi figura, ya ni se esfuerzan. Al cruzar las calles pasa algo curioso: da igual que estés en un paso de peatones, los coches no se detienen, si no que te tienes que arrojar tú en plan kamikaze confiando en que los coches se detengan (lo hacen por norma general, pues al menor accidente de tráfico, hay que esperar a la policía, lo cual es una molestia por que se puede llegar a estar casi más de media hora arreglando papeles).



   Algo muy característico de Panamá son los conocidos como "Diablos Rojos". Se trata de unos autobuses de aspecto clásico y de muy bajo coste donde suelen apiñar a la gente (ríete de la Continental de Torrejón). También son conocidos por ser transportes donde la seguridad no es muy elevada; no sólo por la temeridad del conductor, si no por que además el conductor no se suele detener por nada de lo que suceda dentro; dicen las malas lenguas que entran chicas vírgenes y salen siendo futuras mamás sin que nadie mueva un dedo. Pero lo más espectacular de estos autobuses es su iluminación: los conductores los llenan de bombillas, neones, que les dan a sus vehículos un aspecto bastante pintoresco al caer la noche, pareciendo árboles de navidad con ruedas (Puticlubes rodantes les llamamos mi hermana y yo).


   Una cosa que llama bastante la atención es cómo se vuelcan también todo el mundo con las causas. En todas cadenas de televisión aparecen cada dos por tres actores, presentadores, artistas... hablando en contra del Buyilling tratando de concienciar a todo el mundo de lo pernicioso que es. En este mes además están haciendo causa contra el cáncer de mama y de próstata, y en esta campaña se vuelcan instituciones (Muchos ministerios y edificios públicos están iluminados por la noche de color rosa), empresas privadas (cadenas de supermercados, empresas de refrescos, paquetes de tabaco en los que aparecen incluso torsos femeninos desnudos con mensajes de concienciación, no es broma), televisiones, radios...

   Ahora pasaré a hablar de la difícil y convulsa situación de la provincia de Colón; o al menos de lo que he podido enterarme. Al parecer, las tierras costeras de Colón pertenecen al Gobierno, pero eso no le importó a varias familias de trabajadores que construyeron con sus propias manos sus viviendas en dichas tierras. Mal hecho por parte del gobierno por no decir nada en su día y no derribar dichas viviendas en el acto, pero  como dice el portero de mi edificio: "Durante 40 años aquí nadie ha hecho NADA por el país, ni se ha preocupado por NADA. Esto ha sido la tierra del 'Haz lo que quieras' y eso no podía ser", por lo que la gente conservó sus viviendas. En la actualidad, el gobierno quiere vender (o ha vendido, no lo sé muy bien) dichas tierras a varias empresas privadas, y usar el dinero de dicha venta para las arcas públicas y seguir invirtiendo en el país (repito, al menos ahora parece que se está invirtiendo en cosas como construir hospitales [motivo por el cual estamos nosotros aquí], mejorar el asfaltado y la iluminación, empezar a reciclar...). Eso ha implicado el que ahora se quiera echar a las familias de aquellas casas, y derribarlas; dichas familias se han echado a la calle, y como en cualquier manifestación, el pueblo ha enviado a las fuerzas del orden. Peeeeeeero, la actuación de ambas partes está siendo bastante desproporcionada: Cortes de carretera en la capital por parte del sindicato de la construcción (¿Qué coño tienen que ellos que ver con los trabajadores costeros?), amenazas a punta de pistola a quienes no secunden las huelgas, policías que golpean de forma brutal a gente que no tenían que ver con las protestas, si no que pasaban por allí; agresiones policiales a niñ@s, policías que entran en las parroquias donde se refugian manifestantes pacíficos y les encañonan con sus pistolas, tiroteos entre manifestantes y policías que se han saldado con muertes... No sé por donde saldrá todo el tema, ni cómo acabará, pero es necesario que esta escalada de violencia acabe.

   Y hasta aquí llega este 5° episodio de mis vivencias al otro lado del Atlántico. Espero que el próximo sea un poco más optimista.

   Un abrazo para quien lo quiera

3 comentarios:

  1. Vamos, que casi como aquí, no sé si os han llegado las imágenes de las últimas manifestaciones pero son tremendas. El otro día salió en las noticias el caso de una familia que obtuvo permisos para edificar en un terreno y ahora ( no sé si han dicho 20 ó 30 años después, es lo de menos ) tienen que derribar esa casa porque es terreno protegido ( por supuesto no les ponen otra vivienda, y eso que el error no es de esta pobre gente que compró su parcela hace tantos años ).No somos tan diferentes por lo que veo.

    ResponderEliminar
  2. La diferencia es que el caso que tú mencionas hubo permisos. Aquí construyeron SIN pedir permisos siquiera. El gobierno no está moviendo un dedo por que el presidente está de viaje por Alemania, España y japón, y quieren esperar a que vuelva.
    Los únicos que hacen algo por la paz es la iglesia, que está intentando mediar para evitar el derramamiento de sangre.

    ResponderEliminar
  3. este promete ser intenso como todos, luego lo leo. suerte.

    ResponderEliminar